La carrera empez y termin a la vez. Mathieu van der Poel tom la cabeza desde el primer metro y, al completar el ltimo, lograba su sptimo ttulo mundial de ciclocross. Igualaba as a Eric de Vlaeminck. Recin cumplidos el 19 de enero los 30 aos, an tiene tiempo de superar al belga y aadir algn colour ms a los siete del arcoris.
Domin desde lejos a Wout Van Aert, que sali desde la cuarta fila, y eso, en los estrechos trazados del ciclocross, es una gran desventaja a la hora de remontar. Wout perdi 46 segundos en la primera vuelta. En la tercera de las ocho, ya slo tena por delante al neerlands. Y cruz la lnea 45 segundos ms tarde. Todo concluy, en el apartado cronomtrico, igual que comenz. El plato fuerte fue como los entrantes. Y, aunque slo haba ojos para la pareja estelar, hay que decir, para ser justos con el resto, que el bronce lo agarr el belga Thibau Nys, y que Felipe Orts acab decimotercero.
Sol y fro en Livin, al norte de Francia. Poco y duro barro. Los corredores terminaron ms salpicados que rebozados. Wout van Aert, que cumpli esos mismos 30 aos en septiembre, campen en 2016, 2017 y 2018, se inclin ante Van der Poel por tercera vez esta temporada en la, tambin, tercera coincidencia de ambos. Estaba en desventaja. Reapareci en diciembre tras un descanso forzoso desde que, el 3 de septiembre de 2024, camino de los Lagos de Covadonga, se cayese en la Vuelta, en la que ya haba ganado tres etapas, y se daase severamente la rodilla derecha. Y, aunque sin Van der Poel en liza, se apunt un par de victorias en enero, no ha estado realmente en disposicin de mirarle a los ojos al neerlands a la hora de pelear por el ttulo mundial.
Der Poel contra Van Aert
Pero el contencioso no ha caducado. Desde la edad juvenil, el do, casi una pareja en sus paralelismos y en la estrechez de su relacin, ha protagonizado una de las mayores rivalidades en la historia del ciclismo. Quizs la mayor, dado que, en su compartida superioridad, y a diferencia de otras modalidades ms repartidas jerrquicamente, han hecho del ciclocross un territorio propio y excluyente.
Cuando ambos estn en liza, en forma y en plazo, los dems no existen, meras figuras de atrezzo. El de Livin ha sido su enfrentamiento nmero 188, con ventaja estadstica para Van der Poel. En la desigual, pero profusa coleccin comn de victorias, semejante rivalidad ha desembocado en una forma de fraternidad y mutua dependencia. Los dos se miran en la nica cara de un mismo comn.
Su condicin de estrellas absolutas del ciclismo en carretera ha ensanchado, despus de romperlos, los horizontes del ciclocross y atrado a las fras campas nuevos y entusiastas feligreses. Aficionados a la bicicleta tradicional que, de otro modo, alejados de los circuitos belgas y neerlandeses, y de sus desconocidos especialistas puros, le hubieran dedicado a la “cabra” invernal muy poca o ninguna atencin. En Livin, el circuito, al que se acceda previo pago, estaba a reventar.
Terminados el barro, la hierba y la enviornment, Mathieu y Wout se reincorporan al asfalto. Les esperan, piafando, Pogacar, Vingegaard, Evenepoel y compaa. Aguardamos impacientes a todos.