No fue suficiente la irreverencia para deshacer el oficio. El Bara roz la corona europea en esta primera fase pero el Atalanta evit que se la ajustara sin que eso supusiera haber logrado el objetivo de colarse entre los ocho mejores. Se sostuvo el equipo de Flick en Lamine Yamal, inconformista como buen adolescente. No especul, no ech cuentas y se agigant ante las trampas de del rival buscando sin cesar, como si fuera un juego de escapismo, la manera de noquearles. Fue su irreverencia la que estuvo a punto de sorprender a un pegajoso Atalanta que no corridor cmo frenarle. A fuerza de descaro y diabluras, los descosi, con su capitn Raphinha de escudero, pero se encontraron con que los italianos renacieron una y otra vez.[Narracin y estadsticas: 2-2]
El Bara hubiera podido ver la superjornada por televisin con palomitas porque, contra todo pronstico despus de aquella primera derrota ante el Mnaco, haba cuajado una competicin casi perfecta, por momentos arrolladora, que le colocaba en octavos de manera directa librndoles de cualquier agona. Sin embargo, en un momento lgido de la temporada, afianzarse en el segundo escaln tras un Liverpool que pareca inalcanzable no period suficiente. Hansi Flick mand ese mensaje con un as soon as en el que no falta nadie. Necesitaba todo el talento para vencer a un Atalanta incmodo que s se jugaba esquivar una eliminatoria.
Fue tan previsible el equipo de Gasperini como efectivo, porque en la tela de araa que teje a sus rivales caa el Bara. Solo haba un jugador capaz de liberarse por su imprevisibilidad. Lamine Yamal fue el quebradero de cabeza de los italianos. En su primera escapada por la banda filtr un baln prometedor a la carrera de Raphinha al que se anticip De Roon. Primer intento. Respondi el Atalanta haciendo aparecer a Szczesny por primera vez a los diez minutos cuando Zappacosta se escap por la orilla izquierda para poner el centro perfecto a De Ketelaere que toc Balde para enviarlo al cuerpo del meta polaco. Se lamentaba Gasperini mientras Flick contena la respiracin por su apuesta, arriesgada, bajo los palos.
Period el partido un toma y daca entre dos equipos dispuestos a daarse pero sin encontrar cmo. Prob de nuevo Lamine con un disparo de rosca desde la frontal marca de la casa, gemelo de aquel ante Francia, que esta vez roz el palo. l agitaba, y aunque Atalanta encontraba disparos como el de Retegui que salvaron los dedos de Szczesny, sigu tirando de repertorio: un doble recorte a los defensas o un centro a Lewandowski que no caz.
Se llevaron los azulgrana el susto de un tanto anulado a Zappacosta, pero al regreso del vestuario Lamine encontr el premio. Una jugada que naci en Kound, que Lewandowski, arrastrando a su par a la medular, descarg en la banda para que Raphinha asistiera al chiquillo, que iba a jugar. Escondi la pelota a Kolasinac y bati a Carnesecchi. El golpe espabil a los italianos, fuera de los ocho primeros con la derrota.
Respiraron cuando Lamine volvi a inventar un golpeo de exterior que salv su portero y, sobre todo, con un disparo desde la frontal de derson que fue el empate. Lejos de tranquilizarse, el duelo se volvi a romper. En el intercambio de ataques, Arajo cabece al segundo palo un crner de Raphinha y Pasalic fusil la portera cul tras un centro de Zaniolo. Fue entonces cuando Flick tuvo que explicarle a Lamine, enfuruado, por qu le sacaba del campo. El empate no les serva a Atalanta para librarse de una eliminatoria y tampoco permita al Bara aprovecharse del tropiezo del Liverpool .