Nicole Wallace (Madrid, 22 años) tiene muchas cosas: una peca en el lado derecho de la nariz, proyectos de éxito internacional a sus espaldas, dos idiomas nativos, una cuenta en Instagram con casi ocho millones de seguidores… lo que no tiene es miedo. Bueno, sí lo tiene, pero no se achanta; Nicole sabe lo que es que el teléfono no suene, pero también ha rechazado papeles sin que esto le fairly el sueño y, tras menos de siete años como actriz, su carrera ha alcanzado velocidad de crucero. Fenómeno de masas juvenil desde que encarna a Noah en la trilogía Culpables (Prime Video), no le inquieta el sambenito que pueden suponer los papeles adolescentes en la industria. De hecho, en marzo estrena la película Un año y un día, primer proyecto en el que mezcla actuación con canto y piano: “La industria musical es muy complicada pero me apetece descubrirla de otra manera”.
El fenómeno Nicole Wallace se remonta a 2023, cuando protagonizas la primera entrega de la saga juvenil, Culpa mía; y en 2024 se consolida con Ni una más y Culpa tuya. Sin embargo, el primer recuerdo que muchos tenemos de ti es el personaje de Nora Grace, en Skam España (2018). ¿Qué ocurrió en ese periodo con Nicole Wallace?
Pues de todo. Skam fue para mí un chute de aprendizaje y justo al acabar hice Parot. Luego vino un año y medio en el que hacía castings y no me cogían. Estuve yendo mucho a clases de teatro, estudiando… siendo una adolescente regular, por decirlo así. Aprendí a gestionar todo ese rechazo después de haber hecho Skam y de haber tenido esa suerte tan joven. A ser resiliente.
¿Había plan B?
Yo he tenido la suerte de que siempre me han apoyado mucho mis padres, me han hecho sentir que todo period posible y, además, fácil. También mi madre me ha dicho siempre, desde que empecé a ser actriz, que en cualquier momento lo podía dejar; desaparecía de redes un tiempo, volvía a la carrera y me dedicaba a lo que me apeteciese. Creo que no es fácil con 18 años recibir tantos “no”, ya no solo en el terreno laboral, porque no trabajar con 18 años es bastante regular y está perfectamente, sino sobre todo el sentir que no eres suficiente.
A propósito de tu familia, el apellido Wallace está conquistando terreno también por tu hermana, Chloé Wallace, directora de Mala influencia, Un cuento perfecto o Aitana: Metamorfosis. ¿Cómo sientes que te ha ayudado en tu vida profesional?, ¿empezaste gracias a ella?
No fue una causa directa, siempre he querido dedicarme a algo que tenga que ver con el arte porque siempre ha estado el arte en casa; si no period música, period baile; si no period baile, period actuar. Aunque la posibilidad de meterme con representantes desde tan pequeña, de hacer castings, que gente de la industria me conociese… Todo eso sí es cierto que es gracias a mi hermana, al last nos llevamos ocho años y ella empezó queriendo ser actriz, aunque luego cambió de concept.
Supongo que en primera instancia los consejos iban de forma unidireccional —de hermana mayor a hermana pequeña—, pero ahora que las dos estáis asentadas en la industria, ¿cómo fluye?
Es muy bonito porque al last nos compensamos y en ese sentido yo también la he tenido que aconsejar mucho ahora, por ejemplo, que ha vivido su primera premiere, su primer estreno en cines, su primer junket de prensa…
¿Y cuándo vamos a ver un proyecto de las dos?
Jo, pues ojalá prontito. Como te decía, estoy intentando encajar mi año. Pero la prioridad es hacer algo con mi hermana. Hay un proyecto muy guay que tenemos entre manos, que va a tardar, pero este año, si se juntan los astros, a lo mejor conseguimos hacerlo.
Por ahora, estás a punto de estrenar ‘Un año y un día’, ópera prima de Álex San Martín, ¿comulgas con la visión romántica que ofrece?
Me veo nacida para ser romántica empedernida y obligada a ser pragmática, la verdad. Pienso que mi generación está en una etapa un poco complicada con ese tema, que estamos perdidos en el amor y las relaciones, pero soy muy soñadora con el hecho de que el amor existe y puede ser así de bonito. Tengo muy buena gestión de emociones, me cuesta cada vez más ser impulsiva y loca en ese sentido, es algo que me gustaría recuperar un poco.
Imagino que esto viene, en parte, por la tremebunda exposición que acarrea protagonizar con 20 años una saga juvenil reconocida a nivel mundial, ¿cómo es la presión?
Pues creo que la clave está en la palabra juvenil. Estoy muy tranquila con cómo soy, quién soy y qué represento. Que una niña me tenga de referente es algo con lo que mi conciencia está tranquila. Me da más miedo que estas películas sean un referente en normal. No es un proyecto del que yo no esté orgullosa; porque lo estoy, y mucho. Son películas que me encantan. Pero es verdad que, al last, cualquier tipo de relación romántica expuesta de una manera así, romantizada de tal manera por tanta gente, es algo que lleva mucha responsabilidad. Y una responsabilidad, además, sin management; si me dices que yo he escrito el guion, yo he escrito los libros, yo he elegido todo… pero claro, no es así, y ser la cara de algo de lo que no has tenido ningún tipo de management, esto es algo más difícil de llevar.

