El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, presentó ayer las principales medidas del Plan Reside que busca common las viviendas de uso turístico en el centro histórico y en el resto de la ciudad. El objetivo es frenar la expansión sin límites para generar más viviendas asequibles en el cogollo central. Defiende que busca equilibrar el turismo con la convivencia de los vecinos, pero hará daño a los propietarios y a las empresas que se dedican a este negocio.
¿Por qué se quiere cambiar la regulación?
El Plan Reside nace para sustituir al precise Plan de Hospedaje del año 2019, por haber resultado “ineficaz” dado que no ha frenado “la pérdida de viviendas destinadas a uso residencial en la ciudad y sí la proliferación de pisos turísticos”.
¿Cuántas viviendas operan en Madrid de este tipo?
De las 16.100 viviendas turísticas que hay en Madrid tan sólo 1.131 tienen licencia, con lo que podrán seguir funcionando con independencia de la nueva normativa. Pero hay 14.964 que operan de forma ilegal y que el objetivo es que dejen de operar así. Si se les hace una inspección a las ilegales, la multa puede llegar a los 100.000 euros.
¿A qué zonas afecta?
El Plan actúa en dos ámbitos: el centro histórico -que abarca el distrito Centro y parte de los distritos aledaños- y el resto de la ciudad.
¿Cuál es la medida estrella?
Se prohíben los pisos turísticos dispersos en edificios residenciales. El consistorio apuesta por la concentración de los pisos turísticos en bloques destinados íntegramente a la actividad turística.
¿Qué más contempla el plan?
En el centro histórico de Madrid, sin embargo, se admitirán pisos turísticos sin limitaciones en edificios que no sean de uso residencial.
¿Cómo se quiere potenciar la rehabilitación?
Para fomentar la rehabilitación de edificios residenciales, se podrá cambiar el uso a pisos turísticos en aquellos edificios de uso residencial que cuenten con protección al estar catalogados, estén obsoletos y ubicados en calles no comerciales. Solo podrán funcionar como pisos turísticos en edificio exclusivo durante 15 años, con licencia directa ligada a la rehabilitación y restauración del edificio. Posteriormente, el edificio volverá a tener uso residencial.
¿Un native se puede transformar en vivienda turística?
No. Se va a prohibir la transformación de locales comerciales en pisos turísticos. Por el contrario, sí se podrán transformar locales en viviendas siempre que sea en ejes no comerciales.
Y fuera de la almendra central, ¿qué va a pasar?
Podrá haber pisos turísticos dispersos dentro de edificios residenciales en los barrios periféricos, pero deberán tener obligatoriamente un acceso independiente.
¿Cómo persigue el Ayuntamiento potenciar la vivienda residencial y asequible en el centro de la capital?
Va a permitir que se puedan transformar los edificios privados de usos dotacionales en edificios residenciales para viviendas de carácter asequible o ‘coliving’. Se calcula que hay unos 210 edificios que cumplen estas características.
Este primer cambio sólo se permitirá en edificios catalogados, mediante un plan especial de protección que asegure su restauración y rehabilitación.
También se permitirá la transformación de edificios terciarios en edificios residenciales que se beneficien de un incremento de la edificabilidad, “para hacer más atractiva esa transformación del terciario en residencial”.
Por último, para fomentar la vivienda también se permitirá la transformación de locales comerciales en viviendas, siempre que no tengan el carácter de vivienda de turística.
¿Qué calendario se maneja?
Se prevé que el texto entre en vigor en agosto de 2025. El Ejecutivo de Almeida lo llevará a la Junta de Gobierno a mediados de diciembre y después se someterá a información pública durante un mes, hasta enero.
Tras responder las alegaciones se elevará a Pleno para su aprobación provisional en abril. Posteriormente, la Comunidad de Madrid revisará el texto para su aprobación definitiva.
¿Qué opina la oposición del nuevo plan?
Partidos como Más Madrid y PSOE consideran que se va a potenciar la llegada de fondos buitres. La portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento, Rita Maestre, lo dijo muy claramente: “Es una llamada explícita a los fondos buitres para que compren edificios, los vacíen y los conviertan en viviendas de uso turístico”.
Y la patronal de las empresas, ¿cómo ve el nuevo plan?
Madrid Aloja, la asociación de gestores de alquiler vacacional, ha lamentado que el plan “no se ajusta al contexto turístico”.
La entidad considera que “el Ayuntamiento se equivoca de enfoque”. Según sus cálculos, “el sector de las viviendas de uso turístico aporta más de 2.300 millones de euros anuales a la economía madrileña dinamizando el turismo y apoyando a numerosos pequeños propietarios y gestores que operan legalmente”. Por lo que advierten que “una prohibición de estas características pondría en riesgo esta importante contribución, afectando a far de familias y al tejido empresarial native”.
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