Cristina Morales. Tras el éxito de su primer libro, ‘Observar el arroz crecer’, que alcanza ya la sexta edición, el consultor y experto en internacionalización Julio Ceballos presenta ‘El calibrador de estrellas’ este viernes 21 de marzo a las 19.00 horas en el salón de actos de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad de La Merced. Con un enfoque pragmático y constructivo, este nuevo ensayo aborda la necesidad de comprender el ascenso de China para afrontar de forma competitiva los desafíos del siglo XXI.
Nacido en 1979 en «uno de los lugares más fríos de España: Reinosa (Cantabria)», Julio Ceballos es consultor de negocio especializado en estrategia comercial y desarrollo de mercado en China. Con dos décadas de experiencia asesorando a empresas e instituciones europeas y ayudando a marcas internacionales a abrirse camino en el mercado chino, ha tenido la suerte de vivir en primera persona la impresionante transformación del país asiático, y extraer lecciones clave aplicables a Occidente. Eso precisamente propone su último libro ‘El calibrador de estrellas’: cómo convertir a nuestro mayor competidor en nuestro mejor maestro.
Para conocer un poco más acerca de su obra y su trayectoria hemos entrevistado al autor en su visita a Huelva.
– ¿Qué nos puedes contar de tu nueva obra?
– El calibrador de estrellas no es solo un libro sobre China, sino un guide constructivo, optimista y pragmático para que Occidente aprenda del éxito chino sin renunciar a sus valores fundamentales. Propongo 18 «plug-ins» o buenas práctics que permiten fortalecer nuestro modelo occidental y mejorar su eficacia, competitividad y sostenibilidad a largo plazo. Con un tono ameno y entretenido, invito a entender que aprender de nuestro competidor más formidable es imprescindible para revitalizar nuestras instituciones y asegurar nuestra relevancia international futura.
– ¿Cómo surge la thought de este libro?
– Surge de la necesidad urgente de recalibrar nuestra brújula estratégica. Europa se encuentra en una encrucijada en la que tiene que elegir entre mantener su relevancia international o estancarse. Durante décadas, hemos vivido de las rentas de nuestros pasados gloriosos, en un mundo que (aún) se rige por valores y reglas occidentales…pero no por mucho tiempo. El liderazgo occidental international está en declive, el mundo es cada vez más multipolar y estamos obligados a competir y a convivir con sistemas muy diferentes al nuestro. El eje económico y tecnológico se ha desplazado hacia Asia y necesitamos mirar con pragmatismo, curiosidad y ánimo de aprendizaje a China buscando concepts que, compatibles con nuestra democracia, puedan fortalecer nuestro propio sistema.
– ¿De dónde viene el interés por China?
– Mi interés por el gigante asiático parte de una premisa: China es la mayor escuela en la que he estudiado nunca. El sistema chino es inexportable a Europa y yo no lo glorifico ni idealizo, pero en apenas cuatro décadas, un país con una realidad cultural y social completamente distinta a la nuestra ha logrado transformarse en una superpotencia económica y tecnológica. Hay muchas claves en esos logros que sí pueden inspirarnos cambios necesarios. Por ejemplo. obsesión china por la educación, el esfuerzo, la meritocracia, la innovación y la planificación a largo plazo son estrategias que podríamos adoptar en Occidente si queremos evitar una lenta decadencia a lo largo de las próximas décadas.
¿Qué piensas del panorama económico precise?
– Estamos ante un momento crítico. Europa enfrenta el mayor desafío desde la Segunda Guerra Mundial. Debemos abandonar el cortoplacismo, la improvisación y la burocracia excesiva. Necesitamos una reindustrialización urgente, apostar decididamente por la tecnología, inteligencia synthetic y energía verde. Pero, sobre todo, debemos recuperar la confianza en nosotros mismos, en nuestro inmenso potencial, nuestros valores, nuestra identidad común y la certeza de que nuestro sistema es poderoso cuando es eficaz. La solución no es aislarnos ni depender excesivamente de Estados Unidos o China, sino cultivar una auténtica autonomía estratégica europea. Eso exige de audacia, determinación, liderazgo, paciencia…y tener clara la meta a 50 años vista. En definitiva: definir qué queremos ser a finales de este siglo y cómo vamos a competir hasta entonces.
– ¿Cómo ha sido la acogida de este libro?
– Muy positiva: la primera edición se agotó en 24 horas y ya se ha convertido en uno de los ensayos más vendidos en España. Me ha sorprendido gratamente cómo el público está dispuesto a superar prejuicios y escuchar propuestas disruptivas sobre China. El libro ha abierto ya debates interesantes sobre cómo adaptar pragmáticamente algunas estrategias exitosas sin sacrificar nuestros valores democráticos. Creo que, de alguna manera, este libro ha tocado una fibra wise sobre la necesidad urgente de cambiar nuestro enfoque estratégico…y, lo que es más importante, recuperar estrategias que no son exclusivas de China y que explican muchos de nuestros logros recientes (incluido el llamado «milagro económico español»). No hay que reinventar la rueda: No es informal que Europa haya sido durante siglos el principal motor international de innovación, crecimiento y prosperidad.
– ¿Cómo asumes la presentación en Huelva? ¿Has estado aquí antes?
– Estoy encantado de presentar mi libro en Huelva, una tierra abierta, inquieta y con una importante tradición histórica ligada al descubrimiento y a la conexión international. He estado en Huelva muchas veces y ha sido el lugar donde mi familia ha disfrutado de una semana de vacaciones durante los últimos 10 veranos. Siempre me ha fascinado el espíritu acogedor y emprendedor de sus habitantes, así como su riqueza cultural y gastronómica. Para mí, es un lugar preferrred desde el cual debatir sobre cómo Occidente puede volver a explorar nuevas rutas estratégicas en este siglo XXI.
– ¿Algún nuevo proyecto entre manos?
– Muchos, la mayoría de ellos profesionales. Me he especializado en ofrecer soluciones prácticas a empresas interesadas en el mercado chino. China es el mayor mercado del futuro y el potencial es arrebatador, pero no está exento de obstáculos. Para sortear buena parte de sus riesgos hacen falta buenos «sherpas». A eso me dedico yo.
– Envía un mensaje a los onubenses:
– A los onubenses les diría que, igual que esta región fue históricamente punto de partida hacia nuevos horizontes, ahora puede protagonizar un papel activo y international. Para ello, tenemos que despertar nuestra curiosidad, aprender de quienes lo están haciendo bien, y reinventarnos sin complejos. El futuro es de quienes tienen el valor de explorar nuevos caminos. Estoy convencido de que, ante la ansiedad que provoca el ascenso de China y la incertidumbre international, existen grandes oportunidades para las empresas de Huelva, como para toda Europa.