La aparición de Sara García, la primera astronauta española seleccionada por la Agencia Espacial Europea, en La Revuelta supone la visibilización de referentes científicos en un país donde la ciencia no siempre ocupa el lugar que merece. Es inspirador que una mujer científica joven haya llegado tan lejos, en un campo tradicionalmente dominado por hombres. Para las generaciones más jóvenes, especialmente para las niñas, García es un ejemplo de que es posible romper techos de cristal y perseguir sueños tan ambiciosos como las estrellas. Su historia nos recuerda la urgencia de invertir en ciencia y tecnología, de promover vocaciones científicas desde la escuela y de ofrecer oportunidades para que el talento no tenga que buscar fuera lo que debería encontrar aquí. García no solo nos invita a soñar con el espacio, sino a reflexionar sobre el papel de la ciencia como motor del progreso.
Aida Estefanía Rosa Benítez. Sevilla
La insoportable levedad de Feijóo
Con las mejores cifras de la serie histórica de empleo y desempleo, una economía que encabeza la clasificación de la UE, Feijóo se ve en el día a día relegado a la irrelevancia frente a la acción del Gobierno. Se puede entender su desesperación ante la falta de propuestas que valoren su posición, haciéndole recurrir a argumentos tales como achacar a Sánchez los lapsus de ignorancia de Trump (ubicar a España entre los BRICS), o la crítica tanto si no consigue acuerdos (“no le apoyan sus socios”) como si los consigue (“rehén de sus socios”). También se entiende que se le tuerza el gesto cuando habla de rehenes y socios, igual que se le entiende muy bien a Mazón cuando afirma ser un experto en bulos y mentiras…
José Luis Rodríguez Paradelo. Majadahonda (Madrid)
El nuevo desorden mundial
Últimamente me pregunto cuál es la finalidad del derecho internacional. Una cosa es que sea difícil de imponer, otra muy distinta es que los propios miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas lo ignoren deliberadamente. Putin es el primer infractor, derramando ríos de sangre para conseguir territorio. China amenaza a Taiwán y reclama las aguas territoriales de otros países. Y ahora Trump habla de anexar Canadá, Groenlandia y el Canal de Panamá. Ante este panorama, no es de extrañar que otros países, como ahora Ruanda con sus acciones en el Congo, hayan llegado a la conclusión de que el imperialismo está de moda. Bienvenidos al nuevo desorden mundial.
Tomás Espuny Carreño. Barcelona
Vuelta al cole
La crisis geoestratégica a cuenta de la IA me ha provocado una pesadilla regresiva hacia mi lejana etapa adolescente en clase: el chulito grande y matón (los EE UU de Trump y su oligarquía tecnológica) ha sido ridiculizado por el empollón asocial (la China ultracapitalista autoritaria y de partido único comunista), el resto de la clase se divide entre los pelotas miedosos que apoyan al matón (trumpistas de todo pelaje), y un grupo de perplejos atemorizados quietos que no sabemos ni por donde nos viene el aire. Sonó el despertador pero sigo en el desasosiego, no vislumbro a nadie que pueda poner orden y cordura.
Pablo De Vera Moreno. Madrid