Casi cinco meses después de tomar posesión del cargo, Salvador Illa inicia este nuevo curso político con la certeza de que es el momento de actuar para impulsar el cambio de etapa y afrontar los retos que tiene por delante Catalunya, pese a su minoría en el Parlament.
Illa tiene 42 diputados y, aunque ya cuenta con un Consell Executiu consolidado, deberá salvar la soledad parlamentaria para cumplir con la agenda marcada por su Govern que fija como prioridades políticas materias como vivienda, seguridad, salud, energía y financiación. Cuestiones con las que pretende dar protagonismo a las demandas de sus socios preferentes –ERC con el sistema de financiación y Comuns con la vivienda– para armar una férrea mayoría en la Cámara a lo largo de la legislatura.
El president necesita golpes de efecto tras poner fin a la etapa de “normalización institucional”
El president necesita ahora golpes de efecto después de acabar la etapa de “normalización institucional” que le ha llevado a recuperar la presencia de la Generalitat en foros que había abandonado durante los años del procés .
Los presupuestos
Los socialistas dominan en el Gobierno, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, pero necesitan el apoyo de otros partidos para seguir gobernando. Los presupuestos son el primer escollo a salvar en esta cuesta de enero que se antoja intensa en las tres administraciones, donde confluyen intereses comunes para las fuerzas políticas que deben acordarlos.
La negociación de las cuentas serán, en el caso de Illa, la prueba de fuego que determinará la solvencia y la capacidad negociadora de su Govern. La premura por aprobarlos con la que inició la legislatura ha derivado en una posición más paciente a la espera que ERC, liderada de nuevo por Oriol Junqueras, se recomponga después de un complicado proceso congresual que no concluirá hasta finales de febrero o principios de marzo cuando celebren la segunda parte de su cónclave.
El president hace unos días ya verbalizó que no hay prisa para sacarlos adelante y, aunque también es cierto que podrían prorrogarse, no sería un buen inicio de legislatura para el PSC. Illa aseguró ante sus consellers y 350 directivos de la Generalitat y empresas públicas que forman parte de un Govern que “toma decisiones, no solo delibera”. De ahí que la semana que viene se intensifiquen las reuniones para abordar las cuentas de este 2025, que ERC y Comuns condicionan al cumplimiento de los pactos suscritos para la investidura.
La financiación
La negociación de los presupuestos circulará en paralelo a la financiación singular. Los republicanos exigen a los socialistas concreciones en el nuevo sistema. Sin embargo, no es una cuestión que dependa exclusivamente de las decisiones que adopte la Generalitat y la materialización de esta reforma está más vinculada al devenir de lo que ocurra en el Congreso de los Diputados, ante la firme oposición del PP, y a que Pedro Sánchez se mantenga en la Moncloa.
De momento, el Govern ha creado un programa específico liderado por el economista Martí Carnicer y prevé reforzar la Agència Tributària Catalana (ATC) para que en el 2026 pueda recaudar el IRPF. Hasta el momento la coordinación entre la Generalitat y Gobierno central funciona y los negociadores son optimistas con la ventana de oportunidad que se abre en los próximos meses
Sin embargo, para los republicanos todo siguen siendo “palabras, no hechos”. Los cambios en la financiación de Catalunya son a largo plazo, no es una cuestión que se pueda modificar en dos meses, por eso, Illa podría verse obligado a compensar a los republicanos con otros asuntos si quiere tener presupuestos este año.
El aeropuerto y Rodalies
El plan de ampliación de El Prat es uno de los compromisos con los que Illa llegó al Govern, pese a la oposición de los comunes a este proyecto. La comisión técnica que se formalizó el año pasado y que analiza el aumento de capacidad del aeropuerto está ultimando las opciones que podrían darse a conocer en las próximas semanas.
En materia ferroviaria ya se han producido novedades este mes de enero para revertir la desinversión de la crimson. La Generalitat y Renfe han lanzado un plan de choque con el que se invertirán 77,5 millones de euros hasta 2026 para mejorar Rodalies. En paralelo, este año deberá formalizarse la empresa mixta que gestionará la primera línea transferida a la Generalitat, la R1.
