La Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT) ha dicho que el documento “reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión”, al que la prensa ha hecho mención en días recientes, no cuenta con su aval.
Esta supuesto proyecto de iniciativa de reforma a la ley propone aumentar los impuestos a plataformas tecnológicas, como Google, Amazon y Netflix. Además, plantea la creación de un fondo solidario destinado al mantenimiento y desarrollo de la infraestructura de telecomunicaciones en México.
Este instrumento estaría financiado por aportaciones hechas por las grandes empresas tecnológicas. El objetivo sería reducir la carga financiera que actualmente soportan operadores locales como Telcel y AT&T, cuyos ingresos han disminuido pese al creciente tráfico de web generado por los servicios de streaming, redes sociales y comercio electrónico.
Christian Blancas, director de Comunicación Social de la ATDT, aclaró a WIRED en Español que “la versión o el supuesto borrador al que hace referencia Expansión es un documento que no está validado por la Agencia de Transformación Digital, por lo tanto no puede darse por cierta”.
En un comunicado adicional, la ATDT asegura que “el proyecto de iniciativa de reforma de ley que se trabaja junto con la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal, no plantea la creación de ningún fondo solidario, ni el cobro de impuestos o derechos adicionales a los ya contemplados en el marco jurídico existente”.
El uso de plataformas digitales ha incrementado significativamente el tráfico de web en México. Según datos del Instituto Federal de Telecomunicaciones, las plataformas de video en streaming generan el 60% del tráfico de web en el país. Estas superan a las redes sociales, que aportan el 6.1%, y a los marketplaces, que generan el 2.6% del tráfico. Dicho aumento en el uso de plataformas digitales ha llevado a un incremento del 26% en el tráfico de web en el país durante el último año, según datos de Cloudflare.
El empresario Carlos Slim sugirió la semana pasada que las plataformas digitales paguen por el uso de las redes de telecomunicaciones, argumentando que estas empresas se benefician de la infraestructura de los operadores sin contribuir a su mantenimiento.