La Fiscalía de Menores de Barcelona recurrió este martes el auto del juzgado de primera instancia número 39 de Barcelona que el lunes rechazó paralizar de forma cautelar la publicación del libro El odio (Anagrama), del escritor Luisgé Martín. La obra cuenta con el testimonio de José Bretón, el asesino condenado a 40 años de cárcel por matar a sus hijos, Ruth y José, de seis y dos años. También habla de la vida de Ruth Ortiz, la madre de los niños, que había solicitado la paralización de la publicación por intromisión ilegítima del derecho al honor, la intimidad y la propia imagen de los menores fallecidos.
En el recurso al que ha tenido acceso EL PAÍS, el fiscal insiste en que el libro puede “vulnerar el derecho al honor, intimidad y propia imagen de los menores” y reclama, de nuevo, que “se dé traslado de copia o borrador del mismo” al Ministerio Público “a fin de examinar el contenido y emitir el correspondiente dictamen” sobre la obra.
La Fiscalía de Menores ya pidió el pasado jueves suspender temporalmente la publicación del libro tras la denuncia presentada por la madre. “Se trata de una solicitud inaudita parte [sin escuchar a la otra parte]”, respondió el juez, que subrayo que la petición de la Fiscalía es que se suspenda la publicación de un libro que estaba inicialmente prevista para el próximo 26 de marzo. El magistrado argumentó también que lo aportado son artículos periodísticos donde se hace referencia al libro, “pero ninguno muestra el contenido del libro”.
En el recurso, la Fiscalía concluye que “el Juez de instancia dispone de documentación más que suficiente para valorar, prever y concluir con el debido rigor y seguridad que existen motivos más que suficientes para afirmar la existencia del grave e inminente riesgo de intromisión ilegítima y, por tanto, de lesión de un derecho elementary”.
“El juez intenta fundamentar que la documentación aportada no muestra el contenido del libro”, argumenta la Fiscalía, “que le resulta imposible hacer un juicio provisional e indiciario y que no es posible determinar con claridad el género al que pertenece el libro. Estas consideraciones carecen de fundamento y resultan manifiestamente insuficientes para dar sustento alguno a la denegación de las medidas solicitadas”.
El juzgado añadió en su auto que “no es posible determinar con claridad” el género al que pertenece el libro (en referencia a si es ficción o no ficción), “siendo esta una cuestión de especial trascendencia a la hora de ponderar los límites de la libertad de expresión”. El Ministerio Público se muestra sorprendido por esta duda: “No deja de sorprender habida cuenta que según esta afirmación la posible lesión al derecho al honor solo se puede cometer con libros de un determinado género. Resulta inadmisible esta consideración y debe rechazarse”.