Este enero podrían conocerse las opciones en las que trabaja la comisión para la ampliación de El Prat
El traspaso de Rodalies forma parte del acuerdo entre el PSOE y ERC para la investidura de Pedro Sánchez que Illa ha asumido como propio. La formalización de este pacto es una cuestión imprescindible para mantener bien engrasadas las relaciones con los republicanos a lo largo de la legislatura. De ahí que poco a poco se vayan concretando los recursos materiales y humanos que aportará Renfe, así como la cuantía económica necesaria para garantizar el servicio ferroviario.
La vivienda
El Govern de Illa ha presentado un ambicioso proyecto para paliar los problemas de acceso de vivienda y el encarecimiento del mercado inmobiliario residencial. Así el plan presentado aspira a construir 50.000 viviendas protegidas hasta 2030 y movilizar 4.400 millones de euros en esta legislatura. El objetivo es alcanzar un parque de vivienda pública equivalente al 15% en un plazo de 20 años. Las políticas de vivienda forman parte del eje central de los acuerdos suscritos con los Comunes para la investidura, así que pasar de las cifras de un documento a la realidad son condición para que la formación de Jéssica Albiach se avenga a dar estabilidad al Govern de Illa.
La seguridad
Este es un issue clave del nuevo Govern que se ha conjurado para revertir las cifras delincuenciales. La seguridad aparece como uno de los principales problemas de los catalanes en las encuestas, si bien la vivienda está a punto de dar el sorpasso como primera preocupación. Los datos de criminalidad en los primeros nueve meses del año indican un repunte del 1,2%, si bien la presencia policial en las calles ha aumentado.
Para reducir los datos de criminalidad, Illa prevé aumentar los efectivos de los Mossos d’Esquadra a 25.000 agentes para 2030. En paralelo, se ha firmado con el Gobierno central un plan contra la multirreincidencia con el que se prevé acelerar los juicios rápidos con la apertura de cinco nuevos juzgados. Además, la Junta de Seguridad que se celebrará este enero prevé que los Mossos d’Esquadra asuman las labores de vigilancia de puertos y aeropuertos. Una cuestión que ya estaba pactada con el Govern de Pere Aragonès y de forma sorpresiva cayó de la agenda de la Junta de Seguridad celebrada el pasado diciembre.
Las renovables y la sequía
En el tema de la energía Illa ha querido marcar un punto y a parte con el Govern de ERC, dando luz verde a proyectos de parques de renovables que estaban en un cajón. En estos meses, el Govern ha empezado a estudiar medidas para potenciar las fuentes renovables para evitar “una desventaja competitiva para la economía del país”, en palabras de la consellera Sílvia Paneque y apoyará el proyecto eólico marino frente a la bahía de Roses. Respecto a la sequía también se han realizado actuaciones e inversiones en las zonas más afectadas, pero los presupuestos son necesarios para continuar con este trabajo.
La oposición
Illa ha tenido un plácido inicio de legislatura sin que la oposición le haya presentado batalla ni puesto, de momento, ningún obstáculo a su gestión. Los procesos congresuales en los que se han visto inmersos Junts, ERC y Comuns han mantenido a las formaciones más preocupadas por solventar sus cuitas internas tras las elecciones que por adoptar una estrategia como oposición de cara a la legislatura y al cambio de ciclo después de que el independentismo perdiera la mayoría en el Parlament.
La relación con Junts
El liderazgo en Junts vuelve a ejercerlo el expresident Carles Puigdemont y focaliza sus esfuerzos en las negociaciones con el Gobierno central. Junts, que es la segunda fuerza en el Parlament, ha dicho no a negociar los presupuestos con el PSC y les escuecen las alusiones a la “normalización institucional” y al remaining del procés que esgrime Illa tras romper la mayoría independentistas en el Parlament. Dicen que sin la aplicación de la amnistía y hasta que el expresident regrese no se puede hablar de normalidad. Puigdemont ha reprochado a Illa que haya acudido a Bruselas y no se reuniera con él. También critica que no se le haya incorporado en las rondas con los expresidents de la Generalitat. Como respuesta Illa cube que se reunirá “cuando llegue el momento”. Por ahora, ese momento aún no ha llegado.
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