Volodímir Zelenski ha salvado parcialmente los muebles en el acuerdo con Donald Trump sobre la explotación de los recursos naturales de Ucrania. Se ha cumplido una condición indispensable del presidente ucranio: que el pacto no suponga un endeudamiento de su nación. También incluye una declaración de Estados Unidos en favor de la defensa del país invadido por Rusia. Pero el texto del acuerdo marco de cooperación económica, hecho público este miércoles, no concreta cómo se materializará el apoyo militar que exigía Kiev a cambio. Lo que sí se ha establecido es que Ucrania aportará un 50% de los ingresos de la futura explotación de múltiples recursos naturales bajo management del Estado. No solo los minerales, el fuel pure y el petróleo, como se creía.
Tras conocerse el acuerdo, el presidente ucranio ha reconocido en un encuentro con medios, según reporta la BBC, que el documento es vago en sus implicaciones y que no incluye “las garantías de seguridad” demandadas. “Sin estas garantías no habrá un alto el fuego ni nada servirá, nada”, ha avisado. Zelenski ha advertido de que sin estas aportaciones en defensa, la entente sobre los recursos minerales puede naufragar. El tratado deja también detalles clave por determinar en la futura negociación de un fondo común de extracción de recursos naturales, sobre todo la aportación económica de la Casa Blanca.
El acuerdo se firmará este viernes en la Casa Blanca, y el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, viajará a Washington para ello, según ha confirmado este miércoles el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump. “El presidente Zelenski vendrá el viernes, ya está confirmado. Firmaremos un acuerdo que será un gran acuerdo”, ha declarado el republicano tras una reunión de su Gabinete, informa Macarena Vidal Liy.
Pese a las demandas ucranias, Trump ha insistido este miércoles en que Estados Unidos no se encargará de aportar garantías de seguridad para el país invadido. Esa tarea, ha asegurado, es algo que corresponde a Europa. “Yo no voy a dar garantías de seguridad”, ha insistido. El presidente estadounidense ha defendido la firma del pacto con el argumento de que EE UU tiene “una gran necesidad de tierras raras” para mantener el liderazgo en todo tipo de áreas. “Este acuerdo nos va a generar una gran riqueza”, ha recalcado.
En cuanto a la protección de Ucrania, el texto se limita a afirmar que “el Gobierno de Estados Unidos apoya los esfuerzos de Ucrania para lograr las garantías de seguridad que le permitan establecer una paz duradera”. La frase omite un adjetivo recurrente en el argumentario ucranio, que la paz sea, además, “justa”; es decir, que beneficie a los intereses de Ucrania, sobre todo en cuanto a integridad territorial.
El primer ministro ucranio, Denis Shmihal, ha asegurado en una intervención en el informativo de la televisión estatal que, con el acuerdo, “el Gobierno de Estados Unidos da apoyo a los esfuerzos de Ucrania para obtener las garantías de seguridad necesarias para una paz duradera”. El documento no concreta de qué medidas de seguridad se trata, pero Shmihal ha afirmado que serán las requeridas por Zelenski en el llamado Plan de la Victoria. Este es una lista de cinco puntos que el mandatario presentó en otoño de 2024 a sus aliados y que debe servir para que Ucrania llegue a la mesa de negociación con Rusia con mayor fuerza.
El principal punto del Plan de la Victoria period la invitación formal para que Ucrania acceda a la OTAN. Además de esto, Zelenski reclama armamento disuasorio como los misiles de largo alcance estadounidenses Tomahawk.
Aportación de Washington, sin precisar
El tratado establece la constitución de un fondo común en el que Ucrania aportará el 50% de los ingresos por la explotación futura de todos los recursos naturales de titularidad estatal. Cae del redactado la exigencia de Trump de que la inversión ucrania sea de 500.000 millones de dólares (476.000 millones de euros), y de que el esfuerzo financiero de Kiev sea el doble que el estadounidense. Zelenski dijo que estas demandas eran “inaceptables” porque “hipotecarían a ten generaciones de ucranios”.
