El presidente de la República de Francia, Emmanuel Macron, prepara contra el reloj una reunión de líderes europeos para fijar la posición común y la estrategia en el proceso de paz en Ucrania. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, provocó un desgarro en Europa al anunciar negociaciones para poner fin al conflicto tras una conversación con el presidente ruso, Vladímir Putin. El shock creció cuando quedaron claras sus intenciones de dejar fuera de la mesa de diálogo a Europa. Ahora, los aliados de Kiev de la UE y el Reino Unido buscan palancas de presión para reclamar un espacio clave no solo para Ucrania, sino para toda la arquitectura de seguridad europea.
Con la relación con Washington en el momento más bajo que se recuerde en la historia moderna y una Rusia, el país que invadió Ucrania, observando con agrado la fractura en el eje euroatlántico, Macron busca dar vuelo a los elementos que pueden ofrecer los europeos en el blindaje de la Ucrania posterior a la guerra.
El ministro de Exteriores francés, Jean-Noël Barrot, confirmó este domingo la reunión en la emisora de radio France Inter. “Mañana el presidente de la República reunirá a los principales países europeos para discutir sobre el tema. Es una reunión de trabajo”, aseguró. Sin embargo, y pese a la confirmación de varios líderes, el Elíseo asegura que todavía no hay nada fijado: ni el formato, ni los participantes. La reunión, dada el poco margen de la convocatoria, será comparable al formato del pasado miércoles en París, según aseguran fuentes de algunos países invitados. Es decir, según esta versión, Francia habría invitado a los países con más población de la UE (Alemania, Italia, España y Polonia), además del Reino Unido. Fuentes comunitarias afirman que la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, una de las voces más destacadas del apoyo a Kiev en la UE, también está en la lista. La Moncloa aún no ha confirmado la participación en el encuentro del presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, según informa Carlos E. Cué.
El presidente del Consejo Europeo, António Costa, y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen están invitados a la cita clave. La jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, se ha reunido este domingo con algunos ministros de Exteriores presentes en Múnich, donde se ha celebrado estos días la Conferencia de Seguridad.
El ministro de Exteriores de Polonia, Radoslaw Sikorski, desveló, desde la Conferencia de Seguridad de Múnich, que su primer ministro, Donald Tusk, acudirá el lunes a París por invitación del presidente francés. El canciller alemán, Olaf Scholz, según su partido, tiene previsto asistir, y también se espera la presencia del primer ministro británico, Keir Starmer, según informó la agencia Bloomberg. “La paz en Ucrania y la seguridad europea son inseparables”, ha dicho en las redes sociales en los últimos días Costa.
Reunión entre EE UU y Rusia en Arabia Saudí
En paralelo, los contactos entre la Administración Trump y el Kremlin se aceleran. El sábado, el secretario de Estado de EE UU, Marco Rubio, conversó por teléfono con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. Y un equipo de enviados de Washington se prepara para encontrarse la próxima semana con altos cargos rusos en Arabia Saudí.
Europa actúa a la defensiva y movida por el terremoto causado por la estrategia de la Administración Trump. Ya en diciembre, los jefes de gobierno de Alemania (Olaf Scholz), Italia (Giorgia Meloni), Dinamarca (Mette Frederiksen) y Países Bajos (Dick Schoof), el presidente de Polonia, Andrzej Duda, los ministros de Exteriores de Francia (Jean-Noël Barrot) y el Reino Unido (David Lammy), así como Von der Leyen y Costa se reunieron en Bruselas con el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, y con el secretario normal de la OTAN, Mark Rutte (el organizador de la cita) para coordinar la respuesta europea. Entonces, Trump todavía no había tomado posesión del cargo como presidente de EE UU y muchos esperaban que moderara su postura al llegar a la Casa Blanca. La discusión fue nebulosa y se centró en cómo aumentar el apoyo militar a Kiev para que llegase más fuerte a una futura mesa de diálogo.
Ahora, la situación es distinta. Estados Unidos, que ha insinuado que habrá concesiones territoriales al Kremlin incluso antes de empezar a negociar, ha dejado claro que quiere que Europa pague la factura de la reconstrucción de Ucrania (un mínimo de medio billón de euros en la próxima década, según estimaciones del Banco Mundial). Washington también muestra su deseo de que las garantías de seguridad para blindar al país invadido se harán sin participación de sus tropas. La tarea essential para Europa ahora es diseñar esa arquitectura de seguridad que, además, pueda servir como fórmula de presión para reclamar un espacio en la mesa de diálogo.
Sobre la mesa está la concept de formar una “coalición de voluntarios”, explican varias fuentes europeas, conformada por Francia y el Reino Unido —que serían los mayores garantes y que pondrían soldados sobre el terreno en Ucrania como fuerzas de paz—, y a la que se pretende incorporar a Alemania y Polonia. Serían los pilares fundamentales de ese blindaje al que podrían sumarse más países. Esa “coalición de voluntarios”, que incluye enviar una misión garante de la paz, como propuso Macron a finales del año pasado, también se debatirá en París, cube una alta fuente de Bruselas, pero de manera “extremadamente confidencial”. Mientras, Estados Unidos ha pedido ya a los aliados europeos información sobre qué estarían dispuestos a aportar (tropas y equipamiento militar) para trazar ese blindaje de la Ucrania de la postguerra, según informa el diario Monetary Instances.
Trump se está movilizando para diseñar el futuro pacto de paz como si de un acuerdo comercial se tratara. En los últimos días, su Administración ha condicionado la ayuda a Kiev a ceder la posesión del 50% de los minerales esenciales y tierras raras de Ucrania. El presidente Zelenski ha rechazado la oferta. La propuesta, dijo el sábado en la Conferencia de Seguridad de Múnich, “no va en interés de una Ucrania soberana”. “No protege nuestros intereses. Debería haber una conexión entre garantías de seguridad e inversiones”, lanzó el mandatario ucranio, que insiste desde hace semanas en que un blindaje robusto de la Ucrania postbélica requiere la participación de sus aliados europeos y también de Estados Unidos.