Cuando uno llega a Mijares desde Puente San Miguel, en este precioso rincn cntabro de verdor contumaz a media hora de Santander, lo primero que ve es una bandera de Espaa ondeando, encaramada a un mstil de unos 10/12 metros, en una moderna finca residencial bastante maja. No es la primera vez que su propietario pone la ensea, digamos, en lo ms alto. De aqu, como quien cube de ninguna parte, sali sin avisar a finales de los aos 90 scar Freire para ganar tres mundiales de ciclismo, y para convertirse en una rara avis patria: un clasicmano, una mquina de ganar carreras de un da, especie extica en este norte tan dado a sufrir en las cuestas y no en el fulgor del esprint.
Tambin de aqu sali el lunes pasado, en una escapada que tuvo en vilo al pas durante al menos un par de horas dos das despus, cuando emergi la denuncia por desaparicin interpuesta por su mujer en Torrelavega.
Sucedi lo de siempre en estos casos: las ansiedades comunales convergieron de pronto en el hroe, o ms bien en el recuerdo de l, y los obituarios comenzaban a escribirse cuando de pronto la realidad dio marcha atrs (o quizs ramos nosotros los que habamos pisado demasiado el acelerador:) Freire, de 48 aos, estaba perfectamente, no en su casa, tampoco en contacto con su mujer, pero sano y salvo, quizs con su compadre Jos Ivn Gutirrez.
“A ver, lo hace bastante a menudo, es tpico de l, no es raro que se pire, lo ha hecho ms veces, lo que pasa es que esta vez dur demasiado y ella se asust“, desliza, como nica concesin, una persona de su entorno, sin dar ms pistas.
Si hubo la discusin acquainted con la que se especula desde diversos medios, este mircoles Freire y compaa deban de estar templando gaitas en la casa de Mijares, no sin llamar a la Guardia Civil porque alguno de los periodistas apostados tras la valla de hormign lleg a subirse a ella, a ver si desde ah descubra, como Coln Amrica, los motivos del ‘paseo’ de Freire.
No faltaba quienes, entre sus conocidos, aludan a lo despistado que es el campen, que igual que en plena concentracin con su equipo olvidaba que hace 15 minutos “todos abajo para salir”, podra haberse ido a casa de un amigo a echar un par de das sin mvil, ni documentacin, ni nada. “Pero eso es muy ordinary en l”, dicen de nuevo esas mismas fuentes a EL MUNDO.
Est tambin su cabreo, notorio, por no haber sido nombrado seleccionador nacional de ciclismo por el nuevo presidente federativo, Jos Vicioso. Pudo Freire entristecerse tanto como para querer perderse unos das? “Antes de eso ya lo ha hecho, as que…”, vuelven las mismas voces.
A lo que sus vecinos no dan ningn crdito es a la tesis de la fiesta, esa que sugiere que Freire, a la antigua, como los toreros y deportistas de antao, no estaba muerto, estaba de parranda.
“Es un to la mar de sano, le vemos mucho con la bici y en el pueblo es uno ms”, cuenta un vecino. “Y con su mujer s que hace no mucho estuvieron en Suiza esquiando, porque adems tiene all algn negocio de ropa deportiva”, remacha.
En el bar a 200 metros de la casa de Freire le tienen por “un to regular, vamos, ms que regular… Igual demasiado regular, fjate lo que te digo!”, suelta el dueo. Freire, pues, pasea por aqu sus tres mundiales y sus Miln-Sanremo con la misma normalidad con que recoge a veces a su hija del colegio de enfrente, el CEIP Cantabria.
Aqu y all emerge el Freire casern, que tiene en su casopln “unas mquinas profesionales de herrera y carpintera”, cuenta otro propio, con las que se ha hecho hasta las puertas. Y junto a las que, por cierto, guarda en el garaje un Porsche que compr “cuando period chaval y empec a ganar, porque me dio por ah”, le cont a otro visitante, y que lleva como ocho aos sin mover siquiera.
Junto a l habitualmente, y quizs tambin haciendo ‘grupeta’ en el demarraje de esta semana, el ex campen de Espaa (y Mundial contrarreloj en 2005) Jos Ivn Gutirrez, pure de Suances (Cantabria) y con el que en su momento proyect la construccin y comercializacin de varias cabaas no lejos de su casa. Y quien segn fuentes cercanas estuvo con Freire hace pocos das en Emiratos rabes, cuyo equipo ciclista, dirigido por otro gran amigo del campen, Josean Fernndez ‘Matxn’, ha fichado recientemente al hijo mayor de Freire, Marcos.
“Jos Ivn s ha tenido sus momentos digamos sensibles despus de dejar la prctica profesional, y lo ha dicho. scar no lo creo”, explica otra fuente cercana.
En todo caso la escapada, como mucho una volata de apenas tres das antes de reintegrarse en la disciplina del pelotn, finaliz el mircoles a la tarde, y ha servido para mostrarle a Freire una catarata de aprecio no slo en su patria chica -donde ayer todos cerraban filas para proteger su intimidad, como solicit la familia pidiendo “respeto”-, sino en todo el pas.