El acceso a la vivienda aparece como el principal problema para los barceloneses y, a tenor de los datos que ofrece el sector inmobiliario, la preocupación está justificada y no es una mera sensación. La última señal de alerta la ha lanzado el Col·legi d’Arquitectes de Catalunya (COAC) a través de las cifras de visados aprobados. “La obra nueva en Barcelona está estancada”, ha advertido hoy el decano del COAC, Guillem Costa, durante la presentación del stability del 2024.
Durante este ejercicio apenas se visaron 1.066 proyectos de obra nueva libre en la ciudad, prácticamente los mismos que en el 2022 (1.060). Sí superan los otorgados en el 2023 (859), aunque preocupa que, dada la demanda de vivienda, se siga en niveles bajos y similares a años precedentes. Por lo basic, pasa entre un 18 y 24 meses desde que se concede este visado hasta la finalización de una vivienda de obra nueva, por lo que no se espera que la oferta crezca de forma significativa a corto y medio plazo.
Entre los factores que están lastrando la construcción de pisos, el COAC destaca la reserva del 30% para vivienda protegida, una medida que el Ayuntamiento debate ahora modificar. “Es algo polémico -dijo Costa– que ha desincentivado a los promotores”. “Se ha reducido la producción porque muchos promotores no se deciden” a construir, abunda. De hecho, la construcción de vivienda de protección oficial (VPO) prácticamente iguala a la de libre mercado en Barcelona. Sin embargo, BComú ha puesto como condición para aprobar los presupuestos municipales para este año que no se toque esta norma e incluso que se amplíe al 50%.
Sabadell y Terrassa suman más proyectos inmobiliarios en el 2024 que la capital catalana, con 1.976
Del whole de 1.976 viviendas nuevas visadas en el 2024, 1.066 correspondían al mercado libre y las otras 910 viviendas, al mercado de protección oficial, un 46% del whole. De esta manera, en los próximos años saldrán a la venta casi tanta vivienda libre como pública en la capital catalana. La proporción de VPO en preparación en Barcelona supera de largo la de la media de Catalunya. De las 17.429 residencias visadas en todo el territorio, apenas 2.883 son de protección oficial, lo que contrasta con la intención del Govern de la Generalitat de levantar 50.000 pisos sociales en cinco años.
De las 910 viviendas de VPO visadas el año pasado en Barcelona, tan solo 12 corresponden a la reserva del 30% para vivienda social que se aplica a las nuevas promociones, lo que arroja un impacto muy discreto de la medida.
Lejos de las 25.000 casas al año
Los visados de vivienda de nueva creación crecieron un 9,7% en Catalunya en el 2024, hasta las 17.429 unidades, según datos del COAC. Pese al incremento, la cifra continúa alejada de los 25.000 pisos anuales que la Agència de l’Habitatge de Catalunya había marcado como necesarios para el periodo 2020-2024, tal y como recoge el Plan territorial sectorial de la vivienda en Catalunya. En cambio, caen los visados de rehabilitación, otra de las patas que debe de paliar el déficit residencial que sufre Catalunya. En whole, los arquitectos visaron 1,25 millones de metros cuadrados de rehabilitación, un 13,6% menos que en el 2023. Ahora bien, la mayoría de intervenciones de rehabilitación son de visado voluntario, por lo que los datos del COAC podrían ser parciales.
A una normativa que no fomenta la oferta, se suma la falta de terrenos suficientes para construir. “Barcelona tiene una saturación de suelo”, subraya el decano de los arquitectos, por lo que pidió que se impulse la rehabilitación de edificios, también insuficiente.
Todo ello hace que el ritmo inmobiliario en Barcelona sea bajo en comparación con otras ciudades del cinturón metropolitano. Sabadell y Terrassa, por ejemplo, sumaron juntas más proyectos de viviendas en el 2024 que la capital de Catalunya.
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