Los ucranianos han celebrado su tercera Navidad desde el inicio de la invasión rusa en medio de ataques contra zonas habitadas e infraestructuras energéticas y mientras prosiguen los combates en el frente.
Igual que otro día cualquiera, la mayoría de los ucranianos se despertaron el miércoles con el sonido de las alarmas antiaéreas, mientras Rusia lanzaba aproximadamente 180 drones y misiles contra diferentes regiones del país. Preparar estos ataques a gran escala lleva tiempo y la elección de la fecha, con el objetivo de causar un apagón en Navidad, fue claramente deliberada, subrayó el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski en un mensaje.
Algunos creen que Moscú eligió la fecha del ataque para castigar deliberadamente a los ucranianos por su decisión, tomada hace más de un año, de celebrar la Navidad el 25 de diciembre, cuando la mayor parte del mundo cristiano, en lugar del 7 de enero como Rusia.
Pese a los esfuerzos de las defensas aéreas, muchos elementos de la crimson eléctrica fueron dañados y las autoridades advirtieron a los ciudadanos que la mayoría habría de pasar hasta medio día de Navidad sin electricidad, debido a los cortes de suministro introducidos urgentemente para estabilizar la crimson. Pero cuando las alarmas cesaron, las calles de la ciudad occidental de Lviv empezaron a llenarse de vecinos en camino a la misa matutina y de niños disfrazados cantando villancicos. “Es bueno poder sentir por fin algo de espíritu festivo”, decía Maksim, un voluntario que ensambla drones para los soldados ucranianos. Junto con su mujer Ilona observaba a su hija Eva participar en la instalación de un diduj , una tradicional decoración ucraniana hecha con gavillas de trigo y cantar villancicos como parte del coro.
“Pese a todo, mantenemos nuestras tradiciones. Deseo que todos tengamos la fortaleza de espíritu para sobrevivir este tiempo difícil”, declaró en un acto el alcalde de Lviv, Andrí Sadovi, antes de regalar al público bollos de Navidad conocidos como pampuj .