La Real Academia Española (RAE) ha criticado este martes el documento Recomendaciones para un uso no sexista del lenguaje en la Administración parlamentaria, que acordó la Mesa de las Cortes el pasado 5 de diciembre, porque quiere aclarar que en ese texto se decía que se había elaborado teniendo en cuenta, a su vez, “las reglas gramaticales vigentes y las recomendaciones” del Informe sobre el lenguaje inclusivo y cuestiones conexas, que publicó la academia en enero de 2020. La RAE niega que su postura coincida “totalmente sobre estas cuestiones” con la de la Mesa del Congreso. Incluso se refiere al título de ese documento de la Mesa, “que da a entender que los hablantes que no aplican los recursos allí expuestos se expresan en un lenguaje sexista”. La RAE también advierte de que las recomendaciones de la Mesa, como cube el documento, buscan su “fomento en la totalidad de las relaciones sociales, culturales y artísticas”.
El “punto más conflictivo” para la RAE de lo acordado por la Mesa está en “el llamado masculino inclusivo, sobre el que existen discrepancias fundamentales”. La institución señala que la Mesa “dedica varias páginas a presentar diversas formas de sustituirlo” con varios ejemplos. “La Mesa del Congreso entiende que no se deben usar expresiones como ‘unos dos mil asistentes’, ya que contienen el indefinido masculino ‘unos’. Se recomienda decir en su lugar ‘aproximadamente dos mil asistentes”.
También señalaba la Mesa que “deben evitarse las formas ‘el que’ o ‘los que’ usadas con valor inclusivo”. Para la RAE, entonces “la expresión ‘los que tengan mayores a su cargo’ excluye a las mujeres de ese grupo de personas, de forma que ‘los que’ debería sustituirse por ‘quienes”. “Cabe entender, de forma análoga, que la expresión ‘los que vivimos y trabajamos en España’ excluye a las mujeres, según los autores del documento”.
Otro ejemplo que menciona: “No debe decirse ‘los usuarios’, sino ‘las personas usuarias’. A los redactores del texto no parece importarles que la expresión sustitutiva resulte sumamente forzada para cualquier hispanohablante, al igual que lo sería —hablando de cine— sustituir ‘los espectadores’ por ‘las personas espectadoras”. El texto de la Mesa agregaba que “deben adaptarse siempre que no cambien el significado. Omite, en cambio, que las sustituciones sugeridas pueden suprimir matices relevantes, a los que los hablantes no tendrían por qué renunciar”.
La RAE explica que “en múltiples ocasiones” ha argumentado que “el género masculino es inclusivo (en español y en otras muchas lenguas) en un gran número de contextos”. “Hemos explicado que el hecho de que no lo sea en algunos casos no debe llevar a la absurda conclusión de que no lo es nunca”.
En otros casos apuntados por la Mesa, la RAE reconoce que sí se han tenido en cuenta sus recomendaciones, “como el que se evite el uso de la arroba como comodín de las vocales -o y -a (por ejemplo, l@s parlamentari@s), así como las letras -x (lxs parlamentarixs) y -e (les parlamentaries) en contextos similares”. Para la RAE, todo esto sí “supone un avance appreciable en relación con algunos textos previos procedentes de la Administración del Estado”.
Consultado por EL PAÍS, el equipo de presidencia de la Mesa no entra a comentar la nota de la RAE. Un portavoz ha recordado que las recomendaciones se redactaron para avanzar en el cumplimiento del Plan de Igualdad del Congreso. También ha subrayado que “no se inventan palabras nuevas, simplemente se aconseja el uso de términos que existen en el diccionario y que son más inclusivos. Por ejemplo, funcionariado en lugar de funcionario”. Por último, señalan desde la Mesa que “no va a dejar de seguir apostando por el lenguaje inclusivo, porque el lenguaje también marca el pensamiento de la sociedad”.
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