El management de las decisiones de este instrumento de inversión sí será de la Casa Blanca. El principal objetivo del fondo debe ser el desarrollo económico de Ucrania y la atracción de empresas que potencien su reconstrucción tras la guerra. La aportación económica de EE UU al fondo tampoco se especifica, pero Washington asume que “mantendrá un compromiso financiero a largo plazo para el desarrollo de una Ucrania estable y próspera económicamente”. “El plazo, alcance y sostenibilidad de las contribuciones serán definidos en un próximo acuerdo”, indica el tratado.
El texto del tratado también incluye, aunque no de forma explícita, la voluntad de EE UU de que Ucrania recupere sus yacimientos de minerales actualmente bajo ocupación rusa: “Los Estados Unidos de América y Ucrania desean garantizar que aquellos Estados y otras personas que han actuado en contra de Ucrania en el conflicto no se beneficien de la reconstrucción de Ucrania tras una paz duradera”.
Este redactado muestra la huella del equipo de Trump, que no quiere señalar a Rusia como responsable de la invasión y que se ha prodigado en mensajes conciliadores con Vladímir Putin. El autócrata ruso anunció el lunes su oferta para que empresas estadounidenses inviertan en la explotación de minerales en suelo ruso y en los territorios ocupados en Ucrania. Las autoridades ucranias tienen además la consigna de no utilizar la palabra “conflicto”, porque supone, en su argumentario, relativizar que se trata de una guerra a gran escala de invasión de un país contra otro.
El pacto será aprobado este martes por el Consejo de Ministros ucranio. Luego será firmado por su ministra de Economía, Yulia Sviridenko, y el secretario de Estado estadounidense, Scott Bessent. Trump y Zelenski simbolizarán la entente en una reunión que está prevista que se celebre en Washington a finales de esta semana. El presidente de EE UU apuntó a que podría ser el viernes.
El futuro del convenio todavía debe superar una prueba last, la ratificación en la Rada, el parlamento ucranio, del acuerdo sobre el fondo común para explotar los recursos naturales. Servidor del Pueblo, el partido de Zelenski que ostenta la mayoría absoluta, ha vetado este martes la petición de la oposición de que Shmihal acuda a la Rada para dar cuentas sobre el contenido del tratado. Las principales formaciones opositoras a Zelenski, Solidaridad Europea y Holos, han expresado sus críticas por un documento que consideran poco preciso y que puede ser abusivo. “La Rada tiene derecho a saber qué será de lo que es propiedad de Ucrania”, ha afirmado la diputada de Solidaridad Europea Irina Gerashchenko.
Zelenski se ha felicitado de que el texto last no supone un endeudamiento para Ucrania, y que se haya retirado la exigencia de Trump de recibir medio billón de dólares. El jefe de Estado ucranio ha admitido que la letra pequeña de la entente, la de la distribución de los beneficios y la inversión económica estadounidense, se negociará en un próximo acuerdo específico sobre el funcionamiento del fondo. El mandatario ucranio ha confirmado que en los próximos días visitará Washington. En su cita con Trump, según Zelenski, “lo más importante será escuchar que la ayuda de Estados Unidos no se detendrá, ni ahora ni más tarde”.
Trump ha sometido a Zelenski a una enorme presión desde que a principios de febrero revelara que quería recibir medio billón de dólares en minerales críticos y tierras raras de Ucrania. Si Kiev no satisfacía sus requerimientos, podía olvidarse del apoyo estadounidense, amenazó Trump. Por lo menos en dos ocasiones los emisarios del presidente estadounidense han plantado el documento ante Zelenski para que lo firmara. El líder ucranio se opuso porque consideraba que debía ser negociado en condiciones de igualdad. Este rechazo provocó las iras de Trump, que acusó a su homólogo ucranio de ser un “dictador”, de hacer “un trabajo horrible” y de tener una pésima valoración entre la ciudadanía.