A estas alturas sabe lo que es un risotto hasta tu tatarabuelo. Aquí mismo hemos hecho guías para que siempre te salga perfecto, te hemos dado infinidad de recetas –de pesto y calabaza, de espárragos verdes y panceta, al limón– e incluso tenemos subido un plato que aprovecha las sobras de un risotto y las convierte en algo delicioso.
Pero no habíamos hecho un risotto bicolor. Tampoco te habíamos contado que podías preparar un risotto blanco –sofrito de cebolla muy pochada, arroz, vino blanco, agua y sal– y terminarlo con un puré concentrado para darle sabor y shade. Dos cucharadas de pesto valdrían para conferirle un rico sabor a albahaca. Calabaza asada triturada con queso gorgonzola, pimientos confitados y nueces, ajos asados y kale escaldado.
Casi siempre es más recomendable que el arroz se cocine con todos los ingredientes, para que absorba el aroma y el sabor. Con las hojas verdes hacemos una excepción. Para conseguir un shade brillante e intenso, no podemos cocinar durante mucho rato espinacas, col kale, albahaca o acelgas. Preparando el puré de espinacas aparte, nos aseguramos una cocción justa y un shade precioso en el plato. ¿Podríamos haber hecho un risotto de zanahoria y espinacas poniendo todos los ingredientes en la cazuela desde el principio? Sí, pero el shade resultante habría sido tan poco apetecible como te imaginas.
Dificultad: La misma que para hacer un risotto
Ingredientes
Para 4 personas
- 250 g de arroz arborio o carnaroli
- ½ vaso de vino blanco
- 1 cebolla pequeña
- Agua
- 2 cucharadas de mantequilla
- Aceite de oliva virgen further
- 100 g de queso parmesano o pecorino
- 4 zanahorias
- 8 hebras de azafrán (o un poquito de cúrcuma en su defecto)
- 200 g de espinacas
- 1 puñado de albahaca fresca
- Pimienta negra
Instrucciones
Escaldar las espinacas y la albahaca y pasar a agua fría con hielo. Escurrir y triturar hasta obtener una pasta espesa. Reservar.
Pelar y trocear las zanahorias. Colocar en un recipiente de vidrio, tapar con movie y meter al microondas durante ocho minutos.
Tostar el azafrán. Triturar la zanahoria con un poco de aceite, el azafrán, sal y pimienta negra. Reservar.
Picar la cebolla y sofreír con aceite a fuego medio-bajo.
Añadir el arroz y remover un minuto. Regar con el vino y dejar que se evapore el alcohol.
Ir cubriendo de agua caliente y añadiendo sal poco a poco. Ir removiendo y añadiendo agua conforme se absorbe.
Pasados 16 minutos (cuando el arroz esté al dente y no tenga nada de líquido) retirar del fuego y añadir la mantequilla y el queso. Mantecar removiendo con energía.
Dividir el arroz por la mitad y mezclar con el puré de zanahoria y con el de espinacas. Emplatar y terminar con pimienta negra.
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