Daniel Arcuri Rivas, el hijo menor de Juana Rivas y Francesco Arcuri, tendrá que seguir bajo la custodia de su padre y volver a Italia. Según avanza Ideal y ha podido confirmar este medio, el Tribunal de Cagliari ha fallado en favor del italiano y en contra de los intereses de la granadina, que llevaba meses solicitando la custodia para que su hijo no tuviera que vivir en Italia junto a Arcuri, condenado por malos tratos en 2009. El juzgado falla en favor del padre, a pesar de que la Fiscalía italiana había apreciado indicios de malos tratos contra Daniel.
Así pues, Daniel, que permanecía en Granada junto a su madre desde Navidad, después de que la defensa de Juana Rivas presentase varias denuncias y reclamaciones alegando violencia vicaria, tendrá que volver a Italia junto a Francesco Arcuri. Según explican fuentes del caso a elDiario.es, el menor se encuentra ahora mismo en “causa de sustracción” si no regresa al país transalpino tras la decisión del Tribunal de Cagliari, que ha basado su explicación en un documento de 88 páginas.
Se da la circunstancia de que el menor se encontraba escolarizado ya en Granada y de que los letrados de Rivas habían solicitado en varias ocasiones que se tuviese en cuenta la supuesta violencia vicaria que tanto Daniel como su hermano mayor, Gabriel, han sufrido de manos de su padre. Hechos por los que la Fiscalía italiana llegó a ver indicios de delito, pidiendo que la custodia recayese en Rivas.
Al respecto, la defensa de la granadina ha argumentado en las últimas semanas que Francesco Arcuri ha sometido a presión y acoso no solo a Daniel, sino a la propia Juana, a la que llegó a llamar en decenas de ocasiones durante el periodo navideño. Hechos por los que los abogados de Rivas entienden que Arcuri no está en condiciones de mantener la custodia de su hijo, pese a que la Justicia italiana ya lo decidió en primera instancia y, tras una reclamación de la defensa de la granadina, se ha reiterado en la misma posición.
Si Daniel seguía en España, pese a que la custodia no ha dejado de estar en manos de Francesco Arcuri en ningún momento, es porque la Justicia española frenó la entrega del niño, que debía producirse el pasado 8 de enero. Tras apelar a varias instancias y llegar a solicitar la retirada de la jueza titular y de la suplente del Juzgado de Violencia sobre la Mujer 2 de Granada por inhibirse ante las denuncias presentadas por los abogados de Rivas, la Audiencia de Granada period el tribunal que tenía en su mano el futuro authorized de Daniel en suelo español, pero la decisión de Cagliari obliga a suspender la medida cautelar por la que Daniel podía seguir con su madre.
Ocho años de recorrido judicial
Con este fallo de la Justicia italiana, Juana Rivas sufre otro revés judicial, que se suma a una larga lista de hechos procesales que han pesado en su contra. Desde que en 2017 permaneciese un mes en paradero desconocido para evitar entregar sus hijos a su padre, tras huir del domicilio que compartían en Italia, hasta la ratificación de la custodia en Francesco Arcuri han transcurrido casi ocho años de procedimientos judiciales.
Rivas llegó a ser condenada a cinco años de prisión por dos delitos de sustracción de menores, pero dos rebajas de penas le otorgaron la libertad, incluyendo un indulto parcial del Gobierno de España. Desde ese momento y dado que los niños estaban con su padre en Italia, la granadina emprendió otra lucha authorized en la que reclamaba que los menores estuviesen con ella, alegando episodios de violencia vicaria. Presentó más de una decena de denuncias ante los tribunales italianos y todas fueron archivadas.
Desde 2022, Gabriel, el hijo mayor, vive con ella en Granada por decisión propia y él mismo ha llegado a redactar una carta para el Tribunal de Cagliari en la que describe el miedo que tiene por la situación que atraviesa su hermano pequeño, que llegó a comparecer ante el juzgado italiano. Según la defensa de Rivas, Daniel compareció apoyando a su padre, pero lo hizo coaccionado ante el juzgado transalpino, tal y como lo demuestra, dicen, el hecho de que a principios de enero habló por primera vez ante un juzgado de Granada aportando una versión completamente distinta. Versión por la que se adoptó la medida cautelar de que siguiese en España junto a su madre.
Sin embargo, el fallo que mantiene la custodia en manos de Arcuri frena de golpe las aspiraciones de Juana Rivas y su defensa, que confiaban en que el apoyo de la Fiscalía italiana sirviese para que la custodia de Daniel recayese en la granadina. No ha sido así y, salvo un giro procesal nuevo, el menor, de 13 años, tendrá que volver a Italia con efecto inmediato o Rivas estaría incurriendo en un nuevo delito de sustracción de menores. Delito por el que Francesco Arcuri ya denunció ante la justicia italiana hace un mes.