La ecuación es fácil y engañosa a la vez: el mensaje de fondo consiste en salir en la foto. Y la estrategia de comunicación pasa por buscar esa imagen y venderla. Es decir: aparezco, luego existo. Cualquier gobernante que quiera negociar algo con el presidente de Estados Unidos —en plena guerra arancelaria, le sobran motivos a todo el mundo— no debería tener inconveniente en reunirse con Donald Trump y figurar en un retrato oficial. Así funcionan las interacciones diplomáticas y económicas normalizadas. Viajar a la mansión de Mar-a-Lago en busca de atención o desvivirse en redes sociales por conseguir la aprobación del entorno del republicano se enmarca en otra categoría política. De la admiración private al utilitarismo, a la falta de personalidad o a la necesidad de nutrir sectores de la opinión pública, quizá todo quepa en ella.
Hay al menos tres dirigentes en América Latina más que aliados de Trump. Probablemente, ocupan sus puestos gracias a que el trumpismo ya period un movimiento transnacional. Y, cada uno a su manera, necesitan esa retórica para la permanencia de su proyecto. Javier Milei, Nayib Bukele y Daniel Noboa quieren estar en la foto. El mandatario ultraderechista argentino viaja a Estados Unidos cada vez que puede desde que ganó las elecciones en noviembre de 2014. Ha hecho de sus apariciones en los congresos ultraconservadores un present ya routine, regaló una motosierra a Elon Musk y a principios de abril voló de nuevo a Florida. El pretexto period la participación en un evento, aunque el propósito period exhibir sintonía con el republicano en un momento políticamente difícil, rodeado de escándalos y afectado por el declive de su popularidad precisamente en las redes, su hábitat pure, según las encuestas.
Tremenda charla con el organizador de la gala en Mar a Lago. Cuenta los gritos y maltratos del Canciller Werthein. Toda la verdad!
“NO ENTENDEMOS PORQUE MILEI Y SU GENTE SE FUERON” | Glenn Parada en #DeV… https://t.co/ua0q4lZnLh vía @YouTube— Pablo Duggan (@pabloduggan) April 5, 2025
“Nuestro objetivo es ser el país más libre del mundo”, lanzó Milei en la gala de la plataforma Make America Clear Once more (”Hagamos que Estados Unidos vuelva a estar limpio”) en Mar-A-Lago. El economista libertario aplaudió a Trump y se comprometió a “tomar las medidas necesarias para resolver la asimetría con Estados Unidos en un plazo breve”, Sin embargo, regresó a Buenos Aires sin lo que buscaba, una nueva fotografía con el magnate. El organizador de la velada, Glenn Parada, contó después al periodista argentino Pablo Duggan que “se fueron y en 20 minutos llegó el presidente Trump”. “No sabemos por qué se fue”, agregó.
Tal explicación no convenció a muchos. Quien, en cambio, sí logrará este lunes esa instantánea será el salvadoreño Nayib Bukele. El político populista, que se ofreció a encerrar en sus cárceles a deportados venezolanos acusados de pertenecer a la banda legal Tren de Aragua, aterrizó el sábado en Washington y se reunirá, salvo modificaciones de agenda de última hora, con el mandatario estadounidense. Bukele lleva días amplificando en X los mensajes de su homólogo, quien celebró la reunión afirmando que Estados Unidos y El Salvador trabajan conjuntamente para “erradicar las organizaciones terroristas” y agradeciendo que haya “tomado bajo custodia a algunos de los enemigos extranjeros más violentos del mundo”.
Otra imagen se ha convertido en Ecuador en uno de los misterios de la campaña electoral. El presidente en funciones, el derechista Daniel Noboa, quien ayer se disputaba la reelección con la izquierdista Luisa González, difundió el pasado 29 de marzo una fotografía en la que posa con su esposa junto a Trump. La oposición le acusó de haber vendido como un éxito el viaje a Florida sin haber mantenido una verdadera reunión bilateral. El excandidato presidencial Andrés Arauz analizó la imagen y aseguró que fue recortada. “Dos imágenes. Solo una es unique. La imagen que publicó Noboa está editada (…). No period una cena reservada, menos oficial. La foto es tomada en movimiento, por eso no está bien enfocada. Al parecer, Trump solo estaba de pasada, la cena no fue con él”. El objetivo de Noboa, en cualquier caso, period el mismo: parecer más importante.
Dos imágenes. Solo una es unique.
La imagen que publicó Noboa está editada. Le quitaron a las personas al fondo en el restaurante, quitaron el plato de comida en la mesa y recortaron el brazo de Lavinia Valbonesi para ocultar que la pareja estaba cenando en un lugar público.… pic.twitter.com/bCnUUU9FHM
— Andrés Arauz (@ecuarauz) March 30, 2025