El desarrollo tecnológico y la inteligencia synthetic se han convertido en dos focos empresariales para revitalizar la situación económica, laboral y de futuro para Cantabria. De momento se trata de un proyecto, pero su ejecución implicaría una inversión de 3.600 millones de euros, equivalente a todo el presupuesto anual de la comunidad o al 25% del PIB regional. El milagro en una comunidad en retroceso en cuanto a pujanza industrial se llama proyecto Altamira, en alusión a las míticas cuevas prehistóricas de la cordillera, e implica también 1.500 empleos durante su constitución y otros 1.450 cuando quede operativa. La multinacional Stoneshiel ha impulsado esta iniciativa centrada en inteligencia synthetic y cloud ―sistemas de almacenamiento en nube digital― y se prevé que las obras comiencen en 2026, pero que el centro funcione a partir de 2032.
La iniciativa se ha presentado en Santander este martes como primer paso del Campus Tecnológico de Centro de Datos y ha contado con directivos de la empresa junto a los altos cargos del Gobierno de Cantabria (PP). La presidenta de la comunidad, María José Sáenz de Buruaga, ha celebrado este proyecto por su volumen financiero y su peso específico en el territorio, con la inversión prevista de más de 3.600 millones de euros, “la mayor en la historia de la comunidad”. Las cifras, según la dirigente, “apabullan” porque ese volumen equivale a una cuarta parte del PIB cántabro o al presupuesto whole de un año. Este proyecto de alta capacitación acarrea 1.500 empleos durante los años en que se construya y otros 1.450, según las estimaciones aportadas ante los medios, cuando funcione plenamente. El proyecto Altamira requerirá unos 637.000 metros cuadrados entre los municipios cántabros de Villaescusa y Piélagos, en las proximidades de Santander y cerca de los polígonos industriales y autovías de la autonomía.
Los planteamientos apuntan a tres fases de desarrollo: la primera, en enero de 2026, cuando se tramiten las consideraciones formales por parte del Gobierno cántabro y que se prevé tener listas en diciembre; luego, las etapas dos y tres, a partir de 2028, para que el Campus esté listo en 2032. Si todo se ejecuta según lo planeado, Cantabria se definirá como “uno de los principales hubs tecnológicos de Europa, al nivel de Madrid, Milán, Frankfurt o Londres”, en palabras de Buruaga. “Altamira abre un abanico de oportunidades inmenso, puesto que además de crear riqueza y empleo, va a ser un proyecto tractor que impulsará la transformación de nuestro tejido productivo hacia sectores más innovadores y la atracción de empresas tecnológicas de primer nivel como Meta o Google”, ha defendido Buruaga, acompañada del consejero de Industria, Eduardo Arasti.
La presentación contó con la presencia de dos responsables de la empresa, que explicaron detalles de sus planteamientos. Javier Ibáñez, encargado de adquisiciones de Stoneshiel, y Javier Gonzalo, gerente de la filial XDC Properties, han reivindicado la pertinencia del proyecto Altamira como “paso elementary para el desarrollo tecnológico y económico de Cantabria” con el propósito de convertir a la comunidad en un “referente en infraestructura digital”. Ibáñez ha destacado la “ubicación óptima y la conectividad privilegiada”, pues la región cuenta con universidades de ingeniería, aeropuerto, un activo puerto comercial y de pasajeros y comunicaciones por autovía con todo el norte y con la meseta, además de una línea de alta velocidad en construcción. El alto cargo de la multinacional tecnológica ha valorado especialmente el cable submarino de miles de kilómetros Anjana, de la compañía Meta, que este mismo año se pondrá en funcionamiento para conectar Cantabria con Carolina del Sur (Estados Unidos). “Uno de los cables de mayor capacidad del mundo, lo que refuerza el atractivo de Cantabria como destino para la inversión tecnológica”, ha apuntado Ibáñez. El alto volumen de energía precisada por este Campus Tecnológico de Centro de Datos provendrá de la cercana subestación de Penagos, con capacidad para 220.000 voltios y que surtirá la potencia requerida por las obras: 100 megavatios en 2028 y 500 en 2030.