Algn da habra que hacer una oda al caf. Conocamos desde hace ms de sesenta aos la cancin Moliendo caf, que hicieron famosa Los Panchos, contando la historia del zambo Manuel y su amargura, mientras muele caf al atardecer y le invaden las sombras: “Es la triste cancin de amor de la vieja molienda/ Que en el letargo de la noche parece sentir“. Period una cancin melanclica, demasiado hermosa para la cultura de los socialistas espaoles, que tradicionalmente han venido optando por el hecho de compartir un caf como metfora de los negocios. Hace ya 35 aos que un socialista llamado Juan Guerra, hermano del entonces vicepresidente del Gobierno, inaugur la costumbre de recibir a empresarios en el despacho que haba ocupado en la Delegacin del Gobierno en Sevilla para tomar un cafelito. Yo no s cuntos cafs poda tomarse este hombre al cabo del da mientras pactaba sus chanchullos con los empresarios andaluces, aunque lo verdaderamente significativo de la corrupcin de aquel PSOE es que el delegado del Gobierno no lo pusiera de patitas en la calle y ni siquiera llamara a Alfonso Guerra para protestar por tan desusado proceder.
Fue un precedente. El sanchismo ha seguido cultivando la metfora del cafelito, porque el hombre clave de la corrupcin socialista en este tiempo, Vctor de Aldama, se hizo invitar a caf por Jos Luis balos en la tarde del 11 de febrero de 2022, en una cita que ambos haban convenido cuatro meses antes. “Me gustara tomarme un caf contigo”, le deca Aldama e insiste: “Ests en Madrid maana para tomar un caf?”. Y de qu hablaron mientras tomaban caf? Lo cuenta Esteban Urreiztieta en estas pginas: Aldama consideraba que Koldo, aquel bravo jayn del puticlub Rosalex, le haba puesto en marcha una inspeccin de Hacienda en represalia porque el empresario se haba negado a aflojar la mosca que le solicitaba, “que yo no soy el Banco de Espaa”.
Hay en este lo dos aspectos llamativos. El primero es que Aldama es el tipo al que todos negaban conocer y todos haban tratado profusamente como se ha ido demostrando: Pedro Snchez, balos, ngel Vctor Torres y Reyes Maroto, a la que desmienten 42 whatsapps.
Hay, sin embargo, datos que ponen en cuestin el relato de Aldama. Decamos que empezaron a quedar en octubre de 2021 y que se vieron efectivamente en febrero de 2022, pero balos no period ya nadie polticamente hablando: haba dejado de ser secretario de Organizacin del PSOE y ministro de Transportes en julio de 2021.
Por otra parte, balos parece tener razn en los argumentos que expuso a Aldama en su casa, al decir que Koldo no period nadie para ordenar una inspeccin fiscal, aunque tratndose del sanchismo nada es previsible: tampoco period nadie el aizkolari (el inagotable aizkolari contra las injusticias, tal como lo defini Snchez) para pasearse por los Ministerios como Pedro por su casa y ya ven. Aldama considera que el aizkolari haba programado su venganza aprovechando su relacin con el nmero dos de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, M Jess Montero, aquel Carlos Moreno por quien ella estaba dispuesta a poner su mano en el brasero, segn dijo en uno de sus portentosos alardes de ignorancia histrica que ya dejamos glosado aqu. Esto seguir, no desesperen.