Fuente de la imagen, Reuters
- Autor, Redacción
- Título del autor, BBC Information Mundo
-
Period una llamada clave para el curso de la guerra en Ucrania.
La conversación telefónica de dos horas que mantuvieron este martes el presidente estadounidense, Donald Trump, y el mandatario de Rusia, Vladimir Putin, period el paso que faltaba para que el gobierno estadounidense pudiera concretar su objetivo de un “cese el fuego whole por 30 días”.
La Casa Blanca ya había forzado a Kyiv a aceptar una tregua en esos términos, pese a que se trataba de una píldora difícil de tragar para el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, quien quería obtener de Washington garantías de seguridad para proteger a su país de una eventual nueva agresión rusa.
Así, con la luz verde de Ucrania, Trump tenía la vía despejada para buscar el apoyo de Putin y detener un conflicto en el cual, según el mandatario estadounidense, hay un número “astronómico” de soldados de ambos bandos que están muriendo.
Pero, en su llamada de este martes, Trump no logró que Putin accediera al cese el fuego. La mayor concesión que logró extraerle fue un compromiso de no atacar la infraestructura energética de Ucrania durante 30 días.
Pese a ello, Trump dijo que la conversación con Putin había sido “muy buena y productiva”.
En Moscú, la llamada ha sido vista como un éxito del presidente ruso.
Para entender lo ocurrido, te ofrecemos el análisis del editor para Rusia de la BBC y de la corresponsal de la BBC en Europa Central.
“Moscú cree que la conversación telefónica fue un éxito para el Kremlin”
Fuente de la imagen, Getty Photos
Análisis de Steve Rosenberg, editor para Rusia de la BBC
A juzgar por algunos titulares de la prensa en Rusia, Moscú cree que la conversación telefónica que sostuvieron este martes los presidentes Putin y Trump fue un éxito, sin duda para el Kremlin.
“Putin y Trump acordaron colaborar en la resolución del conflicto de Ucrania”, decía el diario Izvestia.
“Una llamada Putin-Trump de una duración récord”, señalaba Komsomolskaya Pravda. El sitio net del periódico añade: “Tal como están las cosas, Rusia ha logrado una victoria diplomática”.
¿Por qué algunos en Rusia proclaman “victoria” tras esta llamada de dos horas?
Probablemente porque, al last, Vladimir Putin no había sido presionado para hacer concesiones importantes a Ucrania ni a Estados Unidos. Al contrario, había rechazado, en la práctica, la concept del presidente Trump de un alto el fuego inmediato e incondicional de 30 días.
En lugar de presionar a Moscú con la amenaza de sanciones y penalizaciones aún más severas para que Rusia se adhiriera a su plan, el gobierno estadounidense reaccionó elogiando al líder del Kremlin.
“Tuvimos una excelente llamada”, declaró Donald Trump a Fox Information.
“Felicito al presidente Putin por todo lo que hizo hoy en esa llamada para acercar a su país a un acuerdo de paz definitivo”, declaró el enviado de Trump, Steve Witkoff.
Moscú no solo no aceptó un alto el fuego incondicional, sino que el presidente Putin estableció sus propias condiciones previas para la paz.
Estas incluyen el fin de la ayuda militar occidental a Kyiv y del intercambio de inteligencia con los ucranianos, así como el cese de la movilización en Ucrania. Estas condiciones se consideran ampliamente como una forma de asegurar la capitulación de Ucrania.
Es difícil imaginar que Kyiv acepte algo así.
Pero ¿podría Moscú persuadir finalmente a la administración Trump de que tales condiciones son aceptables? Y, de ser así, ¿obligaría Washington a Ucrania a aceptarlas?
Mucho puede depender de si el Kremlin logra convencer al presidente Trump de que tiene más que ganar desarrollando buenas relaciones con Moscú que defendiendo la posición de Ucrania.
Fuente de la imagen, Getty Photos
Como para recalcar el asunto, en sus conversaciones con los estadounidenses, los funcionarios rusos ya están ofreciendo diversas ventajas económicas y financieras, y hablando de lo mutuamente beneficiosa que podría ser la relación entre Rusia y Estados Unidos si ambos países logran revitalizar las relaciones bilaterales y comenzar a trabajar en proyectos conjuntos.
Vladimir Putin planteó recientemente la posibilidad de cooperación entre Estados Unidos y Rusia en la producción de aluminio y la minería de minerales raros.
El mensaje parece estar calando.
“Nos gustaría tener más comercio con Rusia”, declaró Donald Trump el martes en su entrevista con Fox Information.
“Tienen bienes muy valiosos para nosotros, incluyendo tierras raras. Poseen una gran cantidad de bienes raíces, la mayor del mundo. Tienen cosas que podríamos usar”, agregó.
Moscú bien podría estar esperando, posiblemente calculando, que Donald Trump priorice obtener una parte de esos “bienes raíces rusos” antes que asegurar un acuerdo aceptable para que Ucrania ponga fin a la guerra.
Es un punto que hoy repite el periódico professional Kremlin Izvestia.
La lógica de Moscú es que las relaciones económicas con Estados Unidos sean tan rentables que romperlas sea demasiado costoso para Washington.
Luego de que Ucrania aceptara la propuesta de Trump de un alto el fuego incondicional hace una semana, el gobierno estadounidense anunció públicamente que el balón está en el terreno de Rusia.
Ahora que Vladimir Putin ha rechazado el acuerdo y ha establecido sus propias condiciones, el líder del Kremlin ha devuelto la pelota a Estados Unidos.
Pero Rusia y Estados Unidos continuarán sus conversaciones, tanto sobre Ucrania como sobre las relaciones ruso-estadounidenses.
Y son estas negociaciones las que probablemente influirán en el próximo paso de Donald Trump.
“Putin sólo le ha dado Trump lo suficiente para que proclame algún progreso en la paz con Ucrania”
Fuente de la imagen, Reuters
Análisis de Sarah Rainsford, corresponsal de la BBC en Europa Oriental
Antes de la llamada de este martes, Donald Trump hizo gran alarde de esta conversación con el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Pero los resultados no parecen ser gran cosa.
El presidente ruso le ha dado al mandatario estadounidense apenas lo suficiente para proclamar algún progreso en la paz con Ucrania, sin que parezca que es manipulado por el Kremlin.
Trump puede destacar la promesa de Putin de frenar los ataques contra la infraestructura energética de Ucrania durante 30 días. Si llegara realmente a suceder, les traería un poco de alivio a los civiles.
Sin embargo, no se acerca al completo e incondicional cese el fuego que EE.UU. quería de Rusia.
La “guerra muy horrible” que Trump insiste en que puede parar continúa.
Los medios estatales rusos informan que la llamada telefónica de los dos presidentes duró más de dos horas. El comunicado del Kremlin -su versión de la llamada- también es extenso, con 500 palabras.
Presenta la conversación como casual: aparentemente hablaron de hockey sobre hielo, el tipo de detalle que una audiencia en Rusia consumirá con entusiasmo.
Después de tres años de ser el paria del mundo occidental, y de frías relaciones mucho antes de eso, Rusia está de vuelta negociando directamente con un gobierno estadounidense que quiere interactuar.
Ambos líderes incluso estuvieron discutiendo sobre Medio Oriente y la “seguridad international”.
Al Kremlin le debe estar costando creer la transformación.
Antes de la llamada, algunos se preguntaban si Donald Trump llegaría a aplicar algún tipo de presión sobre Rusia. Después de todo, está claro que durante una semana estuvo postergando el cese el fuego.
Pero no hay señales de una reprimenda a Putin como la que el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, tuvo que soportar en la Oficina Oval hace 15 días.
Las versiones de ambos países sugieren que nada ha cambiado.
Rusia reitera que quiere la paz. Pero, en lugar de detener sus drones y silenciar sus armas, está objetando sobre pequeñeces en torno a cómo un cese el fuego inexistente podría ser monitoreado.
Entretanto, está añadiendo más condiciones con miras a incapacitar la resistencia de Kyiv.
Una de sus demandas es que el flujo tanto de armas como de inteligencia a Ucrania de parte de sus aliados debe terminar.
Para los ucranianos, el único rayo de luz es que EE.UU. no ha aceptado nada de esto; hasta ahora.
También resaltan que la llamada es una prueba más de que Rusia no tiene interés alguno en poner fin a su invasión.
Pero todo ese discurso le representará a Ucrania un mínimo alivio de su sufrimiento.
Para la diplomacia de EE.UU., también ha resultado decepcionante.
Pero el Kremlin lo sentirá como un día bastante bueno, algo inimaginable antes de que Donald Trump regresara a la Casa Blanca.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo e-newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.