El alto el fuego en Gaza y el cese de los ataques de los houtíes contra buques en el Mar Rojo y objetivos en Israel presentan una oportunidad para una mayor desescalada del conflicto en Yemen, dijo este jueves Hans Grundberg, enviado especial de la ONU para Yemen.
En una reunión del Consejo de Seguridad sobre la situación en ese país, Grundberg imprimió una nota de optimismo pese a la magnitud de los desafíos.
“Yemen se encuentra en otra coyuntura crítica. Las decisiones que se tomen hoy determinarán el curso de su futuro. Todavía es posible una solución sostenible de este conflicto. No soy ingenuo: esto no será fácil, requiere compromiso, coraje y acción de todas las partes”, declaró
Grundberg rechazó nuevamente toda acción militar, advirtiendo que tomar ese curso “sería un error para Yemen y para la estabilidad de la región en basic”.
Responsabilidad internacional
Además del compromiso de los actores directos del conflicto en Yemen, las partes interesadas regionales e internacionales tienen el deber de apoyar la diplomacia, la desescalada y el diálogo inclusivo, añadió.
“Se debe promover una paz genuina y duradera mediante esfuerzos colectivos”, abundó, y reiteró el compromiso de la ONU con ese proceso.
Deterioro económico
El diplomático también destacó el deterioro de la economía en Yemen, que impactan a toda la población con cortes de electricidad que pueden durar días en pleno invierno, entre otras afectaciones.
La continua depreciación del riyal yemení ha disparado el costo de los bienes esenciales poniendo en riesgo la supervivencia de millones de personas. “Para muchas familias, incluso los bienes más básicos (alimentos, medicamentos y flamable) se han vuelto inasequibles”, explicó.
“Estas penurias son síntomas del fracaso para lograr una solución política sostenible. Sin perspectiva de paz no puede haber prosperidad”, advirtió Grundberg.
Trabajadores humanitarios de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) dan asistencia médica a un sobreviviente.
Trabajadores humanitarios
Por otra parte, se refirió con especial preocupación la cuarta oleada de detenciones arbitrarias de private de las Naciones Unidas, perpetrada por Ansar Allah el mes pasado.
El enviado recordó que dichas detenciones violan los derechos humanos fundamentales y amenazan la capacidad de la ONU de asistir a millones de yemenitas necesitados.
“Aún más deplorable es la muerte, mientras estaba detenido por Ansar Allah, de un colega del Programa Mundial de Alimentos (PMA)”, subrayó, condenando el crimen, al igual que todas las detenciones de trabajadores humanitarios y pidiendo su liberación inmediata.
Igual que Grundberg, el secretario basic adjunto para Asuntos Humanitarios hizo patente su indignación y dolor por la muerte del trabajador del PMA, y pugnó por la rendición de cuentas de los responsables.
Tom Fletcher enfatizó ante el Consejo de Seguridad la necesidad de proteger a los trabajadores humanitarios.
Suspensión de operaciones humanitarias
Pese a los grandes riesgos, añadió, las operaciones humanitarias en Yemen continuaban en gran medida, pero la detención de más private de la ONU en enero condujo a tomar decisiones difíciles con respecto a la capacidad del sistema en su conjunto para ayudar a los necesitados.
“Simplemente no se puede esperar que la ONU y los socios humanitarios operen sin garantías de que podrán regresar a casa sanos y salvos cada noche. Ante los riesgos reales que se ciernen sobre la seguridad del private, nos hemos visto obligados a suspender temporalmente las operaciones en la provincia de Saada”, acotó.
Fletcher refrendó el compromiso de socorrer a los millones de personas que lo requieren y confió en que esta suspensión sea por breve.
Disaster humanitaria
Durante su informe, Fletcher recalcó la urgencia de asistir a 19,5 millones de personas que precisan ayuda humanitaria.
“Millones de personas pasan hambre y corren un riesgo grave de contraer enfermedades potencialmente mortales. Los niños y las mujeres representan más de las tres cuartas partes de los necesitados”, detalló.
El coordinador de ayuda de emergencia citó que el 64% de la población de Yemen no pudo satisfacer sus necesidades alimentarias mínimas el pasado diciembre -lo que supuso un 3% más de gente hambrienta que en noviembre-, y alertó de un aumento de esta cifra este mes dada la escasez de la temporada invernal y el alza de los precios de los alimentos.
Además, la mitad de los niños menores de cinco años sufren desnutrición aguda, el 70% de los pequeños de tres y cuatro años no han recibido un ciclo completo de vacunas y los menores de cinco años están muriendo a un ritmo acelerado, principalmente por enfermedades prevenibles o tratables, expuso, precisando que en 2023, murieron un promedio de cinco cada hora.
Peticiones al Consejo
En este contexto, Fletcher cerró su participación con tres peticiones al Consejo de Seguridad:
- La liberación de los trabajadores de las Naciones Unidas y de la sociedad civil. “Están allí en su nombre, protéjanlos, como exige el derecho internacional humanitario”.
- Apoyo para que las operaciones de la ONU vuelvan a funcionar a plena capacidad y, en medio de los actuales desafíos de financiación mundial. “Dennos el dinero para atender a quienes servimos”.
- No tomar medidas que afecten el acceso de los civiles a los servicios esenciales. “Las decisiones políticas y de seguridad no deben castigar a las comunidades afectadas limitando el flujo de productos básicos a Yemen”.
“Casi 20 millones de yemeníes necesitan urgentemente nuestro apoyo, ahora mismo. Es un lugar difícil para nosotros a la hora de brindar ayuda humanitaria, y un lugar difícil para que ustedes tomen decisiones políticas correctas. Pero debemos ser valientes, tener principios y ser inquebrantables en nuestro esfuerzo por salvar vidas”, concluyó el jefe de Asuntos Humanitarios.