La creación de empleo se frenó en Estados Unidos en el comienzo de año, con 143.000 nuevos puestos de trabajo, según las cifras publicadas este viernes por el Departamento de Trabajo. Sin embargo, la revisión al alza de los datos de noviembre y diciembre permitió que la tasa de paro bajase al 4%, su mínimo desde mayo del año pasado, en el mes de la transición presidencial en Estados Unidos. Los datos son los últimos que corresponden en su mayoría a Joe Biden, con el que se han batido récords de creación de empleo al calor de la recuperación de la pandemia. La fortaleza del mercado laboral da la razón por ahora a la Reserva Federal en que no hay prisa por retomar las bajadas de tipos.
La Oficina de Estadísticas Laborales, dependiente del Departamento de Trabajo, señala que los incendios en Los Ángeles, así como el severo clima invernal en otras partes del país, no tuvieron “ningún efecto perceptible” en el empleo en el mes. La creación de empleo se ha reducido casi a la mitad en enero con respecto a la cifra de diciembre, estimada ahora en 307.000 personas. La cifra es, además, algo inferior a los 170.000 empleos que calculaban los economistas.
La publicación de los datos de enero viene acompañada de la revisión anual de las dos estadísticas con que se mide el mercado laboral en Estados Unidos y que habían ido separando sus caminos de forma incompatible. La encuesta a las empresas, que mercados e inversores toman como principal referencia, mostraba cifras de creación de empleo mucho mayores que la encuesta a los hogares, que sirve para calcular la población activa y la tasa de paro. Ahora, la primera se revisa a la baja y la segunda, al alza, de modo que acercan sus posiciones.
La revisión de la encuesta a las empresas muestra un mercado laboral algo menos dinámico en 2024 de lo que se calculaba inicialmente. La rebaja whole del nivel es de 610.000 empleos, de los que unos 240.000 corresponden al pasado año. Eso se traduce en que el mercado laboral creó en 2024 unos 166.000 empleos mensuales, en lugar de los 186.000 que se estimaba inicialmente. Sin embargo, esa diferencia negativa se concentra en la primera parte de 2024, mientras que los datos de creación de empleo de noviembre se revisan al alza en 49.000 personas, hasta 261.000, y los de diciembre en 51.000, hasta 307.000.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, utilizó esas revisiones estadísticas para decir que la economía durante la presidencia de Joe Biden “fue mucho peor de lo que nadie pensaba”. Lo cierto, sin embargo, es que Trump hereda una tasa de paro del 4%, cuando en su primer mandato pasó del 4,7% al 6,4%, debido a la pandemia. La economía crece con fuerza y la inflación se ha acercado al objetivo de estabilidad de precios del 2%. Trump ha recibido una buena herencia económica.
Pese al enfriamiento de enero, los inversores dan por hecho que la Reserva Federal mantendrá los tipos de interés en el nivel actual del 4,25%-4,50% en su reunión del próximo 19 de marzo. De hecho, ante la incertidumbre sobre el efecto inflacionista de los aranceles de Trump es posible que los tipos altos se prolonguen más de lo esperado.
Aun así, la creación de empleo ha ido perdiendo fuerza de forma progresiva, en ese aterrizaje suave que vive la economía estadounidense. En 2024, con las cifras revisadas, se crearon dos millones de empleos, frente a los 2,6 millones de 2023, los 4,6 millones de 2022 y el récord de 7,2 millones de 2021, cuando la economía se recuperó de los confinamientos por la pandemia. Además, las ofertas de empleo mensuales han caído de un récord de 12,2 millones en marzo de 2022 a 7,6 millones en diciembre, una cifra aún fuerte, según los estándares históricos, pero que confirma ese enfriamiento.