Las previsiones económicas se quedaron muy cortas el año pasado. Es lo que concluye la ‘Diana Esade’, que analiza la precisión de las estimaciones económicas de las 19 instituciones y servicios de estudios recogidos por el panel de Funcas, el ‘think tank’ de las antiguas cajas de ahorros. El año pasado, las desviaciones fueron mayores que en 2023, especialmente en el crecimiento del producto interior bruto (PIB). En 2023, la diferencia entre la media de pronósticos (2%) y el crecimiento real (2,7%) fue de 0,7 puntos porcentuales, mientras que en 2024 se duplicó hasta 1,4 puntos (1,8% estimado frente al 3,2% real).
Todo ello se ha visto a lo largo de los últimos meses con las constantes revisiones al alza de las previsiones y empujó al Gobierno a elevar su previsión hasta el 2,7%, que aún así se quedó a cinco décimas del resultado final. Lo cierto es que naide, ni siquiera el Ejecutivo, previó la aceleración del crecimiento, pese a que el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró que la economía española “va como un cohete”.
“El crecimiento económico español ha superado las previsiones de la mayoría de las instituciones, impulsando el mercado laboral a un récord de 21,85 millones de personas empleadas, gracias en parte al flujo migratorio”, según Omar Rachedi, profesor de Economía en Esade y coautor del informe, junto a Andre B.M. Souza, profesor de Economía de Esade. El mayor desvío entre la previsión y el resultado final del cfrecimiento se produjo en 2020, que se vio afetacado por un acontecimiento totalmente imprevisto como la pandemia. En vez crecer el 1,9%, que fue la media que esperaba al iniciar el ejercicio, se produjo un desplome del PIB del 10,9%.
Rachedi explica que “la tasa de paro cayó al 11% y que la inflación fue menor que las previsiones, en un contexto de expansión monetaria, donde el Banco Central Europeo (BCE) redujo tipos de interés en 75 puntos básicos”. “Todavía no comprendemos del todo las razones detrás de esta prolongada fortaleza económica—especifica Souza—. Dado el contexto de bajo crecimiento en la Unión Europea (UE), esta mejora no parece derivarse de factores externos, sino de un refuerzo en la posición relativa de España”.
Por lo que respecta al crecimiento del PIB, en 2024, el Centro de Predicción Económica de la Universidad Autónoma de Madrid (CEPREDE–UAM) y el Gobierno, ambos con una previsión del 2,4%, aún estando distanciados del resultado final, han sido las instituciones que más se han acercado al crecimiento del PIB definitivo (3,2%), mientras que el promedio de todas las instituciones (1,8%) se alejó en 1,4 puntos del dato real.
El análisis del grado de desviación producido en los últimos tres años (2022, 2023 y 2024),sitúa también a CEPREDE-UAM y al Banco de España como las instituciones con un menor error medio (ambas con 0,5 puntos porcentuales), seguidas por el Gobierno, la Universidad Loyola de Andalucía y la OCDE (las tres con sendos 0,6).
Penalización y sesgo
Este año, Esade incorpora la ‘Diana Penalizada’, que mide el error cuadrático medio de las predicciones a tres años. En esta métrica, CEPREDE-UAM y el Banco de España siguen liderando la precisión (0,6 y 0,62 puntos, respectivamente). Además, la introducción del ‘Sesgo Direccional’ permite identificar tendencias sistemáticas de optimismo o pesimismo en las predicciones: el Banco de España, CEEM-URJC, la Comisión Europea, Equipo Económico, EthiFinance Renting, Intermoney y Repsol han sido las más neutrales en sus estimaciones de crecimiento.
En lo que respecta a la inflación, la Cámara de Comercio de España, CEOE, ICAE-UCM y Repsol han acertado con sus previsiones del 2,8% para 2024. No obstante, la desviación promedio fue mayor que en 2023, pasando de 0,2 puntos (3,5% estimado frente a 3,7% real) a 0,3 puntos en 2024 (3,1% estimado frente a 2,8% real).
Además, los autores señalan que “el sólido desempeño del PIB y la moderación de los precios indican que los factores de oferta negativos tras la crisis inflacionaria post-covid están desapareciendo. La moderación de los precios también puede estar relacionada con una mejora en la productividad, que ha crecido a un ritmo superior al de la última década; algo positivo, ya que la evolución rezagada de la productividad ha sido históricamente el talón de Aquiles de la economía española”, apunta.
Con los datos de 2024, analizados junto al de los dos años anteriores, que conforman la Diana Esade de la Inflación, se observa que ICAE-UCM, CEPREDE–UAM, Mapfre Economics, y Comisión Europea se sitúan como las instituciones que menor error simple medio registran (2 puntos la primera y, 2,4 las otras tres).
En la ‘Diana Penalizada de la Inflación’, las instituciones más precisas en los últimos tres años fueron ICAE-UCM (0,67), la Comisión Europea (0,87) y CEOE (0,83). En cuanto al Sesgo Direccional, la mayoría de las instituciones sobreestimaron el crecimiento de inflación, salvo Mapfre Economics (neutral) y CEOE, ICAE-UCM y la Universidad Loyola de Andalucía, que tendieron a subestimarlo.
Con respecto a las previsiones de empleo de 2024, la Universidad Loyola de Andalucía acertó con exactitud la tasa de paro (11,4%), seguida de Repsol (11,3%) y el Banco de España (11,5%). La desviación promedio fue de 0,5 puntos, menor que en 2023 (0,8 puntos). En la medición a tres años, en la Diana del Empleo, la Universidad Loyola de Andalucía (0,53), el Gobierno (0,57) y Caixabank (0,61) fueron los más precisos, mientras que, en la Diana Penalizada, más certeros fueron Caixabank (0,66), el Gobierno (0,69) y la Universidad Loyola de Andalucía (0,8).En el Sesgo Direccional del empleo, la mayoría de las instituciones han sobreestimado la tasa de paro en los últimos años, salvo el Gobierno, que ha sido más preciso.