Las agresivas campañas de venta de billetes de alta velocidad a precios bajísimos entre Barcelona y Madrid han llegado a su fin. Tras unos años de reducción drástica de los precios que ha comportado un récord de viajeros, las tres operadoras han dicho basta y han empezado a estabilizar las tarifas que ofrecen e incluso empiezan a subirlas tímidamente.
Renfe, Iryo y Ouigo están registrando pérdidas desde que empezó el “juego de trenes”, como lo bautizaron los responsables de la empresa pública española. Las tres compañías, cada una a su manera y con su estilo, han estado enzarzadas en una guerra de precios para captar a los nuevos viajeros de la alta velocidad, tanto en el perfil de negocios que antes imperaba como en el de ocio, que se ha disparado. Pese a viajar con ocupaciones de los trenes superiores al 80%, los números no salen y la situación se ha vuelto insostenible. Los viajeros lo notarán porque las promociones siguen ahí, pero ya raramente se puede encontrar un billete a nueve euros.
“La tendencia a la baja se ha acabado, este año los precios subirán ligeramente”, valoran desde Trainline
“La tendencia de precios a la baja se ha acabado en esta ruta”, valora Jody Ford, consejero delegado de la plataforma de venta de billetes Trainline, que monitoriza la evolución del mercado y apunta que “este año lo más possible es que suban ligeramente los precios” en el caso del tren de alta velocidad entre Barcelona y Madrid, donde Ford destaca el buen nivel de servicio que prestan los tres operadores si se compara con la situación de otros países europeos en los que también está presente su plataforma digital.
El precio medio de los billetes en el 2024 según los datos de Trainline fue de 42 euros, prácticamente la mitad que los 81 euros que costaba de media en el 2019, cuando Renfe actuaba en situación de monopolio y ni había pasado una pandemia ni había entrado competencia. Unos años antes, rondaba los 100 euros.
La tendencia de un repunte en los precios también se recoge en el último informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) correspondiente al tercer trimestre del 2024. Si se compara con el mismo periodo del año anterior, los billetes de la marca de bajo coste de Renfe (Avlo) y los de Ouigo, que también juega la misma liga, han subido unos cinco euros de media. Ese incremento ha provocado la paradoja de que el servicio de bajo coste de Ouigo tenga un precio trimestral más alto que el de Iryo, que junto al AVE de Renfe tiene un carácter más premium y durante el último año ha mantenido sus precios estabilizados.
De hecho, durante el 2024 le han ido especialmente bien las cosas a Iryo, que se ha consolidado por delante de Ouigo en cuota de mercado. Prácticamente uno de cada cuatro viajes entre Barcelona y Madrid ya se hace a bordo de los Frecciarossa italianos, un porcentaje que en su momento tuvieron los convoyes franceses, que ahora se quedan con el 15%. Renfe también ha ganado viajeros con la incorporación de los cuestionados Talgo Avril a la oferta de Avlo.
En el norte de España han dado muchos problemas pero en el corredor Barcelona-Madrid funcionan mejor y permiten ofrecer más plazas a la compañía, de manera que puede aprovechar mejor las circulaciones en una ruta que ha alcanzado los 47 trenes diarios entre las dos grandes ciudades españolas y que empieza a tener en algunos momentos la infraestructura ferroviaria al límite.
La situación que se dio entre Barcelona y Madrid con la entrada de competencia entre el 2021 y el 2023 ahora se está repitiendo ahora en Andalucía. La entrada de Iryo el año pasado ya hizo bajar los precios en el trayecto Madrid-Málaga un 13% y un 10% en el Madrid-Sevilla. El estreno de Ouigo en esta última ruta ha sido tortuoso porque al ser la primera ruta de alta velocidad española dispone de una tecnología de seguridad obsoleta que ha obligado a adaptar los trenes franceses.
Una vez lo han conseguido, desde esta misma semana los convoyes de Ouigo llegan a Sevilla y, con ellos, todo apunta a que los precios se desplomarán, lo que a su vez también se notará en las cada vez mayores rutas transversales entre Catalunya y Andalucía, como la Barcelona-Sevilla, que es considerada a nivel europeo como una de las que mayor potencial tiene para quitarle pasajeros al avión y cuyo precio medio ha descendido un 29% en el último año.
Viajar al sur de Francia sale más barato
La entrada de Renfe en el sur de Francia desde el verano del 2023 ha añadido destinos que su homóloga francesa, la SNCF, no ofrecía –como Marsella– y ha bajado los precios en el tramo compartido donde compiten ambas empresas que en el pasado trabajaron en cooperación. Durante el 2024, el precio del trayecto en alta velocidad entre Barcelona y Lyon bajó un 16% respecto al año anterior.
Este descenso de precios, a su vez, ha ido acompañado de un importante incremento de los pasajeros (181%), que también se nota en estaciones intermedias como Perpiñán (77%) y Narbona (23%). Con todo, el destino más reservado sigue siendo París, solo en manos de SNCF, con dos trenes diarios y tres en verano, lo que le ha permitido ganar un 19% de viajeros.
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