El 11 de marzo salió en inglés en EE UU el libro Careless Folks [Gente despreocupada], de Sarah Wynn-Williams, exdirectiva de Fb entre 2011 y 2017. El libro llegó en seguida al prime 10 de los más vendidos en Amazon. Al día siguiente, Meta logró una orden provisional de un tribunal de arbitraje que impide a Wynn-Williams promocionar su obra. El libro sigue estando a la venta y este jueves era número 2 en el ranking de no ficción de Amazon en EE UU con 4,8 estrellas de valoración y en la lista del New York Occasions saltó en su primera semana directamente al primer puesto.
¿Qué es lo que inquieta a Meta de este libro? Son las memorias de Wynn-Williams, una ex diplomática neozelandesa de 45 años, que fue directora de Políticas Públicas durante los años de crecimiento world de la compañía. El libro cuenta con honestidad y humor las reacciones de Mark Zuckerberg y Sheryl Sandberg al relacionarse con gobiernos, sobre todo su sumisión a China, y su trato a los empleados. La autora acusa de comportamientos inadecuados a Joel Kaplan (la llamó “ardiente”, sultry en inglés), hoy encargado de Asuntos Globales de Meta. La compañía alega que investigó a Kaplan y no encontró nada grave.
Además de la medida cautelar, Meta ha emitido un comunicado especialmente duro y ha publicado un documento que repasa varias de las revelaciones de Wynn-Williams, a las que denomina “viejas noticias”. Aunque la mayor parte de las anécdotas ya eran conocidas, es más impactante leer el relato lleno de detalles de alguien que lo vivió de primera mano. Pero para Meta todo es inclined de ser falso, según su comunicado: “[El libro] es una mezcla de afirmaciones desactualizadas y ya publicadas sobre la empresa y acusaciones falsas sobre nuestros ejecutivos. Hace ocho años, Sarah Wynn-Williams fue despedida por bajo rendimiento y comportamiento tóxico, y una investigación en ese momento determinó que hizo alegaciones engañosas e infundadas de acoso. Desde entonces, ha sido pagada por activistas antiFacebook y esto es simplemente una continuación de ese trabajo”. La compañía no ha revelado, preguntada por EL PAÍS, quiénes son esos activistas que pagan a Wynn-Williams.
Dejar entrar la luz
Wynn-Williams sigue trabajando en la industria tecnológica, pero en una entrevista previa a la orden judicial negó cobrar de nadie para publicar el libro. En una entrevista con el Times de Londres, donde vive con su marido, periodista del Monetary Occasions, Wynn-Williams dijo que no period una exempleada vengativa, que quería “dejar entrar luz” en los entresijos de la compañía: “Tuve que preguntarme ¿a quién beneficia mi silencio? No me haría pasar por todo esto si no importara”. EL PAÍS ha tratado de hablar con Wynn-Williams y ha recibido la respuesta de un representante authorized de la autora: “Por una orden judicial iniciada por Meta, a Wynn-Williams se le ha impedido comentar ahora”. El motivo por el que el tribunal ha dado la razón a Meta es que la autora incumple un acuerdo de no difamación. Wynn-Williams no declaró en el breve proceso de arbitraje.
La editorial y la autora mantuvieron el libro en secreto hasta días antes de la publicación. “Estamos horrorizados por las tácticas de Meta para silenciar a nuestra autora”, ha dicho la editorial. En las pocas entrevistas que ha dado, Wynn-Williams ha contado que el motivo principal a por qué ha esperado tantos años para publicar estas memorias es China y su nuevo poder con la IA: “Estamos al borde de una nueva period tecnológica. Entramos en la period de la IA y no quiero que los errores que se cometieron durante la period de las redes sociales se repitan. Desde que salí [de Meta], he trabajado en el diálogo entre EE UU y China sobre el uso de IA en armamento. China es una parte enorme en la IA. Existe una rivalidad estratégica creciente, y [Meta] lleva mucho tiempo haciendo cosas en las sombras con el Partido Comunista chino”.
Wynn-Williams ha citado en dos entrevistas la influencia que podrían tener los 18.000 millones que Meta declara recibir cada año de China, que es más de un 10% de sus ingresos, pero es dinero que proviene de empresas chinas que ponen anuncios en las redes de Meta para su audiencia world.
¿Libertad de expresión?
La gran ironía de este caso es por qué Meta, que se considera una gran defensora de la libertad de expresión en sus plataformas, resolve ir con todo contra ese derecho cuando el objetivo es su fundador, Mark Zuckerberg. Más, si cabe, si las noticias son ya sabidas. El portavoz de Meta, Andy Stone, se ha declarado indignado que Wynn-Williams no se ha sometido a un proceso de verificación de datos, que es precisamente el método que ya han anunciado que eliminarán en EE UU en favor de las notas comunitarias. EL PAÍS ha preguntado a Meta por esta paradoja, pero no ha recibido respuesta. Wynn-Williams ha dicho en un podcast que estas acciones son “increíblemente decepcionantes para una empresa que se enorgullece de la libre expresión” y que ha hecho “muchas declaraciones públicas sobre personas que alzan la voz y apoyan a las mujeres y todas estas cosas”.
Un puñado de excompañeros de Wynn-Williams han dicho que exageraba o mentía, que Stone va recopilando en su cuenta de X. Katie Harbath, antigua encargada de elecciones en Fb, ha escrito: “Respeto el derecho de Sarah a contar su historia. Aunque su libro contiene pequeñas verdades, está plagado de inexactitudes factuales, exageraciones y omisiones, incluyendo cosas que escribe sobre mí y el trabajo de mi equipo en elecciones”.
El español con sentido del humor
En el libro uno de los pocos que queda relativamente bien es el español Javier Oliván, a quien Wynn-Williams llama “Javi”. En una cena en Panamá, donde Wynn-Williams estaba con Zuckerberg, escribe de Oliván: “Es uno de los pocos jefazos de Fb con sentido del humor”. Según su relato, fue también quien alertó a Zuckerberg que Snapchat sería una amenaza porque acabaría usándose para “sexting”. Uno de los momentos más raros del libro es una fiesta en Cartagena (Colombia) donde coinciden Wynn-Williams, Oliván, un actor porno y Hillary Clinton. También explica el rol de Oliván como jefe de crecimiento para aprovechar la falta de regulación para hacer crecer Fb sin parar en muchos países: “El equipo de crecimiento es el pulso de la empresa. Sus valores son los valores de la empresa. Sus prioridades son las de la empresa”.
Zuckerberg emerge del libro como un tipo enamorado de sus ingenieros, jefe supremo, alejado de convencionalismos, cansado de políticos y dispuesto a hacer cualquier cosa para que Meta crezca, como pedirle al presidente chino Xi Jinping que escogiera el nombre de su hija (que no hizo). Wynn-Williams cuenta detalles nuevos sobre facetas ya conocidas de Silicon Valley: exigencia laboral inasumible, horarios locos en los que algunos duermen de 1 a 5 de la mañana y donde ella misma acabó respondiendo emails desde la cama donde esperaba que naciera su propio hijo.