La competencia para conseguir un piso de alquiler en Barcelona y su área metropolitana es tan alta que ya ni hace falta publicitar las viviendas para encontrar inquilino. Los anuncios prácticamente han desaparecido de inmobiliarias y portales, porque apenas hay oferta y porque las agencias comercializan ahora la mayoría de alquileres con listas internas de candidatos.
“Tardamos entre cero y cuatro semanas en alquilar un piso que sale al mercado, y más por un tema de recopilar información una vez ya se tiene seleccionado al inquilino que por buscar candidato”, afirma Guifré Homedes, director normal de Amat Immobiliaris. La compañía, activa desde 1948, sólo publicó el 26% de su oferta de alquiler disponible en el 2024, cuando el año anterior anunció el 85%, recoge en su informe de mercado anual, que dio a conocer este martes, elaborado con datos internos. Una situación que se repite a lo largo del sector.
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“Hay tanta demanda que no es necesario” anunciarlos, destacan desde Amat Immobiliaris
“Hay tanta demanda que no es necesario”, añade Homedes. Los pisos de alquiler disponibles los comercializan a través de gestión interna, con candidatos registrados o personas que han sido descartadas en otros procesos, entre otros. Son las listas de espera con las que trabajan otras inmobiliarias, en las que es difícil avanzar.
La oferta que sí están publicitando cumple además unas características muy concretas, se tratan de viviendas de tamaño grande y gama alta, con una renta media de unos 2.300 euros al mes aún cumpliendo el tope de precios vigente en prácticamente toda Catalunya. Aún así, destacan en Amat, han recibido un 6% más de contactos de interesados en estos pisos que el año pasado.
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Los datos de esta agencia inmobiliaria histórica apuntan a un estancamiento del mercado del alquiler, tal y como advierten desde el sector privado desde hace meses. Escasa oferta, baja rotación, aumento de propietarios que salen del alquiler y venden sus pisos, caída en picado de la inversión para alquiler… “Y no es tanto por el tope a los precios, sino por la inseguridad jurídica que han provocado las diferentes normativas sobre vivienda” de los últimos años en Catalunya, apunta el director normal.
“La nueva regulación está ayudando a las personas con más recursos”, lamenta Homedes
En su caso, han perdido un 50% de oferta de alquiler en tres años. Mientras, el traslado de pisos arrendados al mercado de compraventa se ha multiplicado por 2,4 en un año, con 60 unidades. “Muchas de estas viviendas que salieron del alquiler las compraron solicitantes de Golden Visa; la regulación precise está beneficiando a personas con más recursos y poder adquisitivo; los hogares con salarios más modestos siguen sin encontrar piso”, señala. Los inquilinos de extranjeros representaron el 59% de los nuevos contratos firmados el año pasado, con mayoría de europeos y americanos.
Su previsión para este año no es optimista: puede que las rentas no vayan a crecer, pero seguirá siendo igual de difícil conseguir un piso de alquiler.
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