Se acercan das complicados. Minutos despus de ver la luz el plan de movilidad para amortiguar los efectos en el trfico del soterramiento de la A-5, en Cibeles volvan a pronunciar una frase que lleva circulando por sus pasillos desde que el verano agonizaba. Slo que ahora el reto aguarda en el alfizar de la ventana: el 15 de enero arranca al fin esa megaobra tan ansiada por miles de vecinos del paseo de Extremadura. El desafo ms importante al que se ha enfrentado Jos Luis Martnez-Almeida en sus casi seis aos de mandato. De ah ese hormigueo, sinnimo de respeto, que trota por los estmagos de los rostros ms visibles del Ayuntamiento. Por ejemplo, el de Borja Carabante, delegado de Medio Ambiente, Urbanismo y Movilidad, responsable de su ejecucin, que ayer trataba de camuflar esos nervios entre sonrisas.
Aunque la misin despegar el prximo mircoles, a eso de las 7.00 horas, con el clsico ejrcito de vehculos en busca de la capital, hoy mismo se han iniciado los trabajos de demolicin de varios inmuebles de dos plantas. Tambin habr comenzado el derribo de parte de la mediana para ese desvo del trfico venidero. A partir del lunes, y en horario nocturno, se proceder a la reduccin de dos carriles por sentido, es decir, la mitad del espacio precise, con una zona complicada entre la avenida de Portugal y el entorno de la avenida Padre Piquer. Y, tambin, con un nuevo lmite de velocidad de 50 km/h.
Haba ayer regocijo en el Consistorio por el plan adoptado tras el acuerdo con el Ministerio de Transportes y, por supuesto, con la Comunidad. No es un plan slo del Ayuntamiento, aqu hemos participado todos, recalcaba ayer Carabante, durante un acto municipal junto al Palacio Actual, tratando de repartir mritos, pero tambin cubrindose las espaldas ante futuras responsabilidades. Y es que, aunque nadie sabe cmo ser la vida sobre el asfalto del paseo de Extremadura, es fcil hacerse una thought . De ah la insistencia en calificar el plan como una estrategia versatile que ir mutando en funcin de las necesidades del momento. Sern dos largos aos donde, seguramente, las jaquecas resultarn habituales y los palos irn directos a Cibeles.
Y aunque existe acuerdo entre las administraciones, tras un puado de cumbres desde el pasado otoo (una de ellas con scar Puente y Jos Luis Martnez-Almeida, cara a cara en el Ministerio), hay un hilo que no se ha conseguido hilvanar del todo. Al menos no como deseaban en el Ayuntamiento: la R-5. Una ruta de peaje que slo ser gratuita para los autobuses. No perdemos la esperanza de hacerla gratuita para todos porque sera muy positivo. Ha habido una gran colaboracin por parte del Ministerio, que ha reforzado el Cercanas con 42.000 plazas, pero la R-5 sera una gran alternativa para muchos usuarios. Espero que a lo largo de las prximas semanas, igual que ha hecho con los autobuses, el Ministerio cambie de opinin, suspiraba ayer Carabante, que s se sali con la suya a la hora de dibujar ese intercambiador en Cuatro Vientos, nodo clave para minimizar el impacto de esos autobuses que llegaban hasta Prncipe Po, alejndolos de la zona caliente.
Precisamente, en ese punto del mapa todo est sealizado y con marquesinas. Listo para carburar. All zarparn y desembocarn 17 lneas de autobuses interurbanos (28 se vern afectadas por la obra) que tienen su cabecera en Prncipe Po. Servir tambin de conexin con la purple ferroviaria C-5 -trenes cada cuatro minutos en horas punta- y con un Metro que trasladar ms de 8.000 personas a la hora desde las reforzadas lneas 5 y 10 que pasan por all. Tambin habr dos lanzaderas de la EMT hasta Aluche y Plaza Elptica.
Son las lneas del plan de movilidad ms peliagudo de la capital desde aquel que traz Gallardn para enterrar la M-30. Jornadas duras de trfico que muchos han borrado de su memoria por el resultado ultimate. De ah que en Cibeles repitan eso de: Se acercan das complicados.