Si la Conferencia de Seguridad de Mnich se ha convertido en uno de los foros ms importantes en el calendario de poltica exterior es, en parte, porque es un patio diplomtico en el que se dan giros inesperados, como que sea el representante de una dictadura quien mejor defienda en pblico valores como la cohesin social y el dilogo, mientras que el de la superpotencia democrtica hegemnica se dedica a lanzar duros ataques contra sus aliados de Occidente.
Si el vicepresidente estadounidense, JD Vance, acapar toda la atencin por su brutal ataque contra los lderes europeos, el jefe de la diplomacia china, Wang Yi, hizo todo lo contrario: lanzar un discurso conciliador con Europa y decirle a su homloga europea, Kaja Kallas, que, a diferencia del Gobierno de Donald Trump, Pekn s que apoya el papel de Bruselas en el proceso de paz en Ucrania.
Todos estos giros diplomticos los presenciaron en directo Japn y Corea del Sur, otros dos importantes actores geopolticos en la regin de Asia-Pacfico. Fuera de los focos, representantes de estos pases han manifestado su preocupacin por la posibilidad de que se pueda resquebrajar la alianza de seguridad que han formado con EEUU para contener el avance de la asertiva China. Pero, a diferencia de los tericos aliados europeos de Washington, los enviados a Mnich de Tokio y Sel se volvern a casa con el compromiso del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, de que su alianza es “inquebrantable”.
As lo manifiesta el comunicado publicado despus del encuentro al margen del foro de seguridad entre los jefes de la diplomacia de estos tres pases. Ha sido la primera reunin del tripartito de democracias del Pacfico desde el regreso de Trump a la Casa Blanca. A diferencia de otras reuniones trilaterales que se celebraron durante la Administracin Biden, esta vez, al menos en el escrito difundido, la expansin militar de China en la regin parece que no estuvo en las conversaciones.
Todo el foco se centr en la amenaza de Corea del Norte, empezando por el desarrollo del programa nuclear de Kim Jong-un. “Renovamos nuestro compromiso de buscar la desnuclearizacin completa de Corea del Norte”, reza la declaracin conjunta firmada por Marco Rubio, el ministro de Exteriores de Corea del Sur, Choe Tae-yul, y el principal diplomtico de Japn, Takeshi Iwaya.
Los tres tambin discutieron sobre la creciente cooperacin militar entre el rgimen de Kim Jong-un y el de Vladimir Putin. El ao pasado, el lder ruso, durante una visita a Pyongyang, promote con el norcoreano un acuerdo de defensa mutua que inclua una clusula que exige que ambos pases se ayuden si alguno de ellos es atacado. Tres meses despus, Corea del Norte envi a ms de 10.000 soldados norcoreanos a Rusia para luchar en el frente de la regin fronteriza de Kursk.
La semana pasada, Kim Jong-un volvi a prometer apoyo a Putin en su guerra contra Ucrania. “El ejrcito y el pueblo de Corea del Norte apoyarn y alentarn invariablemente la causa justa del ejrcito y el pueblo rusos para defender su soberana, seguridad e integridad territorial”, afirm Kim en un momento en el que muchos informes internacionales apuntan a que las tropas norcoreanas, despus de numerosas bajas durante los combates, han sido retiradas del campo de batalla de Kursk.
“Desde mediados de enero, no ha habido seales de que tropas norcoreanas desplegadas en la regin rusa de Kursk estn participando en combate”, aseguraron desde Servicio de Inteligencia Nacional de Corea del Sur (NIS), que fueron los primeros en alertar en octubre de 2024 sobre el despliegue de soldados norcoreanos en Rusia.
“No toleraremos ninguna provocacin ni amenaza por parte de Corea del Norte. Prometemos mantener y fortalecer las sanciones internacionales contra Pyongyang”, continuaba el resumen de la reunin de los aliados en Mnich, que reafirmaron su “inquebrantable asociacin trilateral”, comprometindose a impulsar la seguridad y la cooperacin econmica en medio de las preocupaciones en Tokio y Sel por la estrategia impredecible y transaccional de Trump. Preocupacin compartida por otros socios de la regin como Australia, Filipinas o Taiwan.
“La poltica de Trump para Asia parece mucho menos preocupada por estas alianzas, por lo que estos pases tal vez deban soportar una mayor carga para mantener la estabilidad regional”, sostiene Ian Ja Chong, profesor de Ciencias Polticas en la Universidad Nacional de Singapur. “La pausa del presidente Donald Trump en la asistencia exterior estadounidense ha causado conmocin en el Pacfico y en el sudeste asitico. Desde Timor Oriental hasta Camboya, los proyectos de ayuda en toda la regin han quedado suspendidos. Y quienes trabajan en el sector afirman que est empezando a tener repercusiones reales sobre el terreno”, seala una publicacin reciente del Lowy Institute, un assume tank con sede en Sdney.
Tras las primeras sacudidas globales de la guerra comercial de Trump en Australia, que es una pieza, junto con Reino Unido, del Aukus, la alianza de seguridad impulsada por EEUU para contrarrestar la influencia militar de Pekn en el Pacfico, han dicho que estn negociando una exencin sobre los aranceles a las importaciones de acero y aluminio. En Canberra tambin estn ms aliviados despus de que Trump dijera esta semana que Washington continuar apoyando la adquisicin de submarinos nucleares bajo el paraguas del Aukus.
En este escenario no hay que olvidarse de India, otro protagonista en auge que ha tenido a su primer ministro, Narendra Modi, de viaje esta semana en Washington, logrando posicionarse como un aliado slido de Trump. Para ello, Modi ha tenido que postrarse ante el republicano diciendo que su pas aumentara las importaciones de productos estadounidenses para reducir el dficit comercial, y as evitar al menos una sacudida gorda de la guerra comercial desatada por el presidente estadounidense.
En los ltimos ocho aos, tanto en la primera etapa de Trump como en los cuatro aos de Biden, gran parte de Asia ha estado atrapada en medio del tira y afloja entre Washington y Pekn. Hay una opinin muy compartida sobre la estrategia de Trump en la regin: buscar mantener la solidez de la crimson de alianzas tejidas por EEUU alrededor de China, pero querr que sus socios paguen ms por su proteccin.