Una historiadora y novelista como Susana Fortes no podía resistirse ante la historia de amor entre el premio Nobel de literatura Albert Camus (1913-1960) y la reputada actriz María Casares (1922-1996) que empezó en el París ocupado por los nazis. La publicación hace unos años de la intensa correspondencia entre ambos desencadenó Solo un día más (Espasa), una “biografía novelada” que acaba de publicar la escritora gallega radicada en Valencia. Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Robert Capa o los combatientes españoles que liberaron la capital francesa desfilan también por sus páginas, que atestiguan la relación apasionada y adúltera entre la hija exiliada del que fuera presidente del Consejo de Ministros de la Segunda República, Santiago Casares Quiroga, y uno de los escritores más importantes del siglo XX.
Pregunta. ¿Cuál es el mayor riesgo de contar una historia de amor?
Respuesta. Escribir del amor es lo más complicado, porque es muy fácil deslizarse hacia lo obvio y lo cursi. Tuve la suerte de que la historia es muy singular y el escenario, el mejor posible. Es distinto fabular que recrear, no me permití inventar.
P. Salvo los diálogos, ¿no?
R. Sí, no quería hacer un ensayo. Sabes los hechos y te imaginas la conversación, pero siendo leal a ellos y a la historia. Lo más difícil period que toda la documentación abrumadora no fuera pesada para el lector.
P. Su interés por Camus es anterior a las cartas que se enviaron durante 15 años.
R. Mi primer contacto fue en el instituto gracias a un profesor que nos leía sus frases, sus aforismos..
P. “Morimos a los 40 años de una bala que nos hemos disparado a los 20″, recuerda en el libro.
R. Se me quedó grabada esa concept siendo estudiante… Más tarde, salió un libro que generaba dudas sobre el accidente de Camus. Pensé: aquí hay un tema, pero no me atreví. Y hace unos años se publicaron las cartas, más de 1.000 páginas, que pueden ser un tocho, pero también un tesoro para cualquier historiador, ensayista o escritor. Hay una presencia del fatalismo. La última carta me pone los pelos de punta: “Nos vemos el martes”, “vamos a cenar”, lo que tantas veces se cube. Y al poco, un día sin lluvia, con luz, en una recta, Camus se estrella de forma inexplicable. Unos días antes había dicho que lo más absurdo es morir en un accidente de tráfico.
P. ¿Cómo period María Casares?
R. Period muy gallega, con mucho temperamento, una mujer supermoderna. Tenía una voz grave, preciosa, fue una gran actriz al estilo de Sarah Bernhardt. Una mujer muy terca y lista, no con el bagaje intelectual de Camus, pero sí con una inteligencia pure y una intuición bestiales. En muchas cosas de la vida, le daba sopas con honda a Camus.
P. ¿Y por qué es tan especial esta historia de amor?
R. Esta es una de las grandes historias de amor del siglo XX. Cuando el amor es tan fuerte da igual que seas premio Nobel o una actriz de éxito, te tumba. Y es un amor en un contexto apasionante: la Segunda Guerra Mundial, la batalla de Argel, la Guerra Fría, el ambiente intelectual parisiense, la famosa polémica entre Sartre y Camus, las puñaladas traperas… Es la historia de un premio Nobel que se enamora perdidamente y arrastra a las dos mujeres de su vida, a Francine, su esposa, y a María Casares. Camus se queda fascinado con Doctor Zhivago porque es su historia.
P. Toma partido en esa polémica.
R. No le quito a Sartre ni un miligramo de su peso intelectual ni de su solidez filosófica, pero luego está el issue humano. Y aquí se me caen Sartre y su mujer, Simone de Beauvoir, que se vengaban y burlaban de sus amantes en una liberación sexual en la que Camus no quiso entrar y eso también los distanció. Camus tuvo el coraje de defender una postura de izquierdas fuera de la ortodoxia, como Orwell, y en esa época period muy difícil. Camus tuvo razón antes de tiempo, que es la forma más peligrosa de tener razón.
P. Sartre se desdijo, ¿no?
R. Cuando muere Camus, tiene mala conciencia y escribe una necrológica muy emotiva: “Nosotros dos estamos peleados pero ¿qué es estar peleados si no una manera de estar juntos?”. Y a partir de ahí hace una defensa de él. Pero no dejó de criticarlo por colonialista, por el tema de Argel, y no debemos olvidar que Camus nació en Argelia, period un pied noir, para juzgarlo.