Gustavo Petro, el locuaz presidente de Colombia, mantuvo por casi 48 horas el silencio sobre los resultados de las elecciones del vecino Ecuador. En la tarde de este martes, finalmente, ha publicado un mensaje en su in style cuenta de X en el que evita hablar de fraude, pero tampoco felicita al reelecto Daniel Noboa. Señala que ha recibido informes “preocupantes” de veedores enviados por Colombia a los comicios del domingo, pero a la vez afirma que tiene “buenos recuerdos y amistad” con el presidente ecuatoriano. Además, pide al vecino Gobierno “entregar las actas de cada mesa para ser verificadas”, sin aclarar a quién, como requisito para pronunciarse oficialmente sobre el resultado. “Igual que en el caso venezolano, las cosas deben aclararse al máximo. Solo así tendré la seguridad de no equivocarme”, cube el colombiano, pese a que en el caso ecuatoriano no hay mayores dudas de la legitimidad de la votación, a diferencia de lo ocurrido en Venezuela.
Se enviaron personas veedores de Colombia a las elecciones del Ecuador.
Los informes que recibo son preocupantes.
Leonidas Isa, escandidato indígena, fue detenido unos días antes. Las zonas de mayoría de la oposición fueron puestas bajo estado de sitio y management militar dos…
— Gustavo Petro (@petrogustavo) April 15, 2025
El mandatario colombiano ha detallado los motivos de su preocupación. “Leonidas Iza, excandidato indígena, fue detenido unos días antes”, señaló sobre el candidato que ocupó el tercer lugar en la primera vuelta y apoyó a la rival de Noboa, Luisa González, para el ballotage. Iza efectivamente fue detenido, pero en 2022. Petro también indicó sospecha frente a la presencia de uniformados en los comicios. “Las zonas de mayoría de la oposición fueron puestas bajo estado de sitio y management militar dos días antes de las elecciones. La dirección de las elecciones siempre estuvo bajo vigilancia militar directa y armada con rostros en capucha. Cada mesa tuvo fuerte presencia militar uniformada y con armas”.
La candidata de izquierda, González, ha denunciado un fraude desde la noche del domingo, cuando se conocieron los datos oficiales: el presidente y candidato sumaba el 56% de los sufragios, y ella quedaba a 12 puntos de distancia. Pese al reclamo de la aspirante por el correísmo, fuerza a la que Petro ha sido históricamente cercano, y al silencio del colombiano, su canciller Laura Sarabia se había manifestado brevemente vía X el lunes en la noche: “Felicitamos al nuevo presidente de la República de Ecuador, Daniel Noboa”, escribió públicamente la cabeza de la diplomacia colombiana.
La declaración de Petro contrasta con las de otros presidentes de la izquierda sudamericana. Tanto Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, como Gabriel Boric, de Chile, han felicitado a Noboa, sin mostrar una cautela o unas dudas semejantes a las del colombiano. Se trata, en todo caso, de una situación mucho más cercana para Colombia, uno de los únicos dos países con frontera terrestre con Ecuador y para el que la relación bilateral resulta por lo tanto más relevante. Los vasos comunicantes incluyen un comercio bilateral vigoroso, inversiones de empresas de cada país en el otro, una interconexión eléctrica que ha resultado elementary para sacar a Ecuador de un reciente racionamiento e incluso una lucha conjunta frente a bandas criminales transfronterizas.
El expresidente ecuatoriano Rafael Correa, opositor de Noboa y motor detrás de González, ha sido permanente defensor de Petro. “Es mi amigo, es uno de los presidentes más capaces de América Latina. Es muy inteligente, está muy preparado”, dijo en una entrevista con este diario a inicios de 2023. La admiración es mutua. El colombiano incluso mencionó al ecuatoriano como uno de sus referentes políticos. “En Sudamérica reconozco capacidad en Rafael Correa. Solo le critico que, al igual que el resto del liderazgo progresista americano, no haya apostado por pasar de una economía del petróleo y el carbón a una basada en el conocimiento”, decía en 2021 el entonces senador y aspirante presidencial colombiano, marcando la que también ha sido una de las pocas diferencias entre los dos líderes políticos.
El colombiano mantuvo neutralidad frente a las elecciones del domingo pasado. Si bien hace exactamente un año criticó el asalto a la embajada de México ordenado por Noboa para detener allí al asilado vicepresidente correísta Jorge Glas, las relaciones bilaterales fueron tranquilas durante el año y medio del ecuatoriano en el poder. Incluso en ese momento la reacción no fue llamar a consultas el embajador, sino suspender un gabinete bilateral instalado con el anterior inquilino de Carondelet, Guillermo Lasso.