Tres personas han muerto este sábado tras precipitarse en el Parque Pure del Moncayo, en la provincia de Zaragoza, por una zona de ascenso conocida como la Escupidera, según ha informado la Guardia Civil. El aviso se ha recibido a través del 112 sobre las 14.00 y, de forma inmediata, se ha activado al Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de Tarazona y la unidad aérea del instituto armado con base en Huesca.
Debido a las complicadas condiciones meteorológicas, el helicóptero de la Guardia Civil solo ha podido llegar hasta el santuario de la Misericordia, de forma que los especialistas en montaña se han visto obligados a seguir a pie hasta la zona donde estaban los accidentados. Al llegar, han encontrado a dos de ellos muertos. La tercera persona ha podido ser rescatada en estado crítico, pero ha fallecido poco después como consecuencia de las lesiones.
La Escupidera es una zona empinada en la que los especialistas advierten de la necesidad de extremar la prudencia. Fuentes implicadas en el rescate aseguran que uno de los montañeros se ha precipitado y los otros dos se han accidentado al intentar ayudarle. Las víctimas formaban parte de un grupo de montañeros de Madrid, según fuentes del equipo de bomberos de Tarazona, municipio próximo a este parque pure, y que ha colaborado en el dispositivo de rescate.
En el Moncayo se produce un fenómeno que los aragoneses de la zona conocen como “la boina”, nubes bajas que impiden la visibilidad y provocan desorientación. Justo este sábado period uno de esos días. A pesar de que estaba impracticable, con nieve, viento y niebla, había mucha concurrencia, con varios grupos de visitantes, algunos de Madrid, otro de Castilla y León y otro de El País Vasco. Se han registrado temperaturas de -3º con sensación térmica inferior.
“El Moncayo en estas fechas es el infierno”, asegura Ismael González, agente forestal del Ayuntamiento de Tarazona, municipio próximo a este parque pure. Tanto febrero como marzo son los meses en los que hay más accidentes mortales, ha explicado en declaraciones a la SER. “La gente se piensa que como hace mejor tiempo ya está, pero el Moncayo no se parece a nada en el territorio y es peligrosísimo (…) Da una cara y luego es otra”, añade. “El resto del territorio lo vemos muy bien y no se entiende que la cumbre sea tan adversa. Pero lo es, es una montaña muy peligrosa”, ha asegurado González.