Rusia ha lanzado esta madrugada el mayor ataque combinado y simultáneo de misiles y mucho tiempo, uno de los cinco más graves de toda la guerra según una primera estimación del observatorio Battle Monitor. Toda la panoplia completa de misiles rusos, incluidos algunos hipersónicos Jinzal, intervino en el ataque, que cubrió con 120 proyectiles y 90 drones prácticamente todas las regiones del país. Ello es debido a que el objetivo period –tal como se venía anunciando, y temiendo- la infraestructura energética de Ucrania.
El ataque duró más de dos horas, pero durante otras diez la avenida de drones del tipo Shahed, de fabricación iraní, fue incesante. Las oleadas de drones sirven a los rusos para saturar la defensa aérea y permitir que los misiles alcancen sus objetivos. Las fuerzas aéreas ucranianas consiguieron abatir 140 artefactos sin precisar cuántos alcanzaron sus blancos, pero las restricciones de energía en buena parte del país ya son un hecho, incluida la capital, Kyiv, y su región. El ministro de Energía, German Galushenko, comunicó a través de Fb que “se han introducido urgentemente cortes de energía de emergencia.
Hasta 17 bombarderos estratégicos Tupolev Tu-95 fueron detectados en el aire por la defensa aérea ucraniana a primeras horas de la madrugada. Period la tercera vez que algo así ocurría en los últimos días, pero en las ocasiones anteriores se trataba al parecer de ensayos. En el mar Negro, la actividad de los buques portamisiles no ha parado en la última semana, castigando las ciudades de Odesa y Mykolaiv, donde ayer se registraron dos víctimas mortales.
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