Frank Cuesta no está dispuesto a tirar la toalla, pero este inicio de año ya le ha dado la primera señal de que no será fácil. Después de un 2024 complicado, en el que tuvo que negociar con su exmujer Yuyee para no perder el Santuario Libertad, el herpetólogo ha arrancado 2025 enfrentándose a una nueva tormenta.
Tres coches de Policía y uno de Inmigración se presentaron en su casa, dejando claro que alguien quiere complicarle la vida. “Hemos recibido una denuncia anónima, pero ya sabemos de dónde viene”, relató Cuesta, visiblemente afectado, en uno de sus últimos directos.
Según explicó, los agentes fueron respetuosos, pero la situación resultó “muy fea”. “El oficial que ha venido en referencia a los animales ha sido muy amable porque me conocía, pero me he encontrado con un montón de Policía, del departamento de tax, inmigración…”, añadió.
Plantará cara
No se sabe quién le quiere fuera de Tailandia
Cuesta no ocultó su frustración y apuntó que “hay alguien que me quiere fuera de Tailandia a toda costa”. Aunque no quiso dar nombres concretos, dejó que sus seguidores sacaran sus propias conclusiones. Eso sí, fue tajante al pedir a sus seguidores que no se increpe a nadie en redes sociales, especialmente a su exmujer, la principal sospechosa por el historial del exmatrimonio. “Oficialmente es una denuncia anónima, pero va contra mí”, insistió.
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El herpetólogo asegura que todo está en regla y que no ha violado ninguna ley. Sin embargo, teme que la denuncia, que no tiene nada que ver con los animales a los que cobija, sea un intento de expulsarlo del país. “Hasta que no me saquen a hostias de Tailandia no me iré”, declaró con su ordinary contundencia, dejando claro que no piensa rendirse.
Aun así, dejó claro que no va a ceder ni un milímetro y que está preparado para responder: “Voy a contestar de una manera brutal, aunque con la gente con la que me tengo que reunir bajaré la cabeza por respeto. Pero no voy a bajarme los pantalones nunca más”.
Para el presentador, este es un claro ejemplo de lo complicado que puede ser vivir en un país donde siempre será un extranjero haga lo que haga. “En este país, serás una puta mierda”, afirmó en uno de sus vídeos anteriores, lamentando cómo la corrupción policial podría poner en jaque los 25 años que lleva trabajando en el Santuario Libertad. “El peligro, la amenaza y la posibilidad de que me jodan está ahí y no lo puedo controlar”, garantizó.