Hoy hace 34 años que un niño pasó la tarde vendimiando en Baión, Vilanova de Arousa, junto a toda su familia. Regresó a casa a las nueve y media de la noche y subió directamente al desván, donde se ahorcó. Hasta allí subió uno de sus hermanos para avisarle de la cena. El titular del Diario de Pontevedra de 1990: “Un muchacho de 13 años se suicida en Arosa después de pasar todo el día vendimiando”. La asociación de la muerte con la vendimia es extremadamente eufórica. Los Enemigos dedicaron su famosa canción Septiembre al suicidio de un chico: “Ya es septiembre / y yo no voy a estar. / En septiembre / no pienso vendimiar”. Josele Santiago la compuso tras leer la noticia de un joven que no pudo soportar la presión de los exámenes de septiembre. Otra versión cube que fue por el terror de enseñar las notas en casa.
Cuando di con la noticia en la hemeroteca del Diario, llegué a creer que estaba ante el suceso que inspiró una de las mejores canciones del rock español, pero me desengañé rápido: el disco fue grabado en marzo de 1990, seis meses antes del suicidio de Vilanova. Claro que algún periódico entonces podía tardar días en dar una noticia, pero esto me parecía exagerado. La letra de Los Enemigos deja una definición preciosa de la consciencia de la muerte: “¿Por qué estoy frío / si hoy hace calor?”. La muerte del niño de Vilanova no pudo inspirar a Josele Santiago. Pero ya que salía un hilo del ovillo, hace años conseguí el número de Josele Santiago para preguntarle si recordaba qué noticia fue. Dijo que apenas recordaba nada, que creía haber leído la noticia en un diario gallego y que la inclusión de la vendimia en el estribillo está más referida a septiembre que a nada relacionado con el muchacho. Pero sobre todo, lo que llamó su atención fue el aviso que el chico dejó en casa antes de amarrarse el cuello a una cuerda: “Id a por el pan, que yo no voy a ir”.