El papa Francisco aprobó la canonización del beato José Gregorio Hernández, informó el martes el Vaticano, que aún no ha dado fecha para la ceremonia que convertirá al “médico de los pobres” en el primer santo católico de origen venezolano.
La decisión del pontífice, hospitalizado en condición crítica pero estable, fue dada a conocer tras una audiencia con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede, y el monseñor Edgar Peña Parra, sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado, en el Hospital Policlínico Gemelli, donde el papa se recupera de una pulmonía doble.
“Hoy nuestro querido papa Francisco ha aprobado el parecer positivo de cardenales de obispos del Dicasterio para las Causas de los Santos, ha aprobado las virtudes de nuestro querido beato José Gregorio, que muy pronto será santo”, dijo desde Roma el arzobispo de Caracas, Raúl Biord.
La comunicación del Vaticano indicó que celebrará un consistorio en los próximos meses para definir la fecha de la canonización.
Millones de devotos venezolanos y de toda la región, que constantemente le rezan al beato pidiendo sanación, esperaron por años el anuncio del Vaticano que se concretó este martes.
“Ya es San José Gregorio, ¿por qué? Porque su devoción se ha extendido tanto, no solo en Venezuela sino en el mundo entero que eso es suficiente para ello y por eso ya tenemos que alegrarnos”, dijo Baltazar Porras, arzobispo emérito de la Arquidiócesis de Caracas, en un video en Instagram.
Esa institución aseguró que el acontecimiento es un “reconocimiento a la vida ejemplar y a las virtudes heroicas de un hombre que dedicó su existencia a aliviar el sufrimiento humano y a transmitir un mensaje de amor y esperanza”.
“La Iglesia católica reconoce su vida de santidad, acompañada de una devoción common, que hoy le permite ser elevado al altar”, precisa un comunicado.
El “médico de los pobres”
José Gregorio Hernández fue un médico, científico y profesor venezolano que nació el 26 de octubre de 1864 en Isnotú, estado Trujillo.
Estudió medicina en la Universidad Central de Venezuela (UCV), donde obtuvo calificaciones sobresalientes. Años después cursó estudios de postgrado en Francia, y al volver a su país introdujo diversos equipos traídos de Europa.
El beato, conocido como “el médico de los pobres” dedicó su vida a servir y atender a los enfermos y más necesitados.
José Gregorio Hernández intentó convertirse en sacerdote. En 1907 ingresó en el monasterio Cartuja de la Farneta, en Italia, pero tras enfrentar una tuberculosis se dispuso su regreso a Venezuela para su recuperación y se dedicó definitivamente a la medicina.
Murió a los 54 años, el 29 de junio de 1919, en Caracas, al ser atropellado por uno de los pocos vehículos que en ese entonces había en la capital venezolana.
La Causa de Santidad de José Gregorio Hernández inició en 1949. En 1986 el papa Juan Pablo II lo declaró venerable, reconociendo sus virtudes heroicas.
En 2020, el papa Francisco aprobó un milagro atribuido a su intercesión, lo que condujo a su beatificación en abril del 2021.
Sus restos mortales se veneran en la iglesia Nuestra Señora de la Candelaria de Caracas.
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