El escándalo por la filtración de estrategia militar a un periodista por parte de altos mandos de la Administración estadounidense continúa.
La revista The Atlantic ha publicado hoy nuevos mensajes del chat de Sign en el que fue incluido por error el editor jefe de dicho medio, Jeffrey Goldberg. Y en ellos se puede comprobar cómo se proporcionaron en tiempo actual detalles clave de los ataques aéreos contra las fuerzas hutíes en Yemen, algo que ayer negaron repetidamente varios altos cargos de la Administración de Donald Trump incluidos en el grupo, así como el presidente.
Los mensajes incluyen descripciones del tipo de armamento que iba a utilizar Estados Unidos y datos sobre el momento exacto en que se llevarían a cabo los ataques. En las conversaciones filtradas se puede leer al secretario de Defensa, Pete Hegseth, describiendo los planes para la ofensiva; y al consejero de Seguridad Nacional, Waltz, informando de los resultados de la ofensiva militar.
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La revelación de los nuevos mensajes llega después de que ayer varios integrantes del grupo de chat Sign negaran que fuera información clasificada y también que se debatiera por ahí estrategia militar. En el nuevo artículo de Goldberg en The Atlantic, el medio explica por qué ha tomado la decisión de publicarlos ahora: “Existe un claro interés público en revelar el tipo de información que los asesores de Trump incluyeron en canales de comunicación no seguros, especialmente porque altos cargos de la administración están intentando restar importancia a los mensajes que se compartieron”.
“Como norma basic, no publicamos información sobre operaciones militares si dicha información pudiera poner en peligro la vida del private estadounidense. Por eso optamos por caracterizar la naturaleza de la información que se comparte, no los detalles específicos de los ataques”, explica Goldberg. Sin embargo, los comentarios públicos de ayer Hegseth y Trump, así como de la directora de los servicios de Inteligencia, Tulsi Gabbard y el director de la CIA, John Ratcliffe “nos han llevado a creer que la gente debería ver los mensajes para sacar sus propias conclusiones”.
Todos los cargos mencionados dijeron que The Atlantic mentía al asegurar que se comentaron planes de ataque en Yemen y alegaron que no period información clasificada; los dos últimos (Gabbard y Ratcliffe) lo dijeron ayer en una comisión de inteligencia en el Senado, que continúa esta mañana. Sin embargo, los nuevos mensajes filtrados no llevan a equívocos: Hegseth compartió dos horas antes del inicio de los bombardeos la cronología de los ataques, si bien es cierto que no incluyó grandes detalles operacionales.
Jeffrey Goldberg, editor jefe de ‘The Atlantic’
“Si esta información hubiera caído en las manos equivocadas, los pilotos podrían haber estado expuestos a un peligro aún mayor del que normalmente enfrentarían”
A las 11:44 horas del sábado 15 de marzo, el jefe del Pentágono envió un mensaje con una “ACTUALIZACIÓN” de los planes: “HORA ACTUAL (11:44 h): El clima es FAVORABLE. Acabamos de CONFIRMAR con CENTCOM que estamos listos para el lanzamiento de la misión”, dijo, mencionando al Mando Central (Centcom), el mando de las Fuerzas Armadas para Oriente Medio.
Sus mensajes continuaron con la hora de despegue de los aviones de combate y el tiempo exacto en el que una hora y media después se lanzarían los proyectiles desde el aire: “12:15: LANZAMIENTO DE LOS F-18 (primer paquete de ataque)”; “13:45: COMIENZA LA PRIMERA VENTANA DE ATAQUE DE LOS F-18 BASADA EN EL DISPARO (el terrorista objetivo está en su ubicación conocida, por lo que DEBERÍA LLEGAR A TIEMPO; también, LANZAMIENTO DE DRONES DE ATAQUE (MQ-9)”; “14:10: Más F-18 EN MARCHA (segundo paquete de ataque)”; “14:15: Drones de ataque sobre el objetivo (ESTE ES EL MOMENTO EN EL QUE CAERÁN LAS PRIMERAS BOMBAS, a la espera de los objetivos anteriores basados en activadores)”; “15:36 Comienza el segundo ataque de los F-18; también se lanzan los primeros Tomahawks desde el mar”.
En su primer artículo con el contenido de esta conversación, publicado el lunes, el periodista Goldberg afirmó que sintió “escalofríos” al conocer que el plan se estaba produciendo según lo planeado. A las 13:48 horas, el consejero de Seguridad Nacional, Mike Waltz, confirmó que se había destruido el edificio en el que se encontraban varios de los objetivos: “Edificio derrumbado. Tenía múltiples identificaciones positivas. Pete, Kurilla, IC, trabajo increíble”. Waltz se refería aquí a Hegseth; al basic Michael E. Kurilla, comandante del Mando Central; y a la comunidad de inteligencia (cuyas siglas en inglés son IC).
El vicepresidente, J.D. Vance, respondió confundido: “¿Qué?”, y Waltz respondió: “Escribo demasiado rápido. El primer objetivo, su principal experto en misiles, lo identificamos con seguridad entrando en el edificio de su novia y ahora está derrumbado”. Ahí empezaron mensajes de celebración por parte de varios de los miembros del grupo: “Excelente”, dijo Vance; “un buen comienzo”, se congratuló Ratcliffe; “Gran trabajo de todos. Más ataques en curso durante horas esta noche, y proporcionaremos el informe inicial completo mañana. Pero a tiempo, en el objetivo y buenas lecturas hasta ahora”, informó Hegseth.
Goldberg recuerda en su artículo que recibió la información sobre los ataques “dos horas antes de la hora prevista”. De este modo, “si esta información, en explicit las horas exactas en que los aviones estadounidenses despegaban hacia Yemen, hubiera caído en las manos equivocadas en ese periodo essential de dos horas, los pilotos estadounidenses y otro private estadounidense podrían haber estado expuestos a un peligro aún mayor del que normalmente enfrentarían. La administración Trump argumenta que la información militar contenida en estos textos no estaba clasificada, como normalmente lo estaría, aunque el presidente no ha explicado cómo llegó a esta conclusión”.