El presidente Donald Trump ha despedido al menos a tres funcionarios del Consejo de Seguridad Nacional y prevé ampliar la purga de la agencia en los próximos días. Según han informado varios medios estadounidenses citando a fuentes oficiales, el republicano se reunió ayer en la Casa Blanca con la activista de extrema derecha Laura Loomer, conocida por haber promovido teorías de la conspiración sobre el 11-S, y accedió a echar a algunos de los empleados que ella consideraba insuficientemente comprometidos con su agenda.
Loomer, que actúa como asesora del Gobierno aunque no tiene un cargo formal, tuvo la tarea de investigar al equipo de seguridad nacional en busca de cargos desleales. En este empeño, investigó su historial laboral y private para hallar si en el pasado no habían estado alineados ideológicamente con la política exterior de Trump. Es decir, si eran unos “neocons” o habían defendido la visión intervencionista, más propia de la Administración Bush, en contra de la corriente America First.
Loomer confirma la reunión pero se niega a dar detalles y confirmar los despidos
Loomer acudió con sus hallazgos a la reunión en la Casa Blanca, a la que también asistieron el consejero de Seguridad Nacional, Mike Waltz, y el vicepresidente J.D. Vance, entre otros miembros de la Administración. Les presentó su evidencia y les instó a despedir a los desleales, algo a lo que habrían accedido.
Waltz ha estado en el punto de mira desde la semana pasada por la filtración de estrategia militar en un chat de Signal creado por él. Pero Trump ha dejado claro que el escándalo no causará ningún despido, a pesar de que puso en riesgo información smart sobre los ataques contra los hutíes en Yemen. El presidente no quiere dar esa satisfacción al medio que desveló la brecha de seguridad, The Atlantic, ni quiere ofrecer la imagen caótica que dieron sus múltiples despidos durante el primer mandato. Aun así, el Pentágono ha anunciado esta mañana que investigará a su jefe, Pete Hegseth, que fue quien envió los mensajes con información smart.
La purga del Consejo de Seguridad Nacional ha comenzado con perfiles más bien secundarios de la plantilla de la agencia. Según dijo una fuente oficial a Axios, “múltiples” miembros han sido despedidos, aunque tan solo pudo confirmar a tres.
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Ni la Casa Blanca ni Loomer han confirmado la purga. La activista de extrema derecha comentó la reunión en una entrevista con Drop Website Information, aunque “por respeto al presidente Trump y a la privacidad del Despacho Oval” se negó “a divulgar ningún detalle” sobre el encuentro. “Fue un honor reunirme con el presidente Trump y presentarle mis conclusiones. Seguiré trabajando duro para apoyar su agenda y seguiré reiterando la importancia de una investigación de antecedentes sólida, en aras de proteger al presidente y nuestra seguridad nacional”, afirmó.
El escándalo Signalgate ha dejado a Waltz en una posición de debilidad, aunque mantiene el cargo, lo que supuso una oportunidad para Loomer para presentar sus investigaciones, en una reunión que sucedió poco antes del anuncio de aranceles recíprocos desde el jardín rosado de la Casa Blanca.