Las fuerzas rusas están apuntando a Odesa. El lunes, tres misiles hipersónicos Kinzhal fueron disparados desde un avión y alcanzaron un “objetivo de infraestructura turística”, dijo un funcionario ucraniano.
En el Día de la Victoria anual de Rusia, el presidente Vladimir Putin reiteró su acusación de que Occidente no le dejó más remedio que invadir Ucrania. Ofreció pocas pistas sobre la dirección del conflicto. La Casa Blanca describió las acusaciones de Putin sobre las amenazas de la OTAN a Rusia como “evidentemente falsas y absurdas”.
La Cámara de Representantes de EE.UU. considerará el martes $ 40.000 millones adicionales en fondos complementarios para Ucrania, según el líder de la mayoría de la Cámara, Steny Hoyer. El lunes, el presidente Joe Biden pidió al Congreso que aprobara “inmediatamente” el proyecto de ley de ayuda a Ucrania.
Los soldados ucranianos continúan resistiendo en la planta siderúrgica de Azovstal en Mariúpol, según el Servicio Estatal de Guardia de Fronteras. La planta es el último reducto de la resistencia ucraniana en la ciudad sureña.
Las fuerzas rusas erigieron un puente de pontones hace unos días, y a los funcionarios ucranianos les preocupa que pueda permitir que Rusia amenace las defensas ucranianas y las rutas de suministro en la región de Luhansk.
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