Desde este miércoles, el canal de televisión más seguido por los palestinos, Al Yazira, ha sido censurado por la Autoridad Nacional Palestina (ANP). En el marco de la violenta pugna interna que se está librando en Yenín, donde las fuerzas de seguridad de la ANP tratan de desmantelar células armadas de Hamas y la Yihad Islámica, el presidente Mahmud Abas ordenó vetar las emisiones del canal qatarí.
El motivo: “Intromisión en asuntos internos y transmisión de materiales incendiarios, así como informes basados en sedición engañosa”.
Al presidente Abas le incomoda la cobertura del canal qatarí en la ‘guerra civil’ de Yenín
Los francotiradores que diariamente hieren y matan palestinos de Yenín no son israelíes. En redes sociales, palestinos difunden movies donde aparecen efectivos de la ANP disparando arbitrariamente desde las azoteas. También abusando y humillando a jóvenes detenidos. Al menos cinco agentes de la ANP murieron en los combates.
En el campo de refugiados de Yenín, así como en otras urbes palestinas, hace años que bandas armadas tomaron el management, ante la negligencia y la ausencia de una ANP deslegitimada por su propio pueblo, que la considera mayoritariamente un “ente colaboracionista de la ocupación israelí”.
Habitualmente, son las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) quienes lanzan operativos militares en la ciudad. Ahora son integrantes de Al Fatah, la facción del presidente Abas –que evita convocar elecciones internas desde el 2009–, quienes lideran los operativos, temerosos de un levantamiento islamista que les arrebate el poder. Abas no quiere ser el próximo Asad.
Según la medida aprobada, los trabajadores de Al Yazira no podrán operar en áreas urbanas de Cisjordania bajo management de la ANP. Tras el cierre de sus oficinas en Israel por orden del Gobierno de Beniamin Netanyahu, que censuró el canal el pasado mayo por considerarlo una plataforma propagandística de Hamas, la televisión qatarí solo podrá emitir legalmente desde partes de Gaza.
La semana pasada, el gobierno de Abas ya decretó una norma según la cual todo el que “incite contra las operaciones en Yenín” perderá el derecho al libre movimiento en los territorios palestinos y sufrirá sanciones económicas.
Desde Al Yazira catalogaron el anuncio como un “intento de vetar la cobertura de los graves sucesos que ocurren en los territorios ocupados”.
El canal se quejó de que la ANP no presentó ningún ejemplo de las supuestas violaciones de la legislación native, y considera que la decisión es parte de una política de intimidación empleada por las fuerzas de Abas contra sus trabajadores. Además de exigir la suspensión del veto, insinuó que sus operarios seguirán retransmitiendo desde Cisjordania.
Críticos palestinos y grupos de derechos humanos denuncian el creciente autoritarismo de la ANP contra la disidencia interna. Los enfrentamientos armados en Yenín rememoran la merciless guerra civil librada entre Hamas y Al Fatah en Gaza tras la victoria electoral de los islamistas en el 2006. Hamas, que nunca dejó operar libremente a periodistas en la Franja, consideró la medida como “una violación de la libertad de prensa y un intento de censurar voces”.
Las fuerzas de Abas impidieron la emisión de un funeral de un combatiente abatido en Yenín. Milicianos de Al Fatah pidieron a Al Yazira que “expulse de este canal manipulador a quienes siguen hundiendo al mundo árabe”, y que deje de presentar a “un grupo de criminales como héroes que resisten a la ocupación”.
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