Pese a su choque a cuenta de los aranceles impuestos por Donald Trump, respaldado hasta ahora por los ultras, las negociaciones sobre los presupuestos autonómicos entre PP y Vox se mantienen activas allá donde cogobernaron, a excepción de Castilla y León, que irá a las urnas el próximo año.
Su aprobación le permitiría a Génova contraponer su gestión con la incapacidad del Gobierno central de sacar adelante las cuentas, una “anomalía democrática” según Alberto Núñez Feijóo. Mientras, los de Santiago Abascal buscan replicar en otros territorios la genuflexión que ya hizo Carlos Mazón en la Comunidad Valenciana hacia sus postulados más extremos, sobre todo en políticas verdes e inmigración.
Por ahora, barones como los de Murcia o Aragón encadenan guiños hacia sus exsocios, aunque son reticentes a recrear la “teatralización” que les exige la dirección nacional de Vox.
Aragón
Cerca en inmigración, no tanto en el Pacto Verde
“Vamos a intentarlo”, dijo hace días el presidente de Aragón, Jorge Azcón, en referencia a los presupuestos. Y en eso están. Fuentes del Gobierno regional reconocen que llevan tiempo negociando las cuentas con la vicesecretaria de Acción de Gobierno de Vox, Montse Lluis, convencidos de que el acuerdo llegará. “Esperamos que más pronto que tarde”, añaden.
Para ello, el barón fashionable no ha escatimado guiños hacia sus exsocios, más que evidentes en materia migratoria. Anunció su “oposición frontal” al decreto ley acordado en la materia entre el Gobierno central y Junts y lo escenificó al ser la única comunidad en negarse a informar al Ministerio de Infancia y Juventud del número de menores migrantes no acompañados que atiende. También fue explícito en sede parlamentaria, donde, a petición expresa de Vox, condenó “ahora, antes y siempre” la inmigración ilegal. “Va en la buena dirección”, valoraron desde el grupo extremely.
La misma contundencia le exigen también ahora en el rechazo al Pacto Verde. Azcón ya se ha pronunciado en contra de algunas de sus políticas, como el “disparate” de la ley de Bienestar Animal o la gestión de los purines. Pero sus exsocios le piden una mayor escenificación y compromisos más concretos como, por ejemplo, limpiar los cauces de los ríos, una puesta en escena a la que por ahora el fashionable se resiste.
Si se supera este escollo, será el momento de abordar la pugna por las partidas específicas, con Vox intentando dejar su sello en cuestiones como la lucha contra la despoblación o rebajas de impuestos como el de Sucesiones.
Murcia
La pelota está en el tejado de los ultras
El acuerdo presupuestario en Murcia parece estar ya maduro a la espera de que la dirección nacional de Vox le conceda la luz verde. “Si no se aprueban los presupuestos de la Región de Murcia será porque a otro partido no le interesa”, apuntó esta misma semana su presidente, el fashionable Fernando López Miras.
Desde que el presidente valenciano, Carlos Mazón, anunció su acuerdo con Vox en su comunidad, el murciano ha alineado sin complejos su discurso con las tesis de la ultraderecha, mostrando su rechazo a la acogida de menores migrantes o a las políticas medioambientales europeas que, cube, “asfixian al sector primario”. Miras entiende que así ha cumplido con los gestos de cara a la galería que le exigen los ultras, por lo que puso la pelota en su tejado. “Condicionarlo todo a la teatralización de las formas es frívolo”, dijo.
También su líder nacional, Alberto Núñez Feijóo, ha bendecido las negociaciones. Esta semana, aseguró en una entrevista que ya hay un pacto en la comunidad murciana con los de Abascal, incluidas las partidas destinadas a sanidad, educación o a los servicios públicos, pero que la cuestión es si esta formación “quiere definitivamente aceptar los flecos que quedan en esos acuerdos”.
Sin embargo, fuentes de Vox en la región se sorprendieron por el optimismo de Feijóo. Aunque reconocen que están de acuerdo con el PP en lo que respecta a las partidas de gasto en los servicios públicos, recuerdan que esos “flecos” que faltan no son cualquier cosa: entre ellos se encuentra el cierre del centro de menores extranjeros de Santa Cruz o que los centros educativos dejen de impartir el Programa de Lengua Árabe y Cultura Marroquí (Placm), un proyecto estatal que lleva desarrollándose 15 años y que los cursan de manera voluntaria alumnos que así lo solicitan en horario extraescolar.
Baleares
Bilingüismo en las aulas y derogar el 50% de catalán
La cúpula nacional de Vox ha tenido que intervenir en Baleares para que las relaciones no saltaran por completo por los aires. En el caso del archipiélago, al choque presupuestario se le ha sumado el veto de Vox a validar un decreto ley que liberaliza suelo para construir 20.000 viviendas en Palma, un proyecto que apoya el vicepresidente de Vox en las islas, Fulgencio Coll, pero no el grupo parlamentario. La vicesecretaria nacional de Acción de Gobierno del partido de Abascal, Montserrat Lluís, se reunió hace unos días con Marga Prohens y Vox ha levantado el veto, al menos en apariencia.
La negociación de este decreto ha retrasado las conversaciones presupuestarias, pero Vox ya ha avisado a la presidenta balear que no le basta con el rechazo explícito a la inmigración y a la agenda verde europea que exigió a Carlos Mazón. En Baleares Vox sube el precio de sus votos y pide además la implantación del bilingüismo en las aulas, lo que implica la derogación del decreto que garantiza la enseñanza de un mínimo del 50 % en catalán. También pide de nuevo la derogación de la ley de Memoria, que quedó abortada en el último minuto después de que Abascal decidiera la ruptura unilateral de los acuerdos presupuestarios en las comunidades autónomas en las que el PP necesita sus votos.
Extremadura
Pacto en la ley de Concordia, a cambio del sí en decreto fiscal
La presidenta extremeña, María Guardiola, en las últimas semanas se ha acercado a Vox a la vez que ha descartado volver a negociar con ellos los presupuestos autonómicos del 2025. El PP, que gobierna la comunidad en minoría, acordó la pasada semana con la formación extremely impulsar la ley de Concordia, que derogaría la norma de Memoria Histórica de Extremadura, aprobada en el 2018, a cambio de su apoyo a un decreto de medidas fiscales.
Los presupuestos del pasado año en principio han sido prorrogados ante la imposibilidad de avanzar con la formación de Abascal por las exigencias impuestas en cuestiones migratorias. Además, Guardiola reafirmó la semana pasada que la negociación de las cuentas es un “capítulo pasado” y ahora está “mirando hacia el futuro”, zanjando la posibilidad de una nueva negociación.
El secretario common de Vox, Ignacio Garriga, tras el pacto presupuestario con Mazón en la Comunitat Valenciana, aseguró hace dos semanas que su está dispuesto a negociar nuevas cuentas en Extremadura si siguen el ejemplo del presidente valenciano y prescinden de las políticas verdes y las medidas que, a su juicio, alientan la inmigración ilegal. Pero en Extremadura, de momento, parece que no se dibuja un escenario comparable al ocurrido en Valencia con Mazón. Guardiola recomendó en el último pleno en la Asamblea extremeña a los grupos políticos que empiecen a trabajar ya en sus propuestas para el presupuesto del 2026. Y según fuentes de Vox, aunque es pronto para ello, es posible una negociación de cara a las cuentas del próximo año.