Pepe Mujica, expresidente de Uruguay, nonagenario, sereno granjero, se ha convertido en un gurú para muchos. Desde luego para Jordi Évole, que ya le visitó y grabó hace diez años. Ha vuelto ahora con Lo de Évole (La Sexta, hoy, 21.30h.), una grabación de despedida, porque Pepe Mujica se muere de cáncer, se muere…
En “la chacra Puebla”, su modesta casita en el campo, junto al fuego del hogar, recién irradiado por dentro durante treinta sesiones de radioterapia (parte del tratamiento oncológico que ya ha abandonado), Jordi Évole le ha confesado en este encuentro a Pepe Mujica que “usted ha sido importante en mi vida, y he venido a decírselo”.
“El último día va a llegar…”, ha dicho Pepe Mujica, y le ha servido un whisky a Évole. Un brindis, el último brindis
Évole y Mujica habla de la vida, de la política, del pasado, de la muerte. Es una conversación de amigos. ¿Piensa en la muerte? “A tan importante señora no la atiendo. Cuando venga le diré: dése otra vuelta… Pero el último día va a llegar…”, responde Pepe, y le trae un whisky a Évole. Un último brindis.
He anotado frases del que irónicamente la propia esposa de Pepe Mujica, Lucía, denomina “el oráculo de Delfos” (“¡hasta los chinos vienen a hablar con él!”, cuenta Lucía), a saber: “estamos metidos en un trampa cuyos límites son la naturaleza. Hemos montado un sistema ciego en el que nos autodañamos. Mire el clima…”. “Las parejitas ahora miran el móvil en vez de hacerse mimos”. “Lo más hermoso de la vida es el tiempo perdido con los amigos” (¡ésta ha sido mi favorita!). ”Hay cuentas en la vida que no se cobran”. ”Triunfar es tener el coraje de volver a empezar: eso es vivir” (es difícil y es verdad). ”El asunto no es aplastar, el asunto es convencer” (muy unamuniano). “El consumo de psicólogos, de pastillas para dormir..: para dormir, antes me canso ¡y ya está!”. ºSiete años pasé sin poder leer nada, en la cárcel: me salvó haber leído mucho de joven y hablar conmigo mismo”. “Tengo mentalidad de campesino”. “Yo ando en al campo y ando siempre hablando con el que tengo adentro, no necesito el móvil”.
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Jordi Évole ha tenido al remaining el acierto de sentar al lado de Mujica a Lucía, que ha hablado con la misma serenidad que su marido. Han brindado, ya digo, con tres vasos de whisky con hielo que Pepe ha traído de la cocina, aunque creo que sólo Évole –en nombre de los tres– ha trasegado el trago, tras brindar por “la amistad”. No hay mejor brindis. Es el legado. – @amelanovela