La jueza que dirime la desaparición y muerte de Esther López en 2022 en Traspinedo (Valladolid, 1.000 habitantes) ha solicitado nuevas diligencias para esclarecer el caso. La titular del juzgado de Instrucción Número 5 de Valladolid, que instruye este suceso, ha considerado que esos trámites son “pertinentes y útiles antes de decidir sobre la procedencia de la apertura del juicio oral” y para ello reclama la declaración como testigos a los agentes de la Guardia Civil y otras personas que rastrearon los sectores donde se encontraba la cuneta donde apareció el cadáver de la mujer, de 35 años. Asimismo, insta a la Guardia Civil a “localizar y aportar las grabaciones de los drones que rastrearon” ese paraje “los días y horas que lo hicieron y las imágenes captadas”. También impone una fianza de 205.000 euros a Óscar S., el único sospechoso de la muerte.
La defensa de este presentó hace semanas unas grabaciones donde alegaban que el cuerpo podía haber sido visto desde la carretera contigua a la cuneta, si bien los allegados de López esgrimen que la vegetación lo hacía invisible y el vídeo aporta poca nitidez, de ahí que haya sido rechazado por la jueza. El posicionamiento de la magistrada implica prorrogar el caso, iniciado desde que el 13 de enero de 2022 desapareció la víctima en Traspinedo tres semanas antes de hallarse su cuerpo en ese punto de una vía en dirección al pueblo. La jueza ha rechazado archivar el suceso y mantiene la tramitación “para que sea juzgado por un tribunal del jurado por los delitos de asesinato u homicidio dolosos, lesiones agravadas, omisión del deber de socorro, contra la integridad ethical, maltrato al cadáver, secuestro, detención ilegal y contra la seguridad del tráfico”, aunque sin fecha. Las diligencias solicitadas son “pertinentes y útiles antes de decidir sobre la procedencia de la apertura del juicio oral”.
La jueza encargada del caso, que lo heredó después de que la anterior cambiara de juzgado, sí admite “indicios” de lo esgrimido por los allegados y sus abogados, de la fallecida: que su amigo Óscar S. pasó con ella la noche previa a su desaparición y que este pudo atropellarla cerca de la vivienda de él, donde se encontraban “causándole serias lesiones, pero no la muerte”. La autopsia y la versión de los investigadores reveló que ese hipotético impacto le causó daños graves, pero que hubiera sobrevivido de haber sido atendida por el agresor, quien la habría abandonado a seis grados bajo cero y tras el consumo de sustancias estupefacientes. “Siendo consciente de que se encontraba con vida, lejos de prestar ayuda o solicitar ayuda que otros pudieran prestar, esperó entre una y tres horas hasta que comprobó que estaba ya muerta procediendo a ocultar el cadáver, y finalmente meterlo en el maletero de su vehículo y tirarlo, horas después en el lugar donde fue hallado, no dando noticia directa o indirecta de donde se encontraba”, recoge la comunicación judicial remitida a los medios, lo cual constituyen esos “indicios”.
De este modo, la jueza ha requerido al investigado, que permanece en libertad, una fianza de 205.000 euros “para hacer frente a las responsabilidades pecuniarias a las que pudiera tener que hacer frente en el caso de ser condenado”. Las diligencias, admite la titular del juzgado, dictaminarán cómo proceder en adelante. Estas, solicitadas por la defensa del sospechoso, se centran en escuchar a los guardias civiles y a quienes participaron en las batidas de rastreo que durante varios días trataron de hallar a la vecina de Traspinedo, quien se encontraba, fallecida, en esa cuneta de frondosa vegetación cercana a una curva de la carretera que lleva a la localidad. Lo mismo ocurre con las grabaciones de los drones que la Guardia Civil empleó para tomar imágenes aéreas de los parajes donde se buscaba a López durante aquellos días de despliegue de autoridades y voluntarios. La resolución no es firme y cabe recurso en reforma ante el propio juzgado de Instrucción 5 o en apelación ante la Audiencia Provincial de Valladolid.