¿Sientes que han podido interferir en tu vida private las expectativas de los followers?
He tenido bastante suerte porque el fandom que quiere a Noah, por decirlo así, es un fandom bastante bueno. Son personas muy majas y que me han respetado e intentado proteger mucho, han tratado de discernir entre realidad y ficción.
¿El público adolescente puede ser no el más exigente, pero sí el más merciless?
Yo siempre cuento, y es verdad, que normalmente la gente que más me acosa por redes, porque están en desacuerdo con algo que he hecho o dicho, suelen ser personas mayores que yo. Pero sí, en normal, creo que al last el público adolescente es el público más apasionado, más obsesivo.
Tras el éxito internacional de Culpa mía, tu ascendencia americana y los recientes viajes que has estado haciendo a Los Ángeles, ¿el siguiente paso es ir a probar suerte a Estados Unidos?
Pues fui a Los Ángeles en febrero del año pasado a hacer una búsqueda de representantes y a tantear el terreno, y tuve un momento como de disaster existencial, de decir vale, ¿por qué estoy yendo a Los Ángeles? Me di cuenta de que no es una ambición impostada; me quiero ir allí para trabajar con directores y actores, crear historias que molan un montón y poder hacer cosas que aquí igual no se hacen. Pero si no sale, también estoy muy tranquila de quedarme con la industria española, que está genial.
¿Se puede mantener la ilusión siendo mujer en su industria, con los casos de abuso y agresión que están a la orden del día?
En normal, las mujeres estamos acostumbradas a trabajar en una sociedad en la que los abusos pasan todo el rato, pero también se está empezando a permitir que nos pongamos límites y que digamos que no. Es muy importante perderle el miedo también a que pierdas un trabajo por serle fiel a tus límites y a protegerte a ti misma, ya que como está visto, no nos van a proteger los demás. Así que bueno, pienso que eso es lo bonito de lo que está pasando, como que entre todas nosotras sí que al last estamos creando como algo muy bonito. Triste pero bonito.

A finales de octubre del año pasado salieron a la luz unas acusaciones por abuso de poder y acoso sexual hacia Eduard Cortés —director de Ni una más—, ¿cómo recibes esta información y por dónde empiezas a abordarla, tras haber trabajado con él recientemente?
La recibo con mucha decepción, mucha tristeza, mucha rabia… Un combine de emociones extraño y, bueno, obviamente con una preocupación por mi propia experiencia. En el set de la serie ninguna de nosotras tuvo ningún tipo de situación remotamente parecida, pero tenemos la constancia de que, no porque nosotras no lo hayamos vivido, deje de ser actual y de estar ahí. Sobre todo me sirvió para darme cuenta —una vez más— de que no se puede poner la mano en el fuego por absolutamente nadie y que es cuando más duele; cuando son personas en las que has confiado, por las que has apostado e incluso protegido.
Días antes subiste a tu Instagram vídeos en los que denunciabas el cinismo y falta de posicionamiento público por parte de tus compañeros, ¿recibiste llamadas de atención de tu entorno laboral?
La única persona que de vez en cuando me para un poco los pies es mi madre y por miedo a clasificarme en una lista de… no problemáticas, pero sí deno calladas. La verdad es que he tenido la suerte de que todos los comentarios y todas las opiniones de la industria siempre han sido bastante positivas y de agradecimiento.
¿Hubo respuesta por parte de aquellos compañeros y amigos a los que iban dirigidos los vídeos?
Pues la verdad es que sí. No tanto como me gustaría; hubiese querido y esperado un poco más; los puedo contar con las manos. Y la única manera de conseguir que reaccionaran fue mandando un mensaje privado a esa persona y diciendo: “Oye, esto va para ti, que lo sepas, estoy hablando de ti. Reacciona”.

Hay una parte de la crítica que todavía hace la distinción peyorativa entre el cine para adolescentes y el cine de verdad, ¿te asusta que esta etiqueta te persiga en el futuro?
No mucho, cuando estás en los veintipocos te preguntan continuamente si no estás cansada de hacer de 18. Y no, no me da miedo hacer personajes de 18 años, lo que me da miedo es salir de los 18. Me da miedo el momento en el que tenga 28 años y me quieran poner de madre de tres hijos. En cuanto cumpla 30 años voy a estar en otro sitio completamente diferente y, por A o por B, obligatoriamente la edad me va a llevar a otra cosa.
¿Y qué es lo que te da miedo?
Que me siga el fantasma de los abusos, de no estar protegida en el set, de seguir teniendo que callar y aguantar, eso me da miedo. No sé si has visto el caso de Blake Vigorous, en el que han salido muchas mujeres de la industria defendiéndola, y muchas decían que lo peor no period el haberlo vivido, sino aguantar que el día en el que quieras hablar de ello tengas que vivir con que no solo la industria, sino también compañeros y followers se cambien de lado y te hagan luz de fuel. Creo que seguir viviendo y experimentando eso me da miedo. El productor y el escritor de Ni una más me dijo una frase que period “qué ganas de que el miedo y la vergüenza cambien de bando” y espero que lo hagan.



Créditos
Maquillaje y peluquería: Jordi Fontanals (Ana Prado).
Producción: Cristina Serrano.
Asistente digital: Javier Navarrete.
Asistentes de fotografía: Héctor Fraile y Sergio Borondo.
Asistente de estilismo: Irene Caro.