El episodio intenta replicar la magia del galardonado “San Junípero”, pero el romance resulta vacío y la premisa, inverosímil. ¿Por qué alguien querría rehacer una película así? ¿Y quién querría verla? La intención de visibilizar una sexualidad tabú de los años 40 queda desdibujada por la artificialidad del relato. Rae y Corrin se esfuerzan por aportar chispa, pero el resultado closing no convence.
5. “Una pareja cualquiera” (Episodio 1)
“Una pareja cualquiera” de Black MirrorNetflix
El primer capítulo de la temporada sigue un esquema clásico de Black Mirror: identifica un par de problemas social —en este caso, la desigualdad de clase y la tecnificación de la salud— y lo lleva a una extrapolación de ciencia ficción. Chris O’Dowd y Rashida Jones interpretan a una pareja que apenas sobrevive económicamente. Cuando Jones cae en coma por un tumor cerebral, Rivermind, una startup tecnológica, le ofrece a O’Dowd reemplazar la zona afectada de su mujer por tejido sintético y restaurar sus memorias vía la nube. El costo: una elevada suscripción mensual.
Las actuaciones son sólidas —incluyendo la de Tracee Ellis Ross como la impasible representante de Rivermind—, pero una vez que se introduce la suscripción mensual, el desenlace se vuelve predecible. Aunque el dilema es inquietante, el mensaje queda claro desde el inicio, y el resto del episodio se siente redundante.
4. “Juego” (Episodio 4)
“Juego” de Black MirrorNetflix
Ambientado en el universo de “Bandersnatch” (el ahora clásico episodio interactivo de la serie), “Juguete” tiene como protagonista a Peter Capaldi, quien interpreta a Cameron Walker, un hombre aparentemente desorientado acusado de asesinato. En su interrogatorio relata su juventud como crítico de videojuegos en los años 90 y su contacto con Thronglets, un videojuego de cero jugadores comparable a un Tamagotchi repleto de criaturas digitales. A través de flashbacks, se desarrolla la historia de cómo, luego de un viaje de LSD, Walker cree poder comunicarse con ellas y consagra su vida a ayudarlas.