La consejera de Educación, Begoña Pedrosa, ha comparecido en comisión parlamentaria para presentar una “síntesis” del Plan Estratégico de la Escuela Pública Vasca 2025-2028. EH Bildu, PP y Sumar han criticado precisamente la ausencia de un plan ya confeccionado y por escrito.
El Plan Estratégico de la Escuela Pública Vasca 2025-2028 ha identificado entre sus “retos principales” el alza del alumnado de origen extranjero por el riesgo de segregación, la violencia entre los jóvenes -“que da mucho miedo”- y el bienestar emocional, porque tras la pandemia los alumnos son “más vulnerables.”
La consejera de Educación, Begoña Pedrosa, ha comparecido este lunes en comisión parlamentaria para presentar una “síntesis” del plan, después de que la semana pasada concluyera el proceso participativo para su elaboración, en el que han tomado parte todos los agentes del sistema educativo.
Los partidos de la oposición (EH Bildu, PP y Sumar) han criticado precisamente la ausencia de un plan ya confeccionado y por escrito, y han censurado también que en la sesión de hoy no se hayan abordado otras cuestiones importantes como las inversiones en infraestructuras o la estabilización del profesorado.
Pedrosa ha puesto el foco en la importancia en el proceso participativo de este primer plan estratégico para la escuela pública porque ha contado con aportaciones de familias, alumnado, profesorado y agentes del tercer sector y porque ofrece un “diagnóstico” precise de la purple pública.
La consejera ha prometido que “en breve” entregará íntegro este “ambicioso” plan a los grupos parlamentarios y ha anunciado que en próximas comparecencias presentará tanto el plan de estabilización del profesorado como las inversiones.
Ha recalcado en todo caso la “apuesta clara” por la escuela pública, tal y como demuestra que para 2030 se habrán invertido 750 millones de euros en infraestructuras.
También ha proclamado que su Departamento está “estabilizando a más profesores que nunca”: 5300 profesores desde 2022, aunque ha admitido que en este terreno “aún se tiene que hacer un esfuerzo”.
Diez ejes, agrupados en cuatro grandes dimensiones
El plan, que servirá también para dotar a la purple pública de “una identidad propia”, se articula en diez ejes estratégicos, agrupados en cuatro grandes dimensiones. La primera es la corresponsabilidad de toda la comunidad educativa.
La segunda es la excelencia “entendida como el éxito de cada alumno” educativa, que incluye el euskera, la innovación y el refuerzo del profesorado para convertir a los docentes en “líderes”.
El tercer apartado es la equidad y la cohesión social, con acciones centradas en inclusión, convivencia, coeducación y bienestar emocional.
Y el cuarto se refiere a la mejora continua y la sostenibilidad, a través de la digitalización, la internacionalización -donde hay “proyectos cada vez más potentes”-, la cultura de la evaluación y la monitorización.