Una app clave para gestionar la solidaridad

Acción social, medio ambiente, inclusión, cultura, educación, emprendeduría… Son algunos de los grandes temas que no faltan en las agendas de los directores ejecutivos de la mayoría de empresas. Es la llamada responsabilidad social empresarial, y ya forma parte incluso del ADN de muchos jóvenes trabajadores que buscan iniciativas para dedicar parte de su tiempo a proyectos solidarios. No se trata de acciones anecdóticas. Son un mundo, y requieren de una importante gestión que muchas veces se canaliza a través de fundaciones. La consultora EY, con más de 150 proyectos e iniciativas promovidas al año solo en España en las que han participado alrededor de 1.300 trabajadores de forma directa, ha creado una plataforma digital solo para gestionar este tema. Se trata de Givers, una app que monitoriza en tiempo actual todas las acciones que se llevan a cabo y en las que oenegés, entidades y trabajadores pueden actuar según las necesidades del momento.

Unos 7.000 beneficiarios directos es la gente que recibe de manera tangible e inmediata los recursos o asistencia de la empresa

“Nos dimos cuenta de que necesitábamos centralizar y agilizar todas nuestras actividades sociales a nivel nacional, y hemos sido capaces de crear una herramienta que no solo nos ayuda a nosotros, sino también a cualquier empresa”, explica Ignacio Isasa, el ideólogo de esta “tecnología humanística”, como él la llama. Isasa es socio en el área de consultoría tecnológica de EY y lidera desde Barcelona la práctica de digital y e-commerce de la firma en España, desde donde ha salido este proyecto de monitoreo en tiempo actual con el que se quiere implicar a los 6.300 empleados que tiene la empresa en nuestro país.

El objetivo, antes de hablar a nivel mundial, es hacer extensible la plataforma a todos los empleados a nivel europeo para el 2025, unos 38.000, con el beneficio de que se romperían las fronteras de muchas acciones de voluntariado. “Ahora mismo tenemos un proyecto de clases de inglés con niñas del Raval. Qué mejor que lo pueda llevar a cabo on-line una trabajadora nuestra de Inglaterra. Su inglés siempre será mejor que el nuestro. O nosotros hacer lo mismo con los proyectos de español como extraescolares que tenemos en Francia”, explican a modo de ejemplo.

La plataforma digital nace en Barcelona pero se extenderá al grupo a nivel europeo

A la app tienen acceso todos los trabajadores de EY, que ven programados al día, a la semana y al mes todos los proyectos de voluntariado que hay en marcha por parte de la compañía. Unos 152 a lo largo de este 2024, según las cifras que acaban de dar a conocer, con los que se ha beneficiado de forma directa a casi 7.000 personas, 81.000 si se cuentan también los indirectos. Cada empleado determine entonces si quiere sumarse o no con una easy y sencilla inscripción. “En nuestra empresa nadie está obligado a nada; no hay un cupo de horas obligatorias. Todo se hace de forma altruista”, explica Isasa, quien considera este tipo de acciones esencial para el crecimiento private de los empleados, a la vez que crea vínculos entre departamentos y pertenencia a la marca. “También les planteamos a través de la plataforma retos de sostenibilidad para que se impliquen más en temas como el impacto a través de la huella de carbono”. Incluso los familiares de los trabajadores pueden sumarse a las iniciativas.

La app monitoriza por semana, día y mes todos los programas que se llevan a cabo

“Es una potente herramienta de comunicación entre empresa, trabajadores, oenegés e instituciones con las que trabaja EY. Estas también están conectadas y pueden lanzar propuestas e incluso emergencias específicas, como la de microdonaciones que hicimos durante la dana”, relatan.

Entre los 152 proyectos llevados a cabo en EY en el 2024, destacan los que se realizan con niños en el barrio del Raval de Barcelona y San Cristóbal, en Madrid. También el apoyo al programa Techo, que combate el sinhogarismo en España, así como otros programas medioambientales y sociales. “Con la app conseguimos maximizar los resultados, agilizar la complejidad de estas actividades, crear una cultura positiva y hacer tangible el impacto social que se deriva”, enumera Isasa. No en vano, ya hay varias empresas españolas con volúmenes similares o mayores de voluntariado que se han interesado por integrar esta aplicación a su propio entramado.