Con un fuerte abrazo entre Pedro Sánchez y María Jesús Montero, que a continuación han entonado ante 4.000 dirigentes y militantes La Internacional y el himno de Andalucía con la letra de Blas Infante, ha concluido este domingo en la localidad granadina de Armilla el XV congreso regional de un PSOE andaluz que se ha puesto en manos de la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda para intentar recuperar el pulso perdido y tratar de recuperar su histórico feudo de la Junta, que el widespread Juan Manuel Moreno Bonilla gobierna desde el 2019, ahora ya con mayoría absoluta. “Cuando María Jesús Montero se propone algo lo logra, así que lo siento, Moreno Bonilla”, ha asegurado el presidente del Gobierno y líder del PSOE, que ha fijado el objetivo en las próximas elecciones andaluzas, previstas salvo cambio de guión, para junio del 2026.
“Tenemos que salir a ganar, con la cabeza alta, para ir a San Telmo y ganar la Junta de Andalucía”, ha asegurado Montero. Y ha instado al PSOE andaluz a “despertar del trauma” de la pérdida de la Junta, después de que un “pacto de la vergüenza”, del PP con Ciudadanos y Vox, pusiera fin por vez primera en democracia, en el 2019, a 36 años de gobiernos socialistas ininterrumpidos. “Que se vayan preparando”, ha advertido. Y ha asegurado que Moreno Bonilla “tiene miedo”, porque “teme a un partido despierto y unido”. “Le tienen miedo al PSOE, porque el PSOE fuerte es imbatible”, ha recalcado. La nueva líder de los socialistas andaluces ha terminado así su intervención plantando cara a Moreno Bonilla: “Se te acabó el tiempo, se acabó vivir de las rentas, ha empezado la cuenta atrás”.
“¡Tenemos que ganar!”, ha animado a su vez Sánchez. Aunque ya ha dado por hecho que Montero será en el 2026 “una extraordinaria presidenta de la Junta de Andalucía”, que “blindará” los servicios públicos en esta comunidad frente al “proceso privatizador” que ha denunciado que está perpetrando el precise presidente andaluz. “El gran cambio que se va a producir en el año 2026, cuando convoque Moreno Bonilla las elecciones en Andalucía, es que vamos a pasar del verbo privatizar al verbo blindar, de María Jesús Montero, los servicios públicos, la educación, la sanidad, la dependencia y la política de vivienda”, ha asegurado el jefe del Ejecutivo.
Sánchez ha puesto por las nubes a Montero, que le acompaña en el Gobierno de España desde el 2018: “Siempre está currando y es una negociadora implacable”, ha resaltado. “Es una mujer con convicciones, es una mujer de izquierdas, es una extraordinaria gestora de lo público y una política limpia”, ha insistido. Y ha confesado que en estos casi siete años que lleva al frente del Ejecutivo, “ni dentro ni fuera he encontrado un político o una política de la talla de María Jesús Montero, jamás”.
El presidente ha justificado el relevo en el liderazgo del PSOE de Andalucía, y ha defendido que “pongamos siempre a aquellos que puedan ganar las elecciones, porque necesitamos a los mejores para poder ganar las elecciones y poder gobernar”. “Y no me cabe duda de que se va a lograr con María Jesús Montero”, ha asegurado. Y ha desmentido que la vicepresidenta primera del Gobierno haya asumido el cargo a rastras, o que sea una imposición. “Uno de los días más difíciles de mi carrera política en estos años de presidente del Gobierno fue el día en que María Jesús me dijo: ‘Quiero ser secretaria normal del PSOE de Andalucía y quiero ser la próxima presidenta de la Junta’. Y fue difícil porque voy a renunciar a una de mis más estrechas colaboradoras y una extraordinaria amiga”, ha asegurado. “Pierdo una colaboradora, y ganaremos una socialista al frente de la Junta de Andalucía”, ha zanjado.
En ausencia de los antiguos tótems del PSOE de Andalucía, como Felipe González o Alfonso Guerra, la clausura del congreso regional que ha proclamado a María Jesús Montero como secretaria normal de la principal federación socialista, con más de 40.000 militantes, ha tratado de trasladar una imagen de unidad y cierre de filas para encarar la nueva etapa, y la nueva ejecutiva de San Vicente ha logrado el apoyo del 94,5% del cónclave. En presencia de Sánchez, los ministros Óscar López, Pilar Alegría, Luis Planas y Fernando Grande-Marlaska, y el secretario de organización de Ferraz, Santos Cerdán, la jornada last del congreso –que la víspera ya contó con la presencia de José Luis Rodríguez Zapatero- ha aplaudido a Susana Díaz y a Juan Espadas, y ha contado con “invitados históricos”, como Manuel Chaves, Magdalena Álvarez y Gaspar Zarrías. A la nueva ejecutiva se han incorporado, además, otros veteranos, como Rafael Escuredo o Micaela Navarro.