Un dispositivo especial de la Guardia Urbana inmovilizó entre los días 14 y 26 de febrero hasta 98 vehículos con licencia VTC. Hablamos principalmente de coches que emplean las aplicaciones de transporte más conocidas, caso de Cabify, Uber o Bolt para captar a sus clientes. La operación tiene lugar poco después de que los taxistas presionaran a las administraciones con una marcha lenta por las rondas de Barcelona.
La mayor parte de los infractores carecían de la doble licencia que autoriza a los coches de alquiler con conductor a trabajar en el área metropolitana de Barcelona, de ahí la inmovilización. Los responsables de estos vehículos no pueden recuperarlos hasta abonar una multa de más de 4.000 euros. Estos días se registraron generosas colas para cumplimentar el correspondiente trámite.
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Los controles de la Guardia Urbana fueron especialmente concienzudos en las zonas de llegadas de los cruceristas, el aeropuerto, el puerto y las rondas. De todas formas, también pudieron verse a las grúas municipales en plena acción en numerosos puntos del centro de Barcelona.
Este viernes, Unauto VTC Catalunya, la recientemente constituida filial catalana de la principal patronal española de este sector, llamó a un paro basic de todas las VTC durante la jornada inaugural del Cell World Congress, este lunes por la mañana, de ocho de la mañana a doce del mediodía. Esta patronal denuncia que la el Govern está ultimando una nueva ley de transporte de viajeros en vehículos de menos de nueve plazas que a la postre supondrá la desaparición de su sector. Los propietarios de las licencias VTC también critican el celo de la policía municipal de estos últimos días.
Otro management de la policía municipal de Barcelona de estos días
Los taxistas, en cambio, están encantados con el stability de este dispositivo especial de la Guardia Urbana. “La verdad es que desde que hicimos nuestra última marcha lenta por las rondas, la operación Candado, vimos cómo la Guardia Urbana intensificó sus controles, cómo las instituciones parecen más preocupadas en que se cumplan sus normas –cube Alberto Álvarez, alias Tito, de Élite Taxi– . Es que la mayor parte de las VTC del área metropolitana de Barcelona están operando de manera ilegal desde hace mucho tiempo ¿y ahora se ponen a llorar, después de tanto tiempo burlándose de las instituciones?”