El coordinador humanitario de la ONU en la República Democrática del Congo (RDC) hizo este martes un llamamiento urgente a todas las partes para que reabran el aeropuerto de Goma, punto de acceso essential para la ayuda humanitaria.
Tras unos combates de una intensidad no vista en la región desde hace décadas, y con un elevado coste humano, Goma se enfrenta a una emergencia humanitaria. Un gran número de heridos requiere tratamiento urgente, la infraestructura médica sigue desbordada y miles de civiles siguen privados de asistencia important.
“El aeropuerto de Goma es un salvavidas. Sin él, la evacuación de los heridos graves, la entrega de suministros médicos y la recepción de refuerzos humanitarios están paralizadas”, declaró Bruno Lemarquis.
“Cada hora perdida pone más vidas en peligro. La supervivencia de miles de personas depende de ello. Se trata de una emergencia absoluta”, añadió.
En su última actualización, la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) advirtió que el número de muertos asciende ya a 900 personas y hay casi 3000 heridos debido a los recientes combates en Goma y sus alrededores.
Todavía hay muchos cadáveres en las calles de la ciudad y persiste un alto riesgo de propagación del mpox.
Impacto de la congelación de la ayuda estadounidense
Mientras tanto, las organizaciones humanitarias intentan reanudar la entrega de ayuda en Goma y sus alrededores. En este sentido, tras emplazar sus suministros, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) subrayó que está listo para reanudar las operaciones en cuanto las condiciones lo permitan.
La agencia ha redoblado sus esfuerzos de planificación en los países vecinos, como Ruanda, Uganda, Burundi y Tanzania, y está trabajando con la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y otros organismos para desarrollar planes de contingencia.
Sin embargo, OCHA advirtió que la decisión del gobierno estadounidense de suspender durante 90 días su financiación de desarrollo internacional, “está afectando gravemente a los proyectos de seguridad alimentaria, agua, higiene y saneamiento en Minova (Kivu del Sur)”.
“Esta suspensión cut back considerablemente la capacidad de los actores humanitarios para responder a las emergencias tanto en Kivu del Sur como en Kivu del Norte durante este periodo”, insistió la agencia.
La disaster afecta más a mujeres y a niñas
En una rueda de prensa en Ginebra, la responsable de Acción Humanitaria de ONU Mujeres advirtió que la nueva escalada de violencia ha provocado una disaster humanitaria devastadora que afecta de forma desproporcionada a mujeres y niñas.
Sofia Calltorp subrayó que las mujeres y las niñas del país se están enfrentando a mayores niveles de violencia sexual y de género, y las denuncias de violación y explotación se han convertido en una “trágica rutina”.
En este sentido, ONU Mujeres hizo un llamamiento a todos los actores del conflicto para que pongan fin a la violencia sexual y de género.
Las organizaciones de mujeres han expresado su urgente preocupación por los desplazamientos forzosos, la violencia sexual generalizada y las importantes lagunas en materia de protección y servicios sociales básicos.
Este contexto de aumento de los desplazamientos y escasez de recursos, sumado a las desigualdades de género preexistentes, exacerba la vulnerabilidad de las mujeres y las niñas, prosiguió Calltorp.
ONU Mujeres acogió con satisfacción las iniciativas políticas y de paz regionales en curso e instó a todas las partes interesadas a intensificar el diálogo y la cooperación, allanando el camino para una resolución sostenible del conflicto.
Además, los esfuerzos colectivos deben centrarse en garantizar que las voces y las necesidades de las mujeres ocupen un lugar central en el proceso de respuesta y recuperación.
“Niveles alarmantes” de violencia sexual
Otras agencias de la ONU han expresado también su preocupación ante los “niveles alarmantes” de violencia sexual.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) documentó 45 casos de violencia sexual contra niños, mientras que 70 menores de cinco años heridos fueron enviados al hospital Virunga de Goma para recibir atención especializada.
Por su parte, OCHA declaró en su último informe que “según fuentes locales, elementos armados han aprovechado la situación de inestabilidad para cometer actos de pillaje y violaciones” en distintos barrios de Goma, así como en los alrededores del aeropuerto.
Además de los abusos denunciados en Kivu del Norte, también se han registrado “numerosos incidentes de protección” en Kivu del Sur. Cinco niñas de la misma familia fueron presuntamente violadas por hombres armados en la ciudad de Kalungu, quienes fueron atendidas en el hospital native.
Kinshasa teme consecuencias “dramáticas” para las mujeres y niñas
El Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) examinó este martes un informe presentado por RDC sobre la respuesta de las autoridades congoleñas a la violencia sexual vinculada al conflicto en el este del país.
En la reunión, la ministra congoleña de Derechos Humanos se refirió a los “diversos informes pertinentes de Naciones Unidas y de ONG nacionales e internacionales”, así como a los conmovedores testimonios y relatos de supervivientes de la violencia sexual vinculada a la guerra, que demuestran que durante el conflicto en curso en las provincias de Kivu del Norte y Kivu del Sur “miles de mujeres y niñas han sido víctimas de violaciones, mutilaciones y otras formas de violencia inhumana”.
Según Kinshasa, estas atrocidades no se limitan a los campos de desplazados, sino que también se cometen en lugares donde las mujeres deberían estar seguras, como sus propios hogares, escuelas y cárceles.
“Hoy, mientras se celebra esta sesión, la ciudad de Goma y sus alrededores han sido tomadas por el ejército ruandés y sus partidarios del M23. La ciudad de Bukavu y otras localidades de Kivu del Sur también están amenazadas”, declaró Chantal Chambu Mwavita, temiendo “una prolongación del ciclo de violencia, con consecuencias dramáticas para las mujeres y las niñas congoleñas”.
En las últimas semanas, el grupo armado M23, activo desde hace años en el este de la RDC, se ha hecho con el management de amplias zonas de Kivu del Norte, cuyo subsuelo es rico en metales raros y preciosos, como coltán, oro, níquel, cobalto y cobre.