Monómeros, la empresa estatal venezolana con sede en Colombia, vuelve a estar en el centro del debate, como sucedió en 2023, y por la misma razón: una posible venta, pero esta vez ya no por parte de los partidos opuestos al chavismo, sino del gobierno de Nicolás Maduro, que recuperó su management.
El mandatario colombiano, Gustavo Petro, rechazó este fin de semana la posible venta de la compañía mediante una carta publicada en X. Hasta ese momento, no había información oficial ni extraoficial sobre esa operación.
“De manera respetuosa y atenta, quiero expresarle mi oposición a la decisión del ministro de Industria y Producción Nacional de Venezuela, Álex Nain Saab Morán, de vender y privatizar la compañía Monómeros”, escribió el presidente Petro en una carta fechada el 8 de noviembre en X.
Según el mandatario colombiano, esto podría impactar el abastecimiento de productos agrícolas en Colombia y Venezuela. La firma fue administrada entre 2019 y 2022 por directivos designados por la oposición, cuyo líder de entonces, el jefe del parlamento, Juan Guaidó, period considerado presidente interino de Venezuela por decenas de gobiernos, entre ellos Colombia.
La Voz de América consultó a expertos sobre la posible venta de la estatal venezolana por alrededor de 300 millones de dólares.
Un activo estratégico que conviene a ambos
José Ignacio Hernández, profesor constitucionalista y consultor del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés), sostiene que la venta de Monómeros representa una “gran osadía” por parte del presidente Maduro, quien intenta vender en condiciones “ineficientes” un activo externo importante para Venezuela y “estratégico” para el sector agroindustrial colombiano.
“Monómeros se dedica a la producción y comercialización de fertilizantes para la agroindustria y es considerado en Colombia uno de los principales proveedores de estos insumos. Esto significa que, para la agroindustria colombiana, la empresa es esencial”, explicó Hernández a la VOA.
“La agroindustria en Colombia no tendrá plena seguridad en el suministro de los productos que ofrece Monómeros mientras persista la inestabilidad causada por la posible venta y la inestabilidad en el gobierno venezolano”, agregó.
Monómeros estaba suspendida por la Oficina de Management de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de EE. UU. (OFAC, por sus siglas en inglés), pero recientemente obtuvo una licencia para reanudar operaciones comerciales.
Carlos Chacón, director ejecutivo del Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga en Bogotá, considera que la advertida venta de Monómeros, filial de la estatal Petroquímica de Venezuela, responde al temor de que la empresa sea nuevamente objeto de sanciones bajo la administración del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
“Con la llegada de Trump, temen que vuelvan a sancionarlos, como ocurrió en el pasado, lo que seguramente genera incertidumbre en el gobierno de Maduro. Una vez sancionada, será muy difícil venderla. Por ello, se plantean un plazo de mes y medio para concretar la venta, aunque el proceso tiene niveles de complejidad muy altos”, comentó Chacón a la VOA
“No veo, además, un margen de maniobra para que el gobierno colombiano pueda comprometerse a comprarla”, añadió.
Desde la carta enviada por el presidente Gustavo Petro a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro no ha emitido ninguna respuesta pública sobre la posible venta de la compañía con sede en Barranquilla
En ese sentido, Hernández concluye que la eventual venta supone un “desmantelamiento de los activos externos de Venezuela por parte de Nicolás Maduro”, lo que podría dejar a la nación en un “déficit” de activos para “cuando Venezuela decida emprender una política de recuperación económica en condiciones políticas más favorables”